por Eduardo Sojo
El mundo de la información se ha vuelto extraordinariamente dinámico, no solo por las nuevas formar de captar los datos y las nuevas fuentes de información disponibles, sino también por la necesidad de conocer distintos fenómenos con mayor profundidad y la importancia de contar con información con mayor grado de detalle geográfico.
En este contexto, nuestro país ha realizado grandes esfuerzos para producir cada vez más y mejor información. Particularmente, en los últimos años, se ha incrementado de manera significativa la cobertura geográfica y conceptual de la información producida por el INEGI como parte de su responsabilidad, como también se ha incrementado de manera importante la información que el INEGI ha generado para otras unidades del Estado mexicano. El resultado es una oferta de información nunca antes vista en nuestro país para entender la dinámica demográfica, social, económica y ambiental. El objetivo de este artículo es describir de manera sintética la nueva oferta de información disponible con énfasis en la información demográfica y social.
Inicio señalando la utilidad informativa de tres proyectos que constituyen parte de la infraestructura del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica: el Inventario Nacional de Viviendas, el Marco Geoestadístico -que permiten contar con información desagregada a nivel de manzana- y el Directorio Nacional de Unidades Económicas que hoy permite ubicar 4,926,061 millones de negocios y conocer sus características generales. La experiencia adquirida en la construcción de esta infraestructura permitió construir el Atlas Educativo con la SEP con base en la información del Censo de Escuelas, Maestros y Alumnos de Educación Básica y Especial (CEMABE); y el Atlas Turístico con información del Censo Económico y de la propia Secretaría de Turismo. Hoy en día se está trabajando el Atlas de Educación Media Superior, y el correspondiente al Censo de Alojamiento de Asistencia Social (CAAS) con el DIF e INDESOL.
Entre la nueva oferta de información destacan las materias que tienen que ver con gobierno, seguridad, procuración e impartición de justicia. Deben señalarse las Encuestas de Victimización, tanto en hogares como en establecimientos, los Censos de Gobierno Estatales y Municipales; la Encuesta de Calidad e Impacto Gubernamental; la Encuesta de Violencia Intrafamiliar que llevamos a cabo con INMUJERES; y la recientemente publicada Encuesta de Cohesión Social para la Prevención de la Delincuencia que llevamos a cabo con la Secretaría de Gobernación en 47 ciudades.
De igual manera, levantamos la Encuesta Anual de Gasto que permitirá ajustar los ponderadores del INPC (Índice Nacional de Precios al Consumidor), eliminando potenciales sesgos estacionales en el gasto de los hogares. Es también nueva la Encuesta Nacional Agropecuaria, que genera información sobre un sector muy necesitado de datos. Son recientes asimismo los Módulos Ambientales en las encuestas en hogares y en establecimientos, y en los censos económicos. También construimos, en adición a la cuenta satélite de las Cuentas Económicas y Ecológicas de México, las Cuentas Satélite de Trabajo Familiar no Remunerado, Turismo, Instituciones sin Fines de Lucro, Salud, Actividades Culturales y Vivienda. Las cuentas satélites permiten comprender mejor la aportación a la economía de estas actividades.
Asimismo, publicamos información inédita, entre otros temas, sobre ocupación informal de acuerdo con las normas emitidas por la OIT; activación física y deporte; cultura; clases medias; salud emocional; lectura; productividad total de factores; valor agregado de exportaciones o demografía económica; e iniciamos la publicación de información ambiental en los temas de agua potable y saneamiento y residuos sólidos urbanos, derivada de la información obtenida en los módulos ambientales del Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales. Igualmente, en dichos Censos se incorporó un módulo para captar información en materia catastral.
Con la CNBV (Comisión Nacional Bancaria y de Valores) levantamos una encuesta sobre inclusión financiera en 2012, misma que estamos actualizando en 2015. Con la misma institución este año levantamos la Encuesta Nacional de Financiamiento de las Empresas. Entre las encuestas relacionadas con los ámbitos económicos vale la pena destacar la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de las Tecnologías de la Información en los Hogares que llevamos a cabo en el 2015 con la SCT y el IFT; en materia de ciencia y tecnología levantamos la Encuesta sobre Investigación y Desarrollo Tecnológico y la Encuesta sobre Disponibilidad de Infraestructura para realizar Actividades de Investigación, Desarrollo e Innovación. De igual manera llevamos a cabo en este año la Encuesta sobre Productividad y Competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas con el INADEM y BANCOMEXT.
Recientemente publicamos los resultados de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica. Buscamos institucionalizarla para que se levante cada cinco años y complemente, de esta manera, los proyectos de generación de información censal. De particular importancia es también la Encuesta Nacional de Hogares, cuyos primeros resultados presentamos el pasado mes de julio, y que nos permite contar con información periódica sobre el sector vivienda. Con esta encuesta y la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo contamos ahora con dos encuestas continuas para responder a las crecientes demandas de información de las Unidades de Estado.
Un proyecto central para entender la dinámica demográfica y social de nuestro país es la Encuesta Intercensal 2015, que tiene como objetivo generar información sobre el volumen, la composición y distribución de la población y de las viviendas en el territorio nacional. Con una muestra cercana a los 6 millones de hogares, la encuesta más grande que hayamos levantado, se podrán obtener estimadores para los 2,457 municipios del país, cuatro tamaños de localidad por entidad federativa y cada una de las localidades de 50,000 y más habitantes.
