por Gloria Hazel Davenport Fentanes
La exclusión que enfrenta la población transgénero en México manifiesta los pendientes que existen en nuestro país en equidad y justicia social, y es evidencia de una democracia fallida
La condición transgénero es la necesidad de una persona por asumir una identidad de género, femenina o masculina, que no es la que le fue asignada al momento de nacimiento, y su manifestación desencadena actos de discriminación y exclusión que lleva a la indocumentación, la falta de acceso a la salud, al empleo, a la vivienda y a otros derechos ciudadanos. Organismos internacionales como la Organización Panamericana de Salud (OPS) y el instrumento Los Principios de Yogyakarta recomiendan la aplicación de medidas para dotar de ciudadanía a las personas transgénero y a las personas transexuales (1).
De las tres poblaciones transgénero, las personas transgenéricas y las personas transexuales enfrentan un modelo único y radical de condiciones de exclusión y marginación social basado en la carencia de identidad oficial reconocida por el Estado y la sociedad privada que permita la inclusión a oportunidades de desarrollo igualitario.
Únicamente en el Distrito Federal, desde 2008, se cuenta con la posibilidad de tramitar una nueva acta de nacimiento con la identidad de género y sexual de la persona transgénero, pero los altos costos del trámite, que incluye un juicio con dos peritajes médicos privados, pueden llegar a los 60 mil pesos, lo que hace inaccesible el acceso al documento oficial (3).
La obligatoriedad de la presentación de un juicio como requisito del acta de nacimiento motivó al propio Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, a anunciar la presentación de una iniciativa ante la Asamblea Legislativa local para desjudicializar el proceso y llevarlo a un trámite administrativo similar al aplicado en Argentina (4).
Por otra parte, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, a través de su Consejo de Asesores Lésbico Gay, Bisexual, Transgénero e Intersexual (LGBTTTI), emitió un posicionamiento en contra de los peritajes médicos solicitados por el Registro Civil al considerarlos discriminatorios.
De manera similar, el Consejo Nacional de Profesionales y Estudiantes de Psicología (CONAPEP), al término de su congreso internacional de sexualidad, celebrado en abril de 2014, promovió a instancias de su presidente, Alberto Hurtado Calderón, una carta firmada por especialistas en sexualidad y psicología a favor de la eliminación de los peritajes médicos como requisito para el acceso a la identidad oficial para las personas transgénero.
La marginación en cifras y el contradiscurso
La Ciudad de México es considerada como una “Isla de Derechos Humanos” por las reformas y leyes impulsadas por la izquierda; la realidad es que han sido los sectores más conservadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) los principales obstáculos para la aprobación y aplicación de políticas públicas LGBTTTI.
En 2008 la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó reformas al Registro Civil para permitir el trámite de una nueva acta de nacimiento para personas transgénero y transexuales sin pasar por una cirugía de reconstrucción genital.
La propuesta original de una Ley de Concordancia Sexogenérica, impulsada por la fracción del desaparecido Partido Socialdemócrata, fue frenada por sectores del PRD junto con la negativa del entonces jefe de Gobierno Marcelo Ebrard, al incluir cirugías genitales en hospitales públicos. Posteriormente, al incluirse los tratamientos hormonales y psicoterapéuticos para personas transgénero en 2009, el secretario de salud, Armando Ahued, los concentró en la clínica Condesa, de atención al VIH/SIDA.
El ex diputado David Razú, ex dirigente del desaparecido PSD, al llegar a la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa del DF en 2009, impulsó el matrimonio y la adopción para personas homosexuales, pero desechó dar seguimiento a la agenda transgénero que impulsó su propio partido de origen, y no hizo nada por eliminar los peritajes ni los juicios para la identidad de las personas transgénero.
Datos del Consejo para Prevenir la Discriminación en el DF (COPRED) de 2013 indican que el 71.2% de las personas entrevistadas reconoce que la población transexual es discriminada, y de esa cifra, un 42% opina que la discriminación es alta (3).
En tanto, un 4.2% de la población transexual manifestó recibir golpes tan solo por su condición y un 3.8% ser excluidas o excluidos por su actividad sexual o simplemente por vivir sus propias vidas. Un 20.8% enfrenta discriminación y rechazo social por su forma de vestir y un 13. 8% por su forma de ser (I).
