Esta es la tercera parte del artículo de Mónica Muñoz: “la mujer y el desnudo”. Sígue a la autora en Twitter: @MoniMunoz_mx
A partir de los años setenta las mujeres ya no buscaron representarse a sí mismas sino también cuestionar las imágenes que de ellas producían otros. El cuerpo femenino se va a convertir en un espacio de exploración y redescubrimiento de un nuevo lenguaje artístico.
La realidad norteamericana
En Estados Unidos, las artistas de color tuvieron que enfrentarse con un problema aún más complejo, se cuestionaron cómo debían representarse en un mundo de blancos. Desde esa época, las mujeres no quieren ya ser representadas como objetos sexuales y van a explorar diversos enfoques, confrontando temas como la identidad sexual, y el de género. Así, por ejemplo, Barbara Kruger, y Cindy Sherman cuestionarán esa identidad y la imagen de la mujer sumisa y sometida bajo el modelo de patriarcado cada bajo su estilo artístico.
Por su parte Carole Sheeman utilizó el performance y el body art enfrentándose a los tabúes del sexo y el género defendiendo la utilización de su cuerpo desnudo reivindicando sin tapujos y de una manera más dura y directa la sexualidad femenina. La artista cubana Ana Mendieta, también utilizó su cuerpo como signo empleando elementos naturales como sangre, tierra, agua y fuego a través de fotografías, películas y presentaciones en vivo, abordando temas étnicos, sexuales, morales, religiosos y políticos. Muchas artistas exploraron enfoques diversos cuestionando la representación del cuerpo como: Cindy Shermann, Gina Pane, Marina Abramovic, Yoko Ono, las Guerrilla Girls, Nancy Spero, Orlan, entre otras.
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Mary Kelly
La artista conceptual norteamericana Mary Kelly contribuyó de forma relevante al discurso feminista en su trabajo artístico exponiendo la idea de que el cuerpo de la mujer se encuentra sobrecargado de significados del patriarcado y que por esta razón siempre termina siendo objetualizado, así que ella se valió de la utilización de una serie de técnicas artísticas para lograr conseguir que la espectadora común que apreciara su trabajo no cayera en la típica interpretación.
En su obra “Post Partum Document” realizado entre 1973 y 1979 exploró la relación entre ella y su hijo, cuestionando el papel de la mujer en esa relación madre e hijo; allí pone en evidencia lo no valorado ni “visualizado”. No utilizó ninguna figuración icónica de la figura de madre; la obra se compuso de huellas, pañales sucios, textos, imágenes y objetos como registros discursivos autobiográfico, psicológico y pedagógico.
“La madre se halla representada tan sólo a través de las huellas indirectas de su presencia: los vestidos, dibujos y juguetes del niño que actúan como fetiches del deseo materno; las conversaciones y escritos autobiográficos de Kelly en los que se refleja la experiencia de la maternidad.” (Mayayo, 2003)
En su posterior obra Corpus (1984-85) Kelly aborda la angustia, y observa la “ausencia de imagen social” de la mujer de mediana edad con un hijo nuevamente, explorando la crisis de identidad que experimenta la madre madura en su etapa postmaterna; cuando las mujeres vieron las fotografías de la obra como observadora sintieron esa curiosa combinación de presencia / ausencia.
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Louise Bourgeois (1911 – 2010)
Artista de origen francés nacionalizada estadounidense, es muy conocida por sus colosales esculturas de arañas y su obra está dedicada a la imagen de la mujer, con un marcado carácter autobiográfico. Bougeois, realizó sus estudios de arte en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París.
Fue escultora, artista plástica y pintora; su trabajo se relaciona con el arte conceptual, aunque la artista Lucy Lippard, en 1966 fue la primera en bautizarla como “abstracción excéntrica”; inclusive se le ha relacionado con tintes surrealistas o herencia directa de Marcel Duchamp.
Su obra artística abordó el tema de la relación con su madre, así como el rol femenino. Hizo esculturas que en cierta forma exponían lo desagradable o incómodo en la apariencia de sus formas, por ejemplo, las relacionadas a la mujer embarazada. En su arte reflejó conflictos, traumas y el tema de la feminidad. Hasta que tuvo 70 años el MOMA (Nueva York) hizo una retrospectiva de su obra siendo la segunda artista después de Georgia O’Keeffe.
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La obra “I Do”
La obra I do, la realizó con la intención de colaborar con una organización a favor de los derechos humanos, promoviendo la igualdad LGBT; de hecho, en muchas de sus piezas Bourgeois propone formas que funden los principios masculinos y femeninos. En la serie Femme Maison trabajó la relación de la mujer con su hogar y con las labores domésticas.
