por Roberto Vélez Grajales
En un país como México, donde la estratificación social es alta, la población indígena se enfrenta, al menos, a una barrera más que los demás mexicanos para lograr su realización socioeconómica: ser indígena. Las opciones de avanzar en la escalera socioeconómica son más bajas para ellos. En otras palabras, la permanencia de una generación a otra en una posición socioeconómica de desventaja cuenta con un distintivo étnico que la refuerza.