Tales cifras colocan a la población transgénero en una situación de vulnerabilidad sociocultural y política que la inserta claramente en los criterios de marginación reconocidos por el Consejo Nacional de Población (CONAPO) (II), organismo que indica que la marginación “está asociada con la carencia de oportunidades sociales y a la ausencia de capacidades (sic) pero también a privaciones e inaccesibilidad a bienes y servicios fundamentales para el bienestar” (III).
De esta forma, la población transgénero del Distrito Federal encuadra en tres de las cuatro dimensiones de la marginación consideradas por el organismo, que responden a la vulnerabilización en Educación, Vivienda e Ingresos (CONAPO) (IV).
La población transgénero representa un reto, sobre todo para las y los adolescentes que adoptan su identidad de género y son expulsadas/expulsados del sistema educativo por falta de comprensión y acceso a documentación correspondiente a su personalidad real. Si bien en México no se cuenta con informes sobre escolaridad en personas transgénero, el proceso educativo formal ha sido un reto para países americanos como Argentina, y más recientemente Uruguay, nación que ha iniciado una profunda política de inclusión hacia sectores marginados de la Diversidad Sexual (5).
La problemática educativa de las personas transgénero la ubica en dos de los tres indicadores sobre educación del índice de rezago social del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, CONEVAL: el porcentaje de la población de 15 años y más analfabeta, y el sector con educación básica incompleta (V). El problema de la educación en el sector transgénero tiene otra vertiente: la existencia de una población de personas con grados universitarios y académicos que, al transitar de identidad de género después de realizar estudios o labores profesionales, carece de documentación oficial que le permita continuar con su desarrollo laboral y profesional.
De manera paralela, y como consecuencia de la indocumentación, la población transgénero vive en su mayoría en el desempleo, esta realidad lleva prácticamente a tres funciones laborales que funcionan como polos de atracción para mujeres transgénero: labores de estilismo, participación en shows travestis y el trabajo sexual. La Primera Encuesta de Salud con Seroprevalencia de vih a Mujeres Transgénero en la Ciudad de México, efectuada por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), señala que “62% de las mujeres trans en sitios de encuentro afirmó ser trabajadora sexual (VI)”.
La falta de acceso a la salud, incluida como el cuarto indicador de rezago social por el CONEVAL, tiene manifestaciones de miopía y de enfoques no adecuados en lo referente a la salud de las personas transgénero (VII). En lo relativo al VIH/SIDA, el estudio citado del INSP señala que la prevalencia de VIH en mujeres transexuales en el DF es de 19.1%, frente al 17% en hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH), sector de mayor incidencia (VIII).
En lo relativo a los tratamientos de reasignación sexogenérica, si bien la reforma a la Ley General de Salud de 2009 efectuada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal incluyó la psicoterapia y el proceso de reemplazo hormonal, el secretario Ahued decidió radicarlos solo en la clínica Condesa, que es un centro de atención ambulatoria para personas con VIH/SIDA, en vez de canalizarla a centros de salud no especializados en infecciones sexuales (6).
Tanto el desempleo como el subempleo radicado en el trabajo sexual impactan en la cuarta dimensión de marginación reconocida por el CONAPO relativa a los ingresos menores a dos salarios mínimos (IX). Este factor incide directamente en la tercera dimensión de marginación del CONAPO referente al acceso a la vivienda, y que está presente en 8 de los 11 indicadores de rezago social del CONEVAL para 2010 (X).
Recetas para hacer conflictiva una rebeldía
En 2013, Pedro Franco, coordinador de “Caribe No Grito” se cuestionaba si los actuales movimientos sociales son en realidad movimientos de excluidas y excluidos. Al hacer una retrospectiva de la articulación social de los sesenta y los setenta, el escritor consideró que en la actualidad se ve una “reedición” de un movimiento que asestó un duro golpe al viejo colonialismo” (7): “Los estudiosos de los movimientos sociales han destacado como estos, se constituyen en conflictos sociales que cuestionan las bases de todo orden injusto de dominación, llenando la vida cotidiana de acciones contestatarias y conflictos sociales que rompen los esquemas preestablecidos”.
