La marcha del autoelogio

Cuando se afirma que todo está bien, es porque algo anda muy mal. Y no necesariamente con la realidad, sino con la percepción que tiene quien auténticamente cree que nada debe ser revisado y que, por el contrario, la visión crítica en torno a sus acciones constituye un acto de traición a la patria o una postura de mala fe respecto de su persona o proyecto.

Escrito por:   Mario Luis Fuentes

Desde esta perspectiva, la marcha convocada por el Ejecutivo Federal para el 27 de noviembre es uno de los mayores despropósitos de la política mexicana de las últimas décadas. El propósito de esta movilización, según lo dicho públicamente por el presidente, es celebrar y acreditar que el pueblo está feliz, que “la gente está contenta” porque ya no se tolera la corrupción, porque “la paz es fruto de la justicia”; porque hay bienestar….

El Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), aún con un comunicado diseñado para incomodar lo menos posible al poder, da cuenta de que la tendencia de la pobreza laboral tuvo un revés en el tercer trimestre del 2022. En efecto, el porcentaje de personas que trabajan y que tienen ingresos laborales por debajo del valor de la canasta alimentaria pasó del 38.3% al 40.1% entre el segundo y el tercer trimestre de este año.

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Por otro lado, la información sobre incidencia delictiva dada a conocer por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de seguridad Pública reporta un crecimiento en el número de homicidios intencionales, pasando de una cifra preliminar de 2,645 víctimas en septiembre, a 2,766 en el mes de octubre, lo que convierte al mes anterior en el segundo más violento de este año.

El INEGI dio a conocer también los datos más recientes de la inflación, llegando al máximo, llegando a un 8.66% de la inflación subyacente en la primera quincena de noviembre de este año. Según los datos del Instituto, van 12 quincenas consecutivas de incremento en este indicador, lo que significa un severo impacto en las oportunidades de bienestar de la población, generando además un efecto muy fuerte en el poder adquisitivo de las personas, con lo que prácticamente se diluye el incremento que tiene el nivel del salario mínimo.

De acuerdo con la tendencia anualizada, el número de feminicidios al cerrar el año llegará a una cifra aproximada a 950 víctimas; al cierre del mes de octubre, ya había más carpetas de investigación iniciadas por delitos que atentan contra la libertad sexual de las personas, que todas las registradas en 2021; en materia de delitos contra la familia se tiene ya casi la misma cifra que el año pasado; mientras que en materia de corrupción de menores se tendrá una cifra significativamente superior al concluir este 2022, respecto de lo que ha ocurrido en los años previos.

La misma semana de la marcha se registró el asesinato del General José Silvestre Urzúa, la figura de más alto rango que ha sido víctima de la delincuencia en esta administración, y quien era además coordinador de la Guardia Nacional en el estado de Zacatecas.

Este recuento de datos y hechos permite sostener que el país vive un grave momento de crisis económica, política y social, y por ello la orden que dio el Ejecutivo, de organizar una marcha para aclamarlo, constituye un punto de inflexión en su gobierno, del cual no hay marcha atrás, pues el mensaje que le envía a la nación es que la única agenda que realmente le importa es la de su popularidad, independientemente de que tenga o no sustento en logros dignos de ser celebrados.

La cantidad de tiempo, recursos y capacidades del Estado, en lugar de estar volcados a la solución de los problemas coyunturales -todos graves-, así como los estructurales, se dirigió por el contrario a organizar, coordinar y estar listos para operar el desfile del domingo 27, con el ánimo principal de tener lista a una estructura de operación política motivada para ir con todo a los comicios del 2023 y del 2024.

Es de lamentarse que la medición de la eficacia de un gobierno se realice en función de sus capacidades para organizar una gran kermés de aplauso y aclamación del líder de un movimiento, que con base en resultados que auténticamente muestren un avance en la construcción de un país de derechos humanos y bienestar garantizado de forma universal.

Ante los graves problemas que se acumulan, y otros que se complejizan y profundizan, el Ejecutivo federal ha decidido darles la espalda y ha preferido, antes que convocar a un diálogo nacional responsable para concitar a las y los mejores mexicanos para contribuir al desarrollo del país, organizar un evento, emocionalmente climático para él y sus seguidores más convencidos, y en el cual con base en una mera teatralidad, se vitoree y se aclame, como lo hizo en su momento Vicente Fox, que el mayor logro que pudieron presentar a la sociedad fue haber llegado al cargo de presidente de la República.

Con base en los datos y tendencias conocidas, es posible afirmar que las “grandes metas sexenales” están desde ya enterradas: no habrá crecimiento económico; la pobreza, en el mejor de los escenarios, estará al final del sexenio en el mismo nivel o ligeramente por debajo de los indicadores con los que inició la administración; el sistema de salud no podrá reestructurarse y mucho menos tendrá estándares siquiera cercanos a los de los mejores del mundo; la violencia habrá cobrado la vida de la mayor cantidad histórica de víctimas de homicidio intencional; y el sexenio será el de mayor número de personas víctima de desaparición forzada, tanto de agentes del Estado como entre particulares.

El presidente ha decidido creer, que aquello que piensa aún como anhelo y aspiración, por ese hecho, está ya realizado o en marcha de materializarse. Y esta actitud ha sido mimetizada tanto por su Gabinete como por las y los gobernantes y legisladores postulados por su partido. Se trata de una visión no solo errónea, sino peligrosa, porque concita al sectarismo, a la negación de la realidad y sobre todo, a la evasión de la realidad y de la responsabilidad que se tiene frente a ella.

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Investigador del PUED-UNAM, La marcha del autoelogio