La lactancia materna es considerada por diversas organizaciones de salud, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y UNICEF, como el mejor método para garantizar una nutrición adecuada durante los primeros meses de vida de las niñas y los niños. Los beneficios de la leche materna son amplios y abarcan aspectos nutricionales, inmunológicos y afectivos que ninguna fórmula láctea puede replicar. Sin embargo, la industria de las fórmulas lácteas ha desempeñado un papel cuestionable en la promoción de sus productos, lo que ha llevado al uso y abuso de estas fórmulas, con posibles repercusiones negativas para la salud infantil y el bienestar general.
México Social / Redacción
Beneficios de la lactancia materna según la OMS, la OPS y UNICEF
La OMS establece que “la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses es una de las maneras más eficaces de asegurar la salud y la supervivencia de los niños” (OMS, 2020). La leche materna contiene una mezcla única de nutrientes esenciales, anticuerpos y factores inmunológicos que promueven el desarrollo óptimo del sistema inmunológico de los bebés. Además, se adapta a las necesidades cambiantes del niño a medida que crece, lo que asegura que reciba los nutrientes necesarios en cada etapa de su desarrollo.
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UNICEF también subraya que la leche materna protege a los recién nacidos contra infecciones respiratorias, diarreas y enfermedades crónicas en el futuro, como diabetes y obesidad. “La lactancia materna no solo es esencial para la salud de los bebés, sino también para el bienestar de las madres, ya que reduce el riesgo de cáncer de mama y ovario, y ayuda en el proceso de recuperación posparto” (UNICEF, 2021).
Además, la lactancia materna tiene importantes beneficios emocionales. La Academia Mexicana de Pediatría señala que el contacto físico entre la madre y el bebé durante la lactancia fortalece el vínculo afectivo, lo que tiene efectos positivos en el desarrollo psicológico del niño (Academia Mexicana de Pediatría, 2022). Este vínculo favorece una mayor seguridad emocional y un mejor desarrollo cognitivo, sentando bases importantes para el bienestar a largo plazo.
Crítica al uso y abuso de las fórmulas lácteas
Pese a las claras ventajas de la lactancia materna, la industria de las fórmulas lácteas ha crecido exponencialmente en las últimas décadas, promoviendo sus productos como una alternativa viable o incluso superior a la leche materna. Esta narrativa ha sido desmentida por múltiples organismos de salud que alertan sobre el abuso de estas fórmulas y sus posibles efectos negativos en la salud infantil.
Influencia de la industria de las fórmulas lácteas
La industria de las fórmulas lácteas ha invertido grandes cantidades de recursos en campañas publicitarias dirigidas a madres primerizas, a menudo promoviendo ideas erróneas sobre la lactancia materna. En algunos casos, la publicidad sugiere que las fórmulas lácteas son equivalentes o incluso superiores a la leche materna, lo cual es incorrecto desde el punto de vista científico. La OMS ha denunciado la agresividad con la que estas empresas promueven sus productos en contextos donde la lactancia materna debería ser la norma, particularmente en países de bajos y medianos ingresos (OMS, 2021).
Según UNICEF, la industria de las fórmulas ha creado una “cultura de dependencia”, especialmente en contextos urbanos donde las madres enfrentan mayores dificultades para amamantar debido a las presiones laborales y sociales (UNICEF, 2021). La falta de apoyo institucional para la lactancia materna y las políticas insuficientes de permisos de maternidad también juegan un papel en el auge del uso de fórmulas.
Consecuencias del abuso de fórmulas lácteas
El abuso de las fórmulas lácteas puede tener consecuencias negativas tanto para la salud del niño como para el bienestar familiar. En términos nutricionales, las fórmulas carecen de los anticuerpos y factores inmunológicos presentes en la leche materna, lo que deja a los niños más expuestos a infecciones y enfermedades durante sus primeros años de vida. Además, estudios han demostrado que el uso prolongado de fórmulas está vinculado a un mayor riesgo de obesidad infantil y otras enfermedades crónicas, como diabetes tipo 2 (OPS, 2020).
Un estudio realizado por la OPS señala que “el uso de fórmulas en lugar de la lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses de vida aumenta el riesgo de infecciones gastrointestinales y respiratorias en los lactantes, y es responsable de una mayor mortalidad infantil en contextos con acceso limitado a servicios de salud de calidad” (OPS, 2020). Estos hallazgos resaltan la necesidad de reforzar las políticas de promoción de la lactancia materna y regular de manera más estricta la comercialización de fórmulas lácteas.
Además de los riesgos para la salud, el uso de fórmulas lácteas implica un gasto económico considerable para las familias. La Academia Mexicana de Pediatría señala que “el costo elevado de las fórmulas lácteas puede ser un factor que afecte negativamente el bienestar económico de las familias, especialmente en situaciones de pobreza o bajos ingresos” (Academia Mexicana de Pediatría, 2022). En contraste, la lactancia materna es gratuita y proporciona todos los nutrientes que el bebé necesita sin generar un costo adicional.
Regulación y promoción de la lactancia materna
En respuesta al crecimiento desmedido de la industria de las fórmulas lácteas, la OMS y UNICEF han promovido políticas estrictas para regular la comercialización de estos productos. En 1981, la Asamblea Mundial de la Salud adoptó el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna, que establece restricciones sobre la promoción de fórmulas lácteas y exige que se dé prioridad a la lactancia materna (OMS, 2020). Sin embargo, el cumplimiento del código ha sido desigual, y muchos países aún no implementan las restricciones necesarias para proteger a las madres y los bebés de las prácticas abusivas de marketing.
UNICEF también ha liderado esfuerzos para promover la lactancia materna mediante programas de apoyo a las madres y la capacitación de profesionales de la salud. “Los hospitales amigos del niño”, una iniciativa conjunta entre la OMS y UNICEF, han demostrado ser eficaces en el aumento de las tasas de lactancia materna en varios países (UNICEF, 2021).
Cierre:
La lactancia materna es indiscutiblemente la mejor opción para garantizar una adecuada nutrición y desarrollo de las niñas y los niños durante sus primeros meses de vida. Las fórmulas lácteas, aunque útiles en casos específicos, no deben considerarse una alternativa comparable a la leche materna. La influencia perniciosa de la industria de las fórmulas y su comercialización agresiva ha llevado a un abuso de estos productos, con efectos negativos para la salud de los niños y el bienestar económico de las familias. Es fundamental que se fortalezcan las políticas que promueven la lactancia materna y se implementen regulaciones estrictas sobre la comercialización de sucedáneos, garantizando que todas las madres tengan la información y el apoyo necesarios para amamantar.
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Referencias
Academia Mexicana de Pediatría. (2022). Beneficios de la lactancia materna para la madre y el bebé. Recuperado de https://www.amp.edu.mx
OMS. (2020). Lactancia materna: un compromiso global. Recuperado de https://www.who.int
OMS. (2021). Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna: Informe de seguimiento. Recuperado de https://www.who.int
OPS. (2020). Impacto del uso de fórmulas lácteas en la salud infantil en América Latina. Recuperado de https://www.paho.org
UNICEF. (2021). Lactancia materna: el mejor comienzo para la vida. Recuperado de https://www.unicef.org/mexico
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