Según el informe Perspectivas económicas de América Latina 2020: Transformación digital para una mejor reconstrucción, elaborado por la OCDE, Cepal, la Comisión Europea y el Banco de Desarrollo de América Latina, la transformación digital es uno de los factores puede contribuir a que la región de América Latina y el Caribe (ALC) se recupere más rápido de la crisis del COVID-19.
En ese sentido, el documento insta a las naciones a adoptar medidas para poder aprovechar el potencial de las políticas digitales y lograr que se conviertan en un factor decisivo en la consecución de un mayor bienestar social.
La transformación tiene un gran potencial
Estas son las medidas que se proponen para lograr que las tecnologías digitales ayuden a acelerar el desarrollo en América Latina y el Caribe, haciendo frente a la pandemia conectando a personas, empresas, instituciones y mercados:
1) Que las herramientas digitales contribuyan a impulsar la productividad e incrementar la competitividad de las empresas pequeñas y microempresas, sobre todo en el caso de aquellas que se están quedando atrás. “Las políticas deben tener por objeto apoyar la adopción de herramientas tecnológicas con ecosistemas digitales integrales, infraestructuras adecuadas y conocimientos digitales apropiados”.
2) Asegurar que la transformación digital llegue a todos, reduciendo la brecha que existe actualmente. “La adopción de tecnologías digitales centradas en las necesidades de las personas puede aumentar la calidad de vida de los hogares y, por tanto, mejorar el bienestar de las sociedades latinoamericanas al tiempo que se promueve el desarrollo sostenible del medioambiente”.
3) Que las tecnologías digitales ofrezcan oportunidades en el mercado laboral, pues existen puestos de trabajo que corren un alto riesgo de automatización. “Las políticas de fomento de la productividad deben desempeñar un papel importante a la hora de abordar las necesidades del mercado y asegurar así una transición fluida al adoptar los nuevos empleos y dejar atrás los puestos de trabajo obsoletos”.
4) Impulsar las competencias digitales desde primeras etapas de la vida y durante toda la vida. “No basta con proporcionar a los centros educativos y estudiantes más desfavorecidos un mayor acceso a las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), sino que también se necesitan programas que desarrollen las aptitudes adecuadas tanto en los estudiantes como en el profesorado”.
5) Transformar las instituciones públicas y conseguir que sean más creíbles, eficientes, inclusivas e innovadoras y restablecer la confianza en los gobiernos simplificando los complejos sistemas burocráticos.
Estimular la innovación y la creatividad
La OCDE, Cepal, la Comisión Europea y el Banco de Desarrollo de América Latina apuntan que transformación digital es un factor que ayudará a las economías de ALC a salir de la crisis, a través de la innovación empresarial y nuevos modelos de consumo.
Asimismo, se plantea que contribuirán a la transformación de los sistemas de producción y las cadenas de valor, reorganizando los sectores económicos e introduciendo nuevas condiciones de competitividad.
“Las herramientas digitales también pueden contribuir a un mejor acceso a los servicios públicos, incluida la salud y la educación. Por último, pueden ayudar a mejorar la gobernanza, situando los ciudadanos en el centro de las políticas públicas”, señala Cepal en un comunicado reciente.
Al respecto, Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, y Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, han dado a conocer las ventajas de impulsar las tecnologías y encaminar a la región hacia la transformación digital:
La transformación digital viene con grandes desafíos, con más del 20% de los trabajos en algunos países que probablemente se sometan a algún tipo de automatización. Por lo tanto, la región necesita nuevas inversiones masivas en educación y capacitación para equipar a los trabajadores con las habilidades digitales necesarias.
“La digitalización podría ser una herramienta poderosa para superar los desafíos estructurales de la región, solo si se considera como una vía integral para impulsar un cambio estructural progresivo, a través de políticas de generación de nuevos sectores, empleos de calidad, desarrollo de capacidades e innovación”, apunta Bárcena.
“La crisis ha creado las oportunidades para avanzar en las reformas necesarias que pueden ayudar a difundir los beneficios de la transformación digital para lograr un crecimiento incluyente y sostenible. También destaca la urgente necesidad de cerrar las brechas digitales entre territorios, familias, estudiantes, trabajadores y empresas”, ha señalado Ángel Gurría.
Desde una realidad en la que el acceso a internet está muy lejos de ser universal, hay que comprender los desafíos de la transformación digital. Para ello, se debe tener claridad sobre los procesos para su implementación a la vez que se genern alianzas internacionales para lograrlo:
“La transformación digital ofrece una oportunidad única para impulsar la productividad y brindar mejores servicios públicos en América Latina y el Caribe. Con Covid-19, la región ha acelerado sus procesos digitales, pero aún queda un largo camino para cerrar la brecha con las economías avanzadas ”, señala al respecto Luis Carranza, presidente del Banco de Desarrollo de América Latina.
En 2018, el 68% de la población de ALC tuvo acceso al internet de forma regular, casi el doble que en 2010, pero muy por debajo del promedio de la OCDE, que fue de 84%. “Además, mientras que el 75% de la población más rica de América Latina usa Internet, solo el 37% de la población más pobre lo hace”.