por Gabriela Hernández
Este trabajo, con enfoque antropológico, describe la experiencia biosocial del “Lactario Amigo” (I), implementado a principios de 2012 para las trabajadoras lactantes que laboran en las oficinas del Seguro Popular en el DF, lo que representa la primera experiencia en este rubro en la Secretaría de Salud de México
Se detalla también la relevancia de establecer labores de guía, información y sostén respetuosos y frecuentes como parte indispensable de la creación del “grupo de apoyo”: más allá de destinar un espacio exclusivo para la extracción y conservación de la leche materna, se destaca la relevancia de interesar a las usuarias por la búsqueda de información y por la construcción de una identidad de “madres trabajadoras lactantes”. El concepto del “Lactario Amigo” nos remite a la construcción de una cultura de Lactancia Materna Laboral (II, III) al utilizar la convivencia cotidiana de las trabajadoras para compartir sus experiencias en lactancia, crianza y parentalidad, aprovechando el ámbito y horarios laborales como contexto del intercambio social.
Antecedentes
La Lactancia Materna (LM) se asume actualmente como una práctica preventiva y protectora de la población infantil mundial en cualquier circunstancia (IV) y como su forma ideal de alimentación. Los efectos y beneficios a corto y largo plazo de la LM en la nutrición y en la morbi-mortalidad infantil han sido más conocidos y validados al vincularlos con la prevención de procesos infecciosos gastrointestinales, respiratorios y de enfermedades en la edad adulta como diabetes, obesidad e hipertensión. Asimismo, se ha comprobado que la LM está asociada con la disminución del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante y con un menor riesgo de mortalidad en el primer año de vida aunado a que se ha considerado que favorece el óptimo desarrollo neurológico e intelectual (V).
De igual manera es reconocida la rápida recuperación materna posparto y durante el puerperio, la disminución de cáncer ovárico y de mama. Por otro lado, refuerza los lazos afectivos familiares, parentales y del propio binomio madre/ hijo, sin olvidar el impacto al medio ambiente y el claro fortalecimiento del ingreso familiar (VI, VII).
La LM en México ha representado por décadas una obligada temática institucional de apoyo social a la salud pero, aunque se ha evolucionado en sus estrategias y programas de fomento, la última ENSANUT (2012) arroja datos alarmantes: las tasas de LME han descendido a 14% y a 18.5% en el medio rural. Las tasas de inicio de LM (78%-83%) son de las más bajas en países desarrollados, su duración media no se ha incrementado de manera sustancial desde 1976 y se prolonga únicamente hasta los seis meses en la mitad de la población infantil (VIII).
Entre las causas referidas de este descenso se menciona la reincorporación materna al trabajo. En este sentido se ha hecho patente la necesidad de reconocer que los ámbitos de desarrollo de las mujeres en México y en el mundo han evolucionado y que actualmente las mujeres abarcan nuevas tareas y nuevos espacios. A este respecto el INEGI documentó que 42% de las mujeres de 14 años o más forman parte de la población económicamente activa (IX) que debe lidiar con factores sociales y económicos que constantemente dificultan el desempeño de la LM: ámbitos laborales estructurados o intermitentes, inadecuados para la práctica de la LM; dificultad para obtener prestaciones de maternidad; o ausencia de conciencia patronal y de estructura laboral que proteja esta práctica. Se hace mucho hincapié en la falta generalizada -aún entre prestadores de salud- de información veraz y actualizada sobre LM, además de la constante e indiscriminada recomendación de uso de sucedáneos reforzada con la promoción y comercialización masiva de éstos.
Organizaciones internacionales dejan en claro la necesidad de revalorar la función de las mujeres como cuidadoras de la salud familiar o como prestadoras de asistencia sanitaria en los sectores formal e informal, funciones que, paradójicamente, se realizan sin apoyo, reconocimiento ni remuneración (X). En sus documentos se hace patente la necesidad de respetar, proteger y facilitar el cumplimiento de los principios aceptados en los derechos humanos y se considera a la nutrición como un componente fundamental y universalmente reconocido del derecho de los niños (XI).
