Escrito por 3:00 am Contenido, Destacados, En Portada, Mario Luis Fuentes, Mundo, Pandemia, Salud • 3 Comentarios

La necesaria y permanente prevención

De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el año 2020 fallecieron por influenza y neumonía un total de 58,038 personas. La cifra implica un promedio diario de 159 defunciones. Estos padecimientos representaron en el año señalado, la quinta causa de muerte en el país.

Escrito por:   Mario Luis Fuentes

Analizado por grupos de edad, la influenza y a neumonía fueron la tercera causa de muerte de las y los menores de un año y para el grupo de 1 a 4 años. Fue la séptima causa de muerte para el grupo de 5 a 14 años de edad y lo mismo para el de 15 a 34; y fue la quinta causa de muerte para las personas de 65 años y más.

Te invitamos a leer: FRACASO AMENAZANTE Adiós INSABI

Se sabe que la influenza y la neumonía tienen una presencia estacional muy fuerte en invierno, y es en ese periodo cunado mayor número de defunciones causa. Tenemos también vacunas para prevenir ambas enfermedades y cada año, se salvarían miles de vidas si se recurriera a una mucho más eficaz estrategia de vacunación, pero también de prevención.

El Sector Salud en México, y en general todas las dependencias vinculadas a lo social, deben ser capaces de sistematizar de la mejor manera posible los aprendizajes de la pandemia, y avanzar a un nuevo enfoque preventivo dirigido a la generación de hábitos saludables entre la población, principalmente la más vulnerable ante padecimientos y riesgos de enfermedad y muerte específicos.

En varias entidades se está hablando ya de abandonar el uso del cubrebocas; pero esto debe realizarse de manera muy cuidadosa, con mensajes muy claros, respecto de su utilidad en la prevención de otras enfermedades respiratorias que, como lo muestran las estadísticas, cobran decenas de miles de muertes en el país todos los años.

No debe olvidarse que las enfermedades pulmonares obstructivo crónicas constituyen la décima causa de muerte en el país, con 21,949 defunciones registradas en el 2020 (un promedio diario de 60 decesos); pero también que, por bronquitis crónica, enfisema y asma, el mismo año fallecieron 4,990 personas (14 por día).

Enfrentamos además otras amenazas, como la de la tuberculosis, la cual sigue siendo una de las enfermedades infecto-contagiosas más letal del planeta; en México, entre los años 2016 y 2020 han fallecido por ese padecimiento 10,509 personas, con un promedio anual de 2,102 casos.

Desde esa perspectiva, si algo nos ha enseñado la pandemia, es que no podemos darnos más el lujo de no tener un sólido y robusto programa nacional de vacunación, el cual, sin embargo, será muy difícil de ser reconstruido, sobre todo ante el fracaso del modelo del INSABI, y por la agudización de las condiciones de fragmentación del Sector Salud en lo general.

Las y los expertos alertan que en la medida en que se agudicen los efectos del cambio climático, ante el cual carecemos también de un adecuado plan de mitigación de corto y largo plazo, las zoonosis tenderán a incrementarse, y muchas de ellas serán enfermedades del sistema respiratorio como la influenza y neumonía.

Ante ese escenario, lo urgente es reforzar, antes que abandonar los hábitos que se han generado durante la pandemia: evitar en lo posible el “saludo de mano” y mucho menos, “de beso”; lavado constante de manos o uso de gel desinfectante; uso cotidiano de bactericidas en nuestra vida cotidiana; y uso estacional del cubrebocas, sobre todo en espacios concurridos. Todo ello, acompañado además, de un programa nacional de infraestructura social que garantice acceso al agua limpia para toda la población

Los costos que el país ha pagado en lo económico, pero sobre todo en vidas humanas, representa una acumulación tremenda de dolor y tristeza en millones de familias. Hemos pasado por un doloroso aprendizaje que no podemos ni debemos olvidar, y menos aún, cuando aprovecharlo, podría contribuir a salvar anualmente miles de defunciones que, en estricto sentido, son totalmente evitables.

También podria interesarte: LA DOBLE CARGA DE LA MALA NUTRICIÓN Y EL DESPERDICIO DE ALIMENTOS

Investigador del PUED-UNAM

(Visited 491 times, 1 visits today)
Cerrar