Uno de los indicadores que sin lugar a dudas son un signo del estado general de cumplimiento de los derechos de las mujeres, es el relativo a la mortalidad materna. Se trata, según lo explicado por la Organización Panamericana de la Salud, por la Organización Mundial de la Salud y por ONU-Mujeres, de uno de los “indicadores síntesis” de la desigualdad, la pobreza y la ausencia de perspectiva de género en las políticas sociales porque la muerte de mujeres durante el embarazo, parto o puerperio no es sino el resultado de la combinación de múltiples determinantes sociales de la salud, que condenan a la muerte a miles de mujeres, y en no pocas ocasiones, a sus hijas e hijos.
Escrito por: Mario Luis Fuentes
De acuerdo con las estadísticas de mortalidad del INEGI, desde al año 2001, y hasta el 2019, se había registrado una disminución gradual y muy lenta en el número de defunciones maternas en el país. En efecto, entre los años 2001 y 2005, el promedio anual de muertes maternas fue de 1,306 casos por año; posteriormente, para el periodo de 2006 al 2010, el promedio anualizado fue de 1,177 defunciones.
Te invitamos a leer: La urgencia de más recursos para la salud
Para el periodo de 2011 al 2015 fue de 1,025; mientras que del 2016 al 2020 la cifra fue de 970 decesos de mujeres durante o como consecuencia del parto. Sin embargo, es importante destacar que mientras que en el 2019 se había registrado la cifra más baja en dos décadas, con 874 casos, para el 2020 se tuvo un repunte a 1,191 casos, es decir, un incremento de 36.27% en sólo un año. Con muy alta probabilidad, esto se encuentra asociado a la pérdida de capacidades de atención a la salud en medio del muy deficiente manejo de la crisis epidémica de la COVID19, pero también al fracaso del tránsito del Seguro Popular al esquema que ya fue abandonado del INSABI.
Expresado en términos relativos, el conjunto de datos que se presentan implica que en 2020 se tuvo un retroceso a los niveles de 11 años atrás. En efecto, para el año citado, la razón de mortalidad materna se ubicó en 53.2 defunciones por cada 100 mil nacidos vivos, es decir, exactamente en el mismo nivel del año 2009, que coincidentemente también fue escenario de otra pandemia, en aquel momento provocada por el virus H1N1.
Para el año 2022 la proyección del gobierno de la República es de 48.9 decesos por cada 100 mil nacimientos, la cual sería mucho mayor que la registrada en los años 2010 y 2011, que fueron los inmediatamente posteriores a la otra pandemia. Así, es importante destacar que lo urgente es hacer mucho más para que nuestro país pueda continuar mejorando en este indicador estratégico del desarrollo en nuestro país.
De acuerdo con los datos del INEGI, en el año 2020, de los casos registrados de defunciones maternas, el 0.5% correspondieron a niñas de 10 a 14 años; el 8.5% ocurrieron entre adolescentes y jóvenes de 15 a19 años; el 19.9% en el grupo de 20 a 24; el 22.1% entre quienes tenían de 25 a 29 años; el 23.1% en el grupo de 30-34 años; el 19% entre las mujeres de 35 a 39 años y el 6.9% entre mujeres de 40 años y más.
También te podría interesar: Un Informe presidencial sin rendición de cuentas
Frase clave: Empeoró la mortalidad materna en la pandemia
La reciente reelección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos es un hecho…
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) presentó, en el marco de…
El rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, urgió a que, como comunidad académica y…
Cada tercer jueves de noviembre, se celebra el Día Mundial de la Filosofía, un momento…
El estado de Nayarit, ubicado en la costa del Pacífico mexicano, destaca por su diversidad…
¿La última esperanza en los gobiernos subnacionales? La militarización de la seguridad pública en México…
Esta web usa cookies.
Ver comentarios