La inflación en 2017 fue de 6.77%. Entre marzo del 2017 y marzo del 2018, el indicador se ubica, de acuerdo con el INEGI, en 5.04%. El impacto de la inflación afecta sobre todo a los más pobres; en efecto, entre los años 2013 y 2018, el valor de la “Línea del bienestar” ha crecido en 20%, mientras que el Ingreso Laboral Per Capita se redujo de un promedio de $1,591.67 mensuales en diciembre del 2012, a $1,496.2 en diciembre del 2017
De acuerdo con los más recientes análisis de las calificadoras de crédito, a nivel mundial hay un riesgo latente respecto de la posibilidad de una nueva crisis financiera internacional. El detonante podría ser, argumentan los expertos, un probable cambio en la política de la FED norteamericana y la posible llegada de una nueva realidad económica en la cual el “dinero barato” sería cosa del pasado.
Entre los factores de riesgo que se están analizando en las diferentes regiones del mundo se encuentra el de la inflación, la cual se ha impulsado debido, argumentan algunos, al incremento en el consumo doméstico de las principales economías.
En México, el crecimiento de la inflación ha sido muy relevante en los últimos dos años, pues a pesar de continuar manejando cifras de un dígito estamos lejos de la relativa estabilidad de precios que se había mantenido hasta finales de 2016, cuando se analizó la liberación de los precios de los energéticos, y el consecuente impacto que eso ha tenido en los precios del transporte y los alimentos, principalmente los que forman parte de la canasta alimentaria.
Prevalecen altos niveles
De acuerdo con el Inegi, la inflación acumulada entre marzo de 2017 y marzo de 2018 es de 5.04%. Para la inflación subyacente se estima que el incremento anualizado es de 4.02%; sin embargo, en ese rubro, el capítulo de las mercancías registra un indicador de 4.64%. Al respecto, debe destacarse que, dentro del rubro de las mercancías, el apartado en que mayor incremento se registró es el de Alimentos, bebidas y tabaco, en el cual, de manera global, la inflación anualizada es de 5.35%.
De acuerdo con distintas previsiones, y siguiendo la tendencia de los precios registrada hasta ahora, se espera que a finales del año la inflación se ubique en niveles cercanos al 6% anualizado, indicador que podría incrementarse si continúa la incertidumbre mundial y si eso se combina con un mal resultado en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, las cuales aún no han concluido.
De primera necesidad
Uno de los mayores problemas asociados a la inflación es que ésta afecta fundamentalmente a los más pobres, pues los capítulos en que mayores incrementos de precios se han registrado son precisamente aquellos vinculados a los productos que forman parte de la canasta alimentaria.
En efecto, de acuerdo con los datos del Inegi, en el capítulo de Frutas y verduras, la inflación anualizada entre marzo de 2017 y marzo de 2018 se ubica en 8.82%. Los productos que mayor incremento estacional registran en ese periodo son: 1) el jitomate, cuyo precio ha crecido de manera anualizada en 42.38%; el pepino, el cual registra un incremento de 13.88%; “otras frutas” registran un aumento de 11.45%; el limón tuvo un aumento de 5.51% y la naranja, de 5.24%.
Asimismo, el Inegi estima que los mayores incrementos de precios en las mercancías en general se ubican en los siguientes rubros, para el periodo señalado de marzo de 2017 a marzo de 2018: 1) blanqueadores de ropa, 7.74%; 2) “otros utensilios de cocina”, 6.67%; 3) expectorantes y descongestivos, 6.35%; 4) antigripales, 5.39%, y las sábanas, 5.02%.
Por su parte, en el capítulo relativo a los productos agropecuarios, la mayor inflación se registra en los siguientes productos: a) huevo, respecto del cual se registró un incremento de 32.46%; b) “otros mariscos distintos al camarón”, 18.65%; c) pollo, 6.87%; d) pescado, 5.5%.
No alcanza ni para comer
Los datos considerados son relevantes para la cuestión social, pues impactan directamente en el incremento del valor de la denominada “línea del bienestar”, la cual se compone, de acuerdo con el Coneval, con el valor de la canasta alimentaria y la no alimentaria.
Así, para el mes de febrero de 2018 el valor de la citada línea del bienestar se ubicó en 2,974.46 pesos para las zonas urbanas, y de 1,915.01 para las localidades rurales. En ese mismo sentido destaca que la línea del bienestar mínimo se ubicó en 1,472.94 pesos para los ámbitos urbanos; y en 1,041.97 para el ámbito rural. Por su parte, el valor de la “canasta no alimentaria” es de 1,501.52 pesos al mes en el ámbito urbano, y de 873.04 pesos en el ámbito rural.
Es importante destacar que en febrero de 2017 el valor de la línea del bienestar era de 2,799.64 pesos mensuales, para el ámbito urbano, y de 1,797.65 para el rural. Estos datos contrastan con el valor registrado al inicio de la presente administración, pues en febrero de 2013 el valor de la línea del bienestar urbana se ubicó en 2,405.08 pesos mensuales, y el de la rural en 1,537.43. Esto significa que entre febrero de 2013 y febrero de 2018 el valor de la línea del bienestar creció en 20%.
Las ciudades más caras
De acuerdo con el Inegi, las 10 ciudades en las que se registró un mayor incremento en los precios son: Tulancingo, Hgo., donde la inflación general fue de 6.56%; Ciudad Juárez, Chih., con 6.07%; Tepatitlán, Jal., con 6.03%, Fresnillo, Zac., con 5.92%; Tapachula, Chis., con 5.73%, Cortazar, Gto., con 5.64%; Durango, Dgo., con 5.62%; el Área Metropolitana de la CDMX, con 5.5%; y Matamoros, Tamps., con 5.46%.
*Columna publicada con el mismo nombre en el periódico Excélsior, 10-abril-2018, p.15.