Las encuestas antes del cambio de una candidatura presidencial

Al momento en que Samuel García declinó a su aspiración de ser candidato a la Presidencia de la República al inicio del mes de diciembre de este 2023, eran al menos 87 las estimaciones por encuesta sobre preferencias del electorado cara a los comicios del próximo 2 de junio de 2024 que se habían realizado y dado a conocer al público. Y se indica que esta cifra es mínima porque resulta imposible garantizar que este recuento sea completo, dado que pudieran existir estudios que no fueron capturados en las fuentes consultadas, toda vez que se carece de un inventario actualizado e integral de este tipo de investigaciones.

Escrito por: Ricardo de la Peña[1].

De estos ejercicios, tres cuartas partes corresponden a mediciones con pretensiones probabilísticas: casi la cuarta parte a encuestas presenciales en vivienda, con apoyo de computadoras para su aplicación (CAPI o entrevistas personales asistidas por computadora); apenas 11 por ciento a una modalidad que pareciera ir de salida, telefónicas a través de entrevistas personales (CATI o entrevistas telefónicas asistidas por computadora); dos de cada cinco al modo más usual actualmente de entrevistas telefónicas automatizadas (IVR o respuesta de voz interactiva); y la cuarta parte restante a estimaciones no probabilísticas realizadas a través de redes sociales y servicios digitales de mensajería.

En este recuento no se incluyen diversos ejercicios de dudosa manufactura, no tanto por cuestionamientos a su metodología ni por denunciados vínculos de negocio de las firmas con el pretendiente que se retiró de la contienda, puesto que lo mismo ocurre en muchos otros casos con otras encuestas —sea que den amplia ventaja a Claudia Sheinbaum o si muestran un escenario donde Gálvez se encuentra a corta distancia—, sino porque es inviable saber si corresponden a estudios efectivamente nacionales.

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Así, Territorial advierte que sus entrevistas fueron realizadas en “estados con competitividad técnica”, lo que eso signifique; Inteligentus reporta su estudio como “encuesta interna”; y en el caso de Inline fue imposible verificar siquiera la existencia de la empresa responsable. Por ello, estas supuestas mediciones simplemente se excluyen y con ello se descarta todo reporte que haya registrado cambio en el ordenamiento de quienes contienden, mismo que no ha sido detectado por las encuestas hechas en cualquier modo con alcance efectivamente nacional que han sido difundidas.

Ahora bien: para estimar cómo van las encuestas nacionales sobre las preferencias ciudadanas para la elección por la Presidencia de la República de 2024 es preciso aplicar a este inventario un doble filtro: por un lado, excluir los estudios que no son probabilísticos, lo que elimina los realizados a través de Internet; y por otro considerar solamente las mediciones más recientes de cada encuestadora, quitando del cálculo los datos presentados en estudios que habrían sido reemplazados por nuevas mediciones.

Al hacer este ejercicio, quedarían solamente 21 encuestas a considerar para fines de conocimiento de lo que reflejan las estimaciones en conjunto: diez encuestas mediante entrevistas personales en vivienda y once por aproximación telefónica, cinco de ellas a través de entrevistas por operador y seis automatizadas.

Para fines del análisis comparativo que se pretende, lo pertinente para conocer las proporciones por candidatura y poder comparar entre encuestas es tomar solamente los casos definidos por alguna de las personas contendientes, las llamadas “preferencias efectivas”, y no la distribución respecto al total de casos, incluyendo aquellos no asignables a alguna de las candidaturas, dada la variabilidad de porcentajes de estos casos en las distintas mediciones por encuesta.

Cuando se observa qué nos dicen esas 21 encuestas con pretensiones probabilísticas más recientes, se encuentra que todas ellas ubican a Claudia Sheinbaum en primer lugar, con un promedio de 60 por ciento de intenciones de voto, dentro de un rango que va de 47 a 77 por ciento de las preferencias, para una brecha de treinta puntos. Sheinbaum se sitúa 31 puntos promedio por delante de Xóchitl Gálvez, quien tiene como media 29 por ciento de intenciones, en un rango que va de 16 a 38 por ciento, para una brecha de 22 puntos. Quien fue aspirante de Movimiento Ciudadano, Samuel García, tenía once puntos promedio, con un rango de entre cinco y 19 por ciento de intenciones de voto a su favor (Gráfico 1).