De igual manera, a lo largo de los últimos años el INEGI se ha involucrado en la medición del bienestar subjetivo a partir de módulos en diversas encuestas, lo que nos permite contar con una base de información experimental que ponemos a disposición de investigadores y tomadores de decisiones con el propósito de avanzar en el conocimiento de esta dimensión de la calidad de vida y en su eventual instrumentación para fines de políticas públicas y privadas.
El proyecto más ambicioso en esta materia es el Módulo de Bienestar Autorreportado 2014, cuyos resultados presentamos recientemente y que al ser levantado junto con el Modulo de Condiciones Socioeconómicas, que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social de México utiliza para medir la pobreza multidimensional, permite explorar la relación entre bienestar subjetivo y pobreza multidimensional, tanto a nivel nacional como por entidad federativa. Con ello buscamos entender si el bienestar material está resultando en mayor bienestar, mayor satisfacción con la vida, mayor felicidad y mayor sentido de trascendencia para el mayor número de personas. Pero también queremos generar información que nos permita conocer qué es lo que hace la diferencia en el disfrute de vida de las personas, puesto que ello encierra la clave para transformar ese conocimiento en políticas.
El objetivo de ofrecer información con una visión más amplia del progreso y el incremento de la información disponible en redes sociales también nos ha llevado a incursionar en campos como de la medición del bienestar subjetivo por la vía del Big Data. Como resultado de trabajos colaborativos en los que han participado investigadores del INEGI y de prestigiosas instituciones académicas nacionales y extranjeras, como el INFOTEC, el Centro Geo, el Tec Milenio y la Universidad de Pennsylvania, se han desarrollado algoritmos para extraer la carga anímica positiva o negativa de los tuits generados en México, lo que nos permite dar seguimiento al estado de ánimo de los tuiteros prácticamente en tiempo real y con la posibilidad de realizar análisis a muy diversos niveles de detalle geográfico.
Un ejercicio interesante desde el punto de vista estadístico y muy importante desde el punto de vista de la información generada es la encuesta longitudinal sobre la salud y envejecimiento en México que levantamos junto con la Universidad de Texas y el Instituto Nacional de Geriatría. Asimismo, la Encuesta Demográfica Retrospectiva que llevamos a cabo con el COLEF; la Encuesta Laboral y de Corresponsabilidad Social con INMUJERES; la Encuesta Nacional de Empleo y Seguridad Social con el IMSS; el Módulo de Trabajo Infantil con la STPS; y el Módulo de Trayectorias Laborales con la CONSAR, entre otros ejercicios de generación de información, dan una idea no sólo de la riqueza de la información que se ha generado en los últimos años, sino también de la disposición del INEGI para poner su capacidad y experiencia al servicio de los usuarios de la información tanto del sector público como del ámbito académico.
La generación de indicadores a partir de la información básica siempre ha sido importante, pero hoy más que nunca. En este sentido, desarrollamos junto con las unidades del Estado el Catálogo Nacional de Indicadores, que al día de hoy integra 233 indicadores de los temas económicos, demográficos, sociales, ambientales y de seguridad, con datos, metadatos, metodología de cálculo y calendario de actualización. De igual manera, construimos el Sistema de los Indicadores del Desarrollo del Milenio, que es la base del informe país, con la Oficina de la Presidencia de la Republica y las unidades del Estado involucradas. Con la OCDE desarrollamos los Indicadores del Bienestar por Entidad Federativa, en los 12 dominios que esta organización ha propuesto en el marco de la iniciativa “¿Cómo va la vida?”; e incorporamos en el sitio del INEGI, a solicitud de los gobiernos de las entidades federativas, un Catálogo de Indicadores por Entidad Federativa. Vale la pena señalar, finalmente, dos sistemas de indicadores muy útiles para analizar la coyuntura económica: El reloj de los ciclos económicos y el Tablero de Indicadores.
La enumeración anterior muestra que la oferta de información disponible en nuestro país no tiene precedente. No obstante, de nada serviría si quien tiene que usar la información no la conoce o no la utiliza. Por ello, en esta nueva etapa del INEGI, hemos buscado cambiar nuestro enfoque como organización. Hemos entendido que nuestro negocio no es vender información, sino que la información sea utilizada. Por ello hoy la información del INEGI, incluida la cartografía, es gratuita y estamos en el camino de convertirnos en una institución de datos abiertos para facilitar el acceso, uso, consulta, reutilización y redistribución de la información estadística y geográfica para cualquier fin. Con la implementación de la Norma Técnica para el acceso y publicación de Datos Abiertos toda la información estadística y geográfica que se pondrá a disposición de la ciudadanía será pública; gratuita; no discriminatoria; de libre uso; disponible en formatos abiertos; legible por máquinas; integral; primaria; oportuna; y permanente.
Lo anterior es fundamental para promover un uso intensivo de la información y con ello dar valor a la información que se produce en nuestro país, entendiendo que el valor de la información estadística y geográfica es directamente proporcional al impacto que ésta genera en las vidas de las personas al interior de una sociedad.
Eduardo Sojo Presidente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía |
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