La marginación transgénero encuadra con la visión de Franco al representar en sí una realidad cuya existencia, voluntaria e incluso involuntariamente, genera conflictos que confrontan el esquema básico del sistema patriarcal y heteronormativo soportado en un binarismo de roles de género vinculados a interpretaciones de la anatomía y el dimorfismo sexual de la especie humana.
Así, el movimiento transgénero en su ruptura con el sistema sexogenérico y su jerarquía androcéntrica, ajusta también en la visión de Alain Touraine citada por Franco, quien considera a los movimientos sociales como contraofensivos, es decir “reivindicativos e impugnadores, capaces de ‘rechazar todo el orden social y de ser el instrumento de la dialéctica de la acción histórica” (8).
La lucha transgénero por superar la exclusión social en el Distrito Federal puede tener una oportunidad en dos visiones jurídicas. La primera, en exigir la aplicación del Artículo Primero de la Constitución Mexicana que prohíbe la discriminación por razones de género en la pasada reforma del 10 de junio de 2011 (9); y un segundo camino, que radica en la incorporación de experiencias internacionales exitosas a las demandas de políticas públicas como la Ley de Identidad de Argentina, la cual elimina los peritajes médicos para el acceso a la identidad oficial (10).
Entre las acciones positivas que se realizan para enfrentar esta exclusión se encuentra la creación de un consejo asesor Lésbico, Gay, Bisexual y Transgénero en la Comisión de Derechos Humanos del DF y destaca un proyecto histórico: la apertura de un Taller sobre Transgénero en la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM.•
Referencias:
Bibliografía
I. Consejo para Prevenir la Discriminación en el Distrito Federal (COPRED).Encuesta sobre Discriminación en la Ciudad de México 2013 (EDIS-CdMx2013)
II. Consejo Nacional de Población (CONAPO).Concepto y Dimensiones de la Marginación.
III. Ibíd.
IV. Ibíd.
V. Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. CONEVAL. Construcción del Índice de rezago social 2010
VI. Colchero Aragonés A, Primera Encuesta de Salud con Seroprevalencia de VIH a Mujeres Transgénero en la Ciudad de México Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) 2013.
VII. Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. CONEVAL. Construcción del Índice de rezago social 2010.
VIII. Colchero Aragonés A, Primera Encuesta de Salud con Seroprevalencia de VIH a Mujeres Transgénero en la Ciudad de México Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) 2013.
IX. Consejo Nacional de Población (CONAPO).Concepto y Dimensiones de la Marginación.
X. Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. CONEVAL. Construcción del Índice de rezago social 2010.
Internet
1. http://www.oas.org/dil/esp/orientacion_sexual_Principios_de_Yogyakarta_2006.pdf
2. http://www.comisiondetransicion.gob.ec/glosario-de-diversidades-sexuales.html
3. http://www.notiese.org/notiese.php?ctn_id=1926
6. http://www.notiese.org/notiese.php?ctn_id=3147
8. Ibíd.
9. http://www.conapred.org.mx/index.php?contenido=pagina&id=161&id_opcion=171&op=171
10.http://aulavirtual.derecho.proed.unc.edu.ar/file.php/179/Ley_26.743_IDENTIDAD_DE_GyyNERO.pdf
Gloria Hazel Davenport Fentanes Directora de Programas de Derechos Humanos, Género y Sexualidad de Vanguardia por la Justicia y la Felicidad A.C. y coordinadora de Derechos Humanos del CONAPEP e integrante de la Coalición de organizaciones LGBTTTI ante la OEA. Mujer Transexual, periodista y escritora; fue la primer persona transgénero en ser funcionaria federal en México al incorporarse al CENSIDA como coordinadora de Diversidad Sexual y Asesora en Transgénero. Ha cursado especializaciones en Derecho a la No Discriminación en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM; en VIH y Respuesta estratégica por el INSP, donde también ha sido docente invitada; y en estudios de Género por la UANL, entre otros. En 2007 Recibió el premio internacional “Héroes de la Comunidad”. Fue Coordinadora Nacional de Asuntos Transgénero del Partido Socialdemócrata (PSD) y asesora en las reformas a la Ley del registro Civil y a la Ley de Salud de la Ciudad de México para la ciudadanía de las personas Transgénero generadas por la Asamblea Legislativa del DF. Como periodista colabora con la Agencia Notiese y fue Coordinadora de Medios de Comunicación de la AMSSAC. |
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