Sin embargo, una de sus obras más emblemática es la colosal escultura de una araña gigante como representación de su madre; valores que en esa figura carga son lo reflexivo, inteligente, paciente, delicada, pero también lo depredadora. Curiosamente, y a manera de coincidencia con la idea de la araña y la tejedora, la familia de Bourgeois tenía un negocio de restauración de tapices, esto significa que en cierto modo también tuvieron relación con lo de tejedora.
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Fillette, en cambio, es una escultura de látex que representa un pene gigantesco, una obra simbólica y sexual; solía colgarse del techo en sus exposiciones (como si desde arriba lo viera todo). Aquí, juega completamente con la cuestión simbólica, pues el falo con los testículos pareciera al mismo tiempo el rostro, el largo cuello y lo pechos de una mujer: es duro y rígido, pero al mismo tiempo suave y vulnerable.
Mayayo sostiene que esta obra asocia el fragmento con el recuerdo: “el modo en el que la artista disecciona, descompone y recompone la estructura corpórea muestra un cierto paralelismo con el mecanismo de funcionamiento de la memoria. Parcela la vida y la reconstruye a partir de los recuerdos fragmentados” (Mayayo, 2002)
Marina Abramovic
Nace en Belgrado, Yugoslavia en 1946. Ella vivió los problemas sociales de su país, la Antigua Yugoslavia. Sus padres eran comandantes, y la relación con su madre, la marcó por siempre; ambos querían que ella siguiera la carrera militar. Inició su carrera en los años 70. Activa durante más de tres décadas, recientemente se ha descrito a sí misma como la “Madrina del arte de la performance”. El performance tiene estrecha interrelación con el público, que dota la obra de energía, pone a prueba al espectador, lo provoca. En él, la clave de actor está en que interactúa con el público.
Su trabajo explora la relación entre el artista y la audiencia, los límites del cuerpo y las posibilidades de la mente. Ha hecho de su cuerpo arte, lo utiliza y domina su mente, explorando los límites y utilizado la lógica del desafío.
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La interculturalidad está en la base de muchas de sus propuestas, interesándole la vertiente terapéutica de la creación sin olvidar la dimensión estética inherente a todo tipo de creación artística.
Abramović escribió un libro sobre su vida denominado La Biografía. Entre sus obras-acciones más relevantes está: Rythm 0 puso a prueba los límites de su propio cuerpo al ponerse a disposición del público, junto con 72 instrumentos desde un lápiz, una cámara, un perfume, hasta llegar a cuchillos, látigos, cadenas y una pistola cargada, ofreciendo su cuerpo a una interactuación sin guiones.
Dejó que el público usara el instrumento que eligiera, y lo que empezó de manera tranquila con confianza, fue subiendo de nivel hasta convertirse y terminar en una prueba -muy interesante- acerca de la inclinación natural del ser humano a la violencia.
Para concluir
El tema da para analizar muchas artistas más, pero de manera general vemos como la cuestión de la representación del cuerpo, fue tomando enfoques diversos. Surgen reflexiones como lo referente a la psicología y si la obra de arte sirve como vehículo para sacar y trabajar traumas o vivencias dolorosas.
También podemos cuestionarnos que tanto hoy en día se representan trabajos acerca de la sexualidad, o del rol materno en el arte. ¿Cómo se trabaja el tema de la violencia, el cuerpo y el desnudo en el arte? Como bien aportó la escritora y filósofa Susan Sontag: “En la mayoría de los ejemplos modernos, la interpretación supone una hipócrita negativa a dejar sola la obra de arte. El verdadero arte tiene el poder de ponernos nerviosos. Al reducir la obra de arte a su contenido para luego interpretar aquello, domesticamos la obra de arte. La interpretación hace manejable y maleable al arte”. (Sontag, 2007)
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Datos de cierre
Ahora según datos proporcionados por los indicadores de la Encuesta Nacional de Género (UNAM), en los mexicanos aún prevalecen estereotipos tradicionales hacia la mujer: maternidad y el cuidado de los otros (26.7%); el amor y la emotividad (21.9%); la sensualidad (17.1%); el trabajo doméstico (16.4%); los roles familiares (6.9%); la dependencia y debilidad (5.3%); la honestidad y la fidelidad (3.3%), el cuerpo y la sexualidad (3.2%).
En relación con tema de la identidad y género, se menciona que hay una mayor aceptación de la condición homosexual en hombres (44,2%) que en lesbianas (30%). Se sigue considerando la idea de que un niño apegado a su madre se vuelve femenino (10,8%). Sobre la maternidad: Más hombres (33,6%) que mujeres (31,4%) apuntan a la maternidad como sustantiva en la “realización” de las mujeres. Retos de las mujeres al ser madres: enfrentar la vida sola (15.6%), cuidado de los hijos (12.9%), desempleo (9%), falta de recursos (8.8%), limitaciones profesionales (1%).
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Palabras clave: Desnudo femenino; el desnudo en el arte; desnudo artístico, desnudo de mujer