La (histórica pero vigente) controversia entre biología y cultura en referencia a la facultad, o ¿virtud?, inherente y obligatoria para las mujeres en edad reproductiva, de embarazarse, parir, producir leche y amamantar ha retomado auge al agregar y valorar dentro de su análisis que el comportamiento biológico se desarrolla dentro de la plasticidad sociocultural en la que está inmerso (XII). Sin duda, ejercer las funciones laborales y familiares, además de satisfacer los mandatos sociales sobre la maternidad ha propiciado que la LM se conceptualice desde muchos ángulos, posturas ideológicas y contextos culturales, generando así, una infinidad de pautas de crianza y de alimentación infantil.
Si bien el enfoque medicalizado justifica la práctica de la LM y fundamenta su importancia en el desarrollo integral desde la primera edad hasta la edad adulta, somos conscientes de que la ontogenia humana representa la inte-racción de todas las vertientes culturales y biológicas, entre las cuales sobresale la LM como uno de los ejemplos más claros de dicha fusión al presentar perspectivas que no pueden ser separadas: de un lado sus positivas repercusiones en la salud y desarrollo infantil, y del otro la gran cantidad de factores que intervienen en la decisión de amamantar.
Por otro lado y debido, entre otras razones, al desconocimiento sobre formas y técnicas para practicar la LM sin recurrir a sucedáneos, además de las dificultades y restricciones para ejercer este derecho en ambientes laborales, algunos sectores de la sociedad han desvinculado a la leche materna de las prácticas de alimentación infantil idóneas. Por consiguiente, la constante transformación y adecuación a través del tiempo en la percepción y opinión de dichas prácticas, ha liberado a la mujer de la exigencia cultural y la exclusividad en la carga simbólica del “correcto” cuidado, nutrición y atención de los hijos expresado en la LM. En este sentido, dichos postulados, tema de reflexión a futuro, han legitimado para algunos grupos, el destete prematuro y validado la lactancia artificial.
Por lo previamente expuesto y ante el amplio y variado contexto de mujeres lactantes que tienen actividades fuera del hogar, resulta urgente facilitar no solamente las recomendaciones sanitarias o el discurso sobre los beneficios de la LM, sino implementar acciones muy concretas que sensibilicen a la comunidad laboral, generen un cambio de mentalidad referente a la práctica de la LM y habiliten espacios exclusivos para practicarla de manera directa y/o diferida. Por mencionar algunas: aclarar el tiempo que se otorgará en el apoyo; especificar normas para las salas de lactancia; detectar de manera oportuna las características sociales y culturales respecto a la LM; ofrecer programas de sensibilización e información actualizada sobre técnicas específicas de extracción, recolección y almacenado de leche materna; y sobre todo conformar socialmente grupos de apoyo entre usuarias. Correspondiente con el ambiente que vincula la reinserción laboral, profesional o educativa con el destete precoz, la pregunta sería si la gran mayoría de las mujeres puede tomar una decisión informada o se ve forzada a abandonar la LM al incorporarse a otras actividades (XIII).
La opción de los lactarios no es nueva, darle un matiz cultural a esta experiencia biosocial en su concepto y desarrollo operativo es la aportación: posibilitar a las madres trabajadoras lactantes de conocimientos y técnicas de manera cotidiana; compartir vivencias; convencerse individual y colectivamente de continuar con la LM e integrarla al espacio y tiempo de trabajo generan el ambiente óptimo para facilitar el empoderamiento necesario y asertividad en las propias madres. Significa rescatar la “Cultura de la Lactancia Materna Laboral”.
LACTARIO AMIGO© en las oficinas del Seguro Popular en el DF
Con el objetivo de crear conciencia en ámbitos laborales y hacer viables las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre tiempos y formas idóneos de alimentación infantil, fue implementado conceptual y operativamente el “Lactario Amigo” para ser establecido en las oficinas de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud (CNPSN) en la Ciudad de México, conocido también como Seguro Popular. Dicha dependencia, perteneciente a la Secretaría de Salud fue la pionera en la implementación de estos espacios para madres lactantes trabajadoras. Las puertas y operaciones del primer “Lactario Amigo” en la Secretaría de Salud se abrieron el 9 de abril de 2012.
Definición y estrategias de operatividad
“Lactario Amigo” fue definido como un concepto complejo que abarca: espacio higiénico, iluminado, cómodo, íntimo, privado y digno destinado exclusivamente para que las madres trabajadoras puedan amamantar a sus hijos o realizar higiénicamente la extracción, envasado y conservación de su leche en óptimas condiciones. Asimismo, este diseño antropológico fomenta la valoración sociocultural de esta práctica en ambientes laborales y ofrece estrategias previas y posteriores al nacimiento de los bebés para incidir oportunamente en la opinión e intención sobre LM de las trabajadoras para posibilitar su conciliación con otras tareas durante el tiempo que ellas decidan, además de construir colectivamente una identidad de “madres trabajadoras lactantes” basada en compartir sus experiencias en lactancia, crianza y parentalidad.
