El 20 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Niña y el Niño, una fecha que busca sensibilizar sobre la importancia de proteger y promover los derechos de la infancia en todo el mundo. En México, sin embargo, esta conmemoración revela una realidad compleja y desafiante, caracterizada por altos niveles de pobreza, desigualdad y carencias en el cumplimiento de los derechos básicos de la niñez. A pesar de los esfuerzos del gobierno y las organizaciones, los datos más recientes del Índice de los Derechos de la Niñez Mexicana, 2022, elaborado por el Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la UNAM, así como del VI Informe de Gobierno del Ejecutivo Federal, muestran una situación crítica que sigue afectando el bienestar y el futuro de millones de niñas y niños mexicanos.
México Social / Redacción
Según el Índice de los Derechos de la Niñez Mexicana 2022 del PUED UNAM, más del 50% de los niños y niñas en México viven en condiciones de pobreza, lo cual tiene graves repercusiones en su salud, educación y desarrollo integral (PUED, 2022). Este índice muestra que prácticamente el 50% de las niñas y los niños viven en pobreza, una situación que afecta con mayor intensidad a las comunidades rurales e indígenas. Los datos también revelan que la pobreza infantil no es solo una cuestión económica, sino que está directamente relacionada con la falta de acceso a servicios básicos como la salud, la educación y la alimentación.
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Esta pobreza y desigualdad están vinculadas con la violencia estructural y la discriminación que enfrentan los niños y niñas en México. Los derechos de la infancia son constantemente vulnerados, especialmente en regiones con altos índices de marginación y pobreza. En estas zonas, las niñas y los niños no solo carecen de recursos económicos, sino también de oportunidades para acceder a una educación de calidad y a servicios de salud adecuados, lo cual limita severamente sus posibilidades de desarrollo y crecimiento personal.
El VI Informe de Gobierno del Ejecutivo Federal en México revela que, entre 2020 y 2024, la mortalidad infantil y la mortalidad de menores de cinco años han mostrado una disminución marginal. Sin embargo, estos datos no reflejan una mejora significativa en la calidad de vida y acceso a servicios de salud para los menores de edad, especialmente en zonas con altos índices de pobreza. Según el informe, las principales causas de mortalidad en este grupo de edad incluyen infecciones respiratorias agudas, diarreas y desnutrición, todas condiciones prevenibles que indican carencias en los servicios de salud y en la educación en temas de nutrición e higiene (Gobierno de México, 2024).
Entre 2020 y 2024, el índice de mortalidad en menores de cinco años por enfermedades respiratorias agudas mostró una muy limitada tendencia a la baja, y sigue afectando de manera grave a comunidades marginadas de manera desproporcionada, sobre todo en zonas rurales e indígenas. Este comportamiento, aunque positivo, sigue mostrando que México enfrenta una deuda en cuanto a la atención preventiva y a la disponibilidad de servicios de salud para la infancia. El informe también señala que la desnutrición y las complicaciones relacionadas con el acceso limitado a servicios médicos siguen siendo causas relevantes de mortalidad en este grupo, destacando la necesidad urgente de un enfoque integral para combatir estos problemas de salud.
El Índice de los Derechos de la Niñez Mexicana, 2022, revela que la protección de los derechos de los niños en México enfrenta serios obstáculos. Uno de los aspectos más preocupantes es el acceso a la educación. Según el índice, el 40% de los niños y adolescentes en zonas rurales no cuenta con acceso a una educación secundaria de calidad, lo que reduce sus oportunidades de desarrollo y contribuye a perpetuar el ciclo de pobreza (PUED, 2022). Además, la violencia y el acoso escolar siguen siendo problemas significativos, y muchas escuelas carecen de programas adecuados para enfrentar esta situación.
Otro tema crítico es la salud infantil. Las disparidades en el acceso a servicios médicos, así como la falta de programas preventivos, continúan poniendo en riesgo a millones de niños. Las cifras de mortalidad infantil y en menores de cinco años reflejan que las políticas de salud pública no están siendo suficientes para proteger la vida de los menores, especialmente en comunidades marginadas. Según el VI Informe de Gobierno, en 2024 se registraron más de 3,000 muertes en menores de cinco años por causas relacionadas con la desnutrición y enfermedades infecciosas, un problema que podría evitarse con políticas de salud y programas de nutrición eficaces (Gobierno de México, 2024).
Ante esta realidad, es imperativo que se implementen políticas públicas que aborden las necesidades específicas de la niñez mexicana. Las organizaciones y expertos coinciden en que una mayor inversión en educación, salud y programas de protección infantil es crucial para garantizar los derechos de los niños y niñas en México. Además, es necesario un enfoque que integre políticas de reducción de la pobreza, programas de educación integral y servicios de salud accesibles para toda la población, particularmente en zonas rurales e indígenas.
El Estado mexicano tiene la responsabilidad de garantizar el cumplimiento de los derechos de la infancia, establecidos en la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU. Sin embargo, la situación actual muestra que aún queda un largo camino por recorrer para que estos derechos sean una realidad en todo el país.
El Día Mundial de la Niña y el Niño es una oportunidad para reflexionar sobre la situación de la infancia en México y la importancia de proteger sus derechos. Los datos del Índice de los Derechos de la Niñez Mexicana, 2022, y del VI Informe de Gobierno muestran una realidad preocupante que exige acciones inmediatas. La pobreza, la desigualdad y las carencias en el cumplimiento de los derechos de la niñez son problemas estructurales que requieren una atención integral y sostenida. Es fundamental que el gobierno, las organizaciones de la sociedad civil y la ciudadanía en su conjunto trabajen para construir un México en el que cada niño y niña tenga acceso a una vida digna, educación, salud y protección.
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