De acuerdo con un informe del Instituto para la Economía y la Paz (IEP), el nivel de paz en México se ha deteriorado 27.2% en los últimos cinco años debido a que la tasa nacional de homicidios se incrementó 86%, tras pasar de 15 muertes por cada 100 mil habitantes en 2015 a 28 en 2019.
Pese a que este año la Organización de las Naciones Unidas, en la voz de su secretario general, António Guterres, ha instado al mundo a reflexionar en torno a que los seres humanos no debemos ser enemigos entre nuestra propia especie, sino que enfrentamos retos en común, como el combate de la pandemia, la beligerancia humana no ha cesado.
Masacres en Colombia, episodios de violencia en Venezuela, crímenes de lesa humanidad en Yemen, violencia global de género y contra la infancia que no cesan, muertes de periodistas en México y en todo el mundo demuestran que el ser humano continúa siendo el animal más peligroso del planeta.
En medio del llamado de la ONU a la solidaridad y a la construcción de un futuro pacífico y próspero, en México la paz se ha deteriorado 27.2% en los últimos cinco años, de acuerdo con el Índice de Paz 2020, elaborado por el IEP.
“Dicho deterioro obedeció, sobre todo, a que la tasa nacional de homicidios se incrementó 86%, al pasar de 15 muertes por cada 100 mil habitantes en 2015 a 28 en 2019”, reporta el documento.
Además, según el Índice de Paz Global, “México no está en un buen puesto en el ranking de paz global, situado en el puesto número 137 del ranking de paz global, puede considerarse un país peligroso”.
De acuerdo con el documento del IEP, en 2019, “el nivel de paz en México tuvo un retroceso de 4.3%, descendiendo por cuarto año consecutivo. Este deterioro se debió a que las actividades delictivas se incrementaron de manera importante, al grado que la tasa de crímenes de la delincuencia organizada creció 24.3%”.
Asimismo, indica que desde 2015, la tasa de homicidios ha incrementado 86% y que en el último año fueron asesinadas más de 35 mil personas: “los conflictos dentro de las organizaciones criminales y entre estas se han propagado, provocando un incremento significativo de la violencia”, señala.
Según el reporte, una muestra de la gravedad de la situación que se vive en el país es el hecho de los homicidios se hayan convertido en la principal causa de muerte entre las personas de 15 a 44 años, así como en la cuarta más frecuente en niños de 5 a 14 años.
“A pesar de lo anterior, México presenta el menor nivel de gasto en seguridad interna y sistema judicial de los 33 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con 0.7% del PIB. De ahí que se le dificulte desarrollar capacidades suficientes en su sistema judicial para hacer frente a las necesidades del país”, apunta el IEP.
En el informe se divide a la violencia en el país en cuatro categorías: política, oportunista, interpersonal y la derivada de los conflictos de cárteles. La denominada como oportunista incluye categorías como la extorsión y el robo, y la interpersonal abarca agresiones, delitos
sexuales y violencia familiar.
Aunque Yucatán fue el estado más pacífico del país por tercer año consecutivo, en el 2019 se deterioraron las calificaciones de tres de los cinco estados más pacíficos del país: Yucatán, Tlaxcala y Campeche, lo que, de acuerdo con el IEP, “revela hasta qué grado se ha generalizado la degradación de la paz en México”.
Apunta además que, en contraparte, Chihuahua y Guanajuato, los estados donde se registra mayor violencia, tuvieron “tasas de homicidios superiores a 49 muertes por cada 100 mil habitantes, cifra que se considera extrema”.
Finalmente, el documento revela el impacto económico de la violencia en 2019, el cual “superó por ocho veces al gasto público en salud y por seis veces al gasto en educación”. De acuerdo con el informe, el impacto económico per cápita de la violencia ascendió a $36,129 pesos, es decir, cinco veces el salario mensual promedio en el país.
“Si México redujera su tasa de homicidios en 10% —lo cual es un objetivo alcanzable—, el impacto económico del homicidio disminuiría en 219 mil millones de pesos. Una reducción así equivaldría a cuatro veces el gasto que hizo el gobierno en ciencia, tecnología e innovación en 2019”, señala.
Lee el informe completo en:
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