Resultados
Mediante una entrevista semiestructurada, utilizada en investigación cualitativa (XIV), la persona encargada que fungió como Guía del grupo, registró que la población general de la CNPSS a principios de 2011 era de 393 personas, de las cuales 183 eran mujeres y de éstas, 103 estaban en edad fértil (20/43 años). Dentro de los variados puestos y actividades, y debido a los horarios de trabajo y tiempos de traslado, las trabajadoras permanecen lejos de su bebé entre 10 y 12 horas.
De las cinco integrantes iniciales del lactario, tres lograron cubrir exitosamente los primeros seis meses de Lactancia Materna Exclusiva (LME) propuestos por la OMS. Las otras dos usuarias utilizaron leche artificial desde el principio debido a que decidieron aceptar la sugerencia de sus pediatras de “completar” con fórmula. Algunas trabajadoras lactantes tienen el inconveniente de cumplir con las comisiones que abarcan desde un día completo fuera de la oficina hasta dos semanas fuera de la ciudad. Su problemática se agrava al carecer de la succión directa del bebé y aunque se cuente con bomba de extracción, su estímulo es insuficiente y se suman los obstáculos para envasar y conservar la leche. Como resultado, las lactancias de las dos usuarias que viajaban no fueron exclusivas pero sí predominantes en esos seis meses. En días normales las producciones del Lactario oscilaban entre 6 y 12 onzas diarias de leche por usuaria en dos o tres extracciones. Generalmente en una sola extracción las usuarias extraían de 4 a 5 oz. Dos de las usuarias podían obtener 8 y 9 ½ onzas, respectivamente en una sola extracción.
Las usuarias refieren que aumentar sus producciones lácteas, interesarse por continuar con la LM, resolver problemas, relacionarse y formar el grupo de apoyo fue debido a la presencia y apoyo cotidiano y respetuoso de la Guía.
Asimismo, reconocen que el hecho de lograr LME durante seis meses y prolongar sus lactancias está vinculado con disponer del espacio y tiempo aunado a la actitud sensible y favorecedora de sus jefes inmediatos. En contraste, reportan una clara relación entre el abandono de la LM o la disminución en la producción láctea con el estrés, carga de trabajo, utilización de sucedáneos, viajes y horarios prolongados de trabajo además de recomendaciones erróneas del personal sanitario.
Conclusiones
A dos años de su apertura, el “Lactario Amigo” del Seguro Popular, el del Instituto Nacional de Salud Pública y el del Centro de Equidad de Género y Salud Reproductiva siguen funcionando. Gracias a la exitosa experiencia del primer Lactario en Seguro Popular, han sido inaugurados otros nueve “Lactarios” bajo el mismo diseño en diferentes dependencias y Hospitales de la Secretaría de Salud en la República Mexicana. Queda como proyecto a futuro revisar que este concepto se lleve a cabo integralmente para definir su impacto en la práctica de la LM laboral.
En un ejercicio comparativo con empresas que han analizado la práctica de LM en ámbitos laborales habientes de políticas protectoras de LM (XV), el Lactario Amigo en la CNPSS refleja una experiencia de éxito, pues de cinco usuarias iniciales, tres pudieron alcanzar seis meses de LME, las otras dos utilizaron 30% fórmula y 70% leche materna. Todas rebasaron los siete meses amamantando y, apoyadas por el grupo y este diseño, revirtieron exitosamente la rutina inicial hospitalaria de utilización de sucedáneos experimentada por todas. De igual manera, prolongar sus lactancias nos remite a un fortalecimiento de las convicciones que sobre LM se generan en este tipo de espacios en los que las premisas son tomar decisiones informadas y compartir la experiencia.
Establecer labores de guía, información y soporte cotidiano resulta indispensable para la creación del “grupo de apoyo” en el Lactario; más allá de destinar un espacio exclusivo para la extracción y conservación de leche materna, se destaca la relevancia de interesar a las usuarias por la búsqueda de información y hacia la construcción de una identidad de “madres trabajadoras lactantes” basada en compartir de manera constante sus experiencias en lactancia, crianza y parentalidad. El concepto del “Lactario Amigo” alude al rescate de la cultura de la LM al aprovechar la convivencia cotidiana de las trabajadoras como escenario que fomenta la creación de “grupos de apoyo laborales” y auspicia el ambiente idóneo para difundir y generar intercambio social.
