Como parte de la estrategia contra el robo de combustible, mejor conocida como “huachicol”, el gobierno de México mantiene cerrados varios ductos que surten de combustible a grandes centros urbanos, con el objetivo de identificar las tomas clandestinas.
Con esta estrategia, la distribución del combustible es por la vía terrestre en carros tanque o pipas que se mantendrán abasteciendo a todas las terminales de servicio.
Esta medida ocasionó retrasos en la distribución y con ello, escasez de gasolina en varios estados del país, así como compras de pánico y largas filas para comprar gasolina.
Entre cientos de críticas y diversos posicionamientos a favor y contra, destaca el del gobernador del Banco de México, Alejando Díaz de León, quien advirtió de los riesgos para la actividad económica y la inflación ante la falta de gasolina.
Alejandro Werner, director del departamento del hemisferio occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), consideró que estas medidas resultan necesarias derivado del contexto de descontrol que prevalece en torno a este tema.
La magnitud del negocio
Según AMLO, el robo de combustible fue de un total de 142 mil 200 millones de pesos durante los últimos tres años.
Si bien es un problema que ha ido creciendo durante los últimos 18 años, durante el año pasado alcanzó niveles alarmantes.
De acuerdo con cifras de Pemex, hasta noviembre del año pasado ya se habían detectado 12 mil 581 tomas clandestinas, 2 mil 218 más comparado con las 10 mil 272 que fueron identificadas en todo 2017.
En Puebla es donde se detectó el mayor número de tomas clandestinas, con mil 185; le sigue Hidalgo, con mil 726; Guanajuato, con mil 547; Veracruz, con mil 338; el Estado de México, con mil 268, y, con una cifra muy cercana, se encuentra Jalisco, donde hubo mil 263 tomas.
Si a esta lista se le suma el estado de Tamaulipas, donde se registraron mil 84 tomas clandestinas, se tiene que en estas siete entidades se concentra el 80% del total de las tomas clandestinas.
Número de tomas clandestinas identificadas en 2018 por Pemex
Elaborado por México Social con información de Pemex. Tomas clandestinas 2018.
A pesar de la detección de las tomas clandestinas, de acuerdo con las cifras que presentó el gobierno federal, el robo de combustible ascendió a un total de 9.3 millones de litros durante el año pasado.
Según el jefe del Ejecutivo federal, esa cantidad equivale a aproximadamente 600 pipas diarias con capacidad para transportar 15 mil litros.
En cifras monetarias, esa cantidad equivale a una pérdida de cercana a los 200 millones de pesos diarios, lo cuales, durante todo el año pasado acumularon un total de 66 mil 300 millones de pesos, cifra que es un 32% más alta si se compara con la pérdida calculada para 2016, que fue de 50 mil 100 millones de pesos.
La ruta del huachicol
La mayor parte del robo de combustible se ubica en la zona centro del país. Tan solo en la Ciudad de México y los cinco estados colindantes (entre los cuales se encuentran tres de las siete entidades que más registraron tomas clandestinas), se registró el año pasado un total de 5 mil 420 tomas clandestinas, el equivalente al 43 por ciento.
Asimismo, destaca que en los estados en donde se localizan las refinerías también son en los que más se registran tomas de este tipo, con excepción del estado de Oaxaca.
Las líneas negras que se presentan en el siguiente mapa representan los ductos de Pemex, lo cuales tienen una longitud superior a los 17 mil kilómetros; esa es la longitud de los ductos que se tienen que vigilar a fin de evitar el robo de combustible.
Instalaciones, ductos y rutas marítimas de Pemex:
la longitud de los ductos es superior a los 17 mil kilómetros
Mapa: Pemex, Anuario estadístico 2017, instalaciones petroleras.