Para las madres trabajadoras urbanas, como para muchas mujeres de diversos sectores de la sociedad, el inicio no es problema, continuarla es el gran reto. La propuesta es suscitar el interés de la sociedad y de las mujeres trabajadoras lactantes en el conocimiento sobre LM y cosechar los beneficios de practicarla: proporcionar a las trabajadoras un concepto que fomente la LM más allá del dónde, ofrecer la información del cómo y construir la convicción del por qué. El compromiso es beneficiarse, empoderarse en la lactancia y pasar la voz.
Referencias:
I. El Concepto y desarrollo operativo fue registrado en el Manual PALL (Plan de Apoyo a la Lactancia Laboral) en 2014 por esta autora.
II. Se toma como punto de partida el término “Cultura de la LM” utilizado en: Secretaría de Salud, (1992), Al Rescate de la Cultura de la Lactancia materna en México. Dirección Gral. de Atención Materno Infantil y UNICEF. (Biblioteca I.T.E.S.O.)
III. Se propone el concepto de Lactancia Materna Laboral (LML) que incluye sensibilización, socialización e información sobretécnicas, tiempos y estrategias específicas de lactancia materna en espacios laborales.
IV. OMS, UNICEF, (2009), Indicadores para evaluar las prácticas de alimentación del lactante y del niño pequeño: conclusiones de la reunión de consenso llevada a cabo del 6 al 8 de noviembre de 2007. Washington, D.C.
V. Orientaciones para la Valoración del Riesgo Laboral durante la Lactancia Natural, AEP, http://www.ihan.es/publicaciones/libros_manuales/Riesgo_laboral_durante_la_lactancia.pdf
VI. OPS, La alimentación del lactante y del niño pequeño: Capítulo Modelo para libros de texto dirigidos a estudiantes de medicina y otras ciencias de la salud, Washington, D.C., 2010
VII. León-Cava , Natalia, Lutter, Chessa, et al, (2002), Cuantificación de los Beneficios de la Lactancia Materna: Reseña de la Evidencia, Washington, D.C.; OPS.
VIII. Pérez-Escamilla, Rafael y Katthryn, Dewey, (1992), The epidemiology of Breast-feeding in México: Rural vs. Urban Areas. Bulletin of PAHO, 26(1).
IX. ENOE, 2010
X. OPS, (2010) La alimentación del lactante y del niño pequeño: Capítulo Modelo para libros de texto dirigidos a estudiantes de medicina y otras ciencias dela salud, Washington, D.C.
XI. OMS, (2003), Estrategia Mundial para la alimentación del lactante y el niño pequeño, Ginebra, Suiza.
XII. Mead, M, (1979), Familycontexts of breastfeeding en Breastfeeding and FoodPolicy in a hungryWorld, AcademicPress. Edited By Dana Raphael, New York.
XIII. Fein, SB, Roe, B, (1988), The effect of work status on initiaton and duration of breastfeeding. Am J. Public Health 88:1042.
XIV. Rodríguez, Gregorio, Javier Gil y Eduardo García, (1999), Metodología de la Investigación Cualitativa, Ediciones Aljibe, Málaga.
XV. Yi Chun Chen, Ya-Chi Wu and Wei-Chu Chie, Effects of work-related factors on the breastfeeding behavior of working mothers in a Taiwanese semiconductor manufacturer: a cross-sectional survey. BMC Public Health 2006, 6:160 doi:10.1186/1471-2458-6-160. Consultado Nov 2012, Disponible en:http://www.biomedcentral.com/content/pdf/1471-2458-6-160.pdf
Gabriela Hernández Maestra en Antropología, con Licenciatura Antropología Física por la ENAH y Odontología por la UNAM. Fue Directora de Aplicación de Enfoque Antropológico en Programas de Salud Materno/ infantil en la Comisión Nacional de Protección Social en Salud, y llevó a cabo el diseño conceptual y operativo del Proyecto “Lactario Amigo” en la Secretaría de Salud. Ha participado y coordinado la implementación de nueve lactarios en la Secretaría de Salud. |
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