            Gráfico 1. Intención definida de voto para la Presidencia de la República en encuestas nacionales realizadas al 2 de diciembre de 2023 según modo de aproximación

Es de referirse que existe una diferencia entre lo estimado por las encuestas presenciales más recientes, que sitúan a Sheinbaum en casi 62 puntos y a Gálvez en 27 por ciento y que por ende reflejan una distancia de 34 puntos entre ellas, que lo que han estimado las últimas encuestas realizadas por vía telefónica, que estiman a Sheinbaum en 59 por ciento y a Gálvez en 30 puntos, por lo que reflejan una distancia de 29 por ciento entre ambas contendientes. A pesar de lo anterior, la diferencia en las estimaciones de encuestas realizadas por distintos modos de aproximación ha tendido a cerrarse a lo largo del tiempo, por lo que ahora existe una variación en el margen de ventaja de apenas un poco más de cinco puntos porcentuales entre uno y otro modo de aproximación.

Gráfico 2. Mapa de las estimaciones por encuestas nacionales para las dos principales candidaturas al 2 de diciembre de 2023 según modo de aproximación

Esto puede verse en un mapa de las estimaciones por encuestas nacionales para las dos principales candidaturas según modo de aproximación elaborado antes de la salida del candidato de Movimiento Ciudadano (Gráfico 2). En este mapa se pueden apreciar dos cosas: por un lado, la clara relación negativa entre intenciones de voto estimadas por Sheinbaum y por Gálvez, que tienen una correlación lineal de -0.90, dado un ínfimo impacto de la tercera candidatura; y la presencia de un par de mediciones por vía telefónica que estiman una brecha menor entre las dos principales candidaturas, a diferencia de lo que ocurre con las encuestas presenciales, que tienden a concentrarse hacia la parte media del mapa.

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Es posible bajar un nivel en el análisis de las estimaciones recientes, pero para ello es necesario precisar un subconjunto específico de estudios a considerar. En diálogo con el  responsable de https://oraculus.mx se llegó al entendimiento de que era dable disponer de una selección de mediciones que asuma como criterio de inclusión que sean encuestas publicadas que se reporten a la autoridad administrativa electoral y que hayan sido realizadas cara a cara en vivienda, o bien que sean telefónicas, pero de casas encuestadoras que hayan publicado en algún momento estudios en vivienda. Este criterio cumple con las condiciones de ser preciso, exhaustivo y excluyente, como es propio de una definición de tipo científico.

Esto dejaría dentro de este subconjunto las encuestas realizadas por El Financiero, la primera de las cuales incluyó observaciones en vivienda y también telefónicas, aunque la más reciente, y que se considera para fines del cálculo actual, fuera solamente telefónica. Asimismo, incluye el estudio más reciente de Parametría, con datos correspondientes a la media móvil de dos encuestas, efectuadas en octubre y en noviembre, sin explicitarse si la más vieja corresponde a datos previamente publicitados por la propia encuestadora o a una medición distinta que no fue difundida por separado. Los números más recientes presentados por esta casa reflejan de cualquier manera el giro más fuerte en preferencias mostrado entre mediciones consecutivas de cualquier firma, al cerrarse la distancia entre los dos primeros lugares de 50 a 31 puntos entre una y otra encuesta de esta serie.

Asumiendo el criterio de inclusión mencionado, se tienen once estudios que cumplen con las condiciones marcadas, arrojando un promedio de 61 puntos para Sheinbaum, dentro de un rango que va de 54 a 77 puntos, 23 puntos de apertura. Mientras, Gálvez se sitúa en una media de 28 por ciento, en un rango de 16 a 35 puntos, que expresan una brecha de 19 por ciento. García se colocaba en 11 por ciento como media, con extremos que iban de siete a 19 puntos. Lo anterior deriva en que se estime un margen de diferencia promedio entre los dos primeros lugares de 33 puntos, pero que va de un mínimo de 22 a un máximo de 60 por ciento en las estimaciones efectivas, lo que refleja una variación de casi tres a uno en el margen de ventaja reportado.

Es de señalar que estos promedios, aunque parten de una colección idéntica a la que estaría reportándose en oraculus.mx, no coinciden puntualmente con el cálculo producto de del modelo bayesiano multinomial para series de tiempo que utiliza el principal agregador de encuestas del país, cuya metodología puede ver en https://oraculus.mx/presidente2024/.

Cuando se observa el mapa de las estimaciones por esta colección de encuestas nacionales, que se presenta en el Gráfico 3, se reitera la existencia de una elevada correlación lineal negativa entre las intenciones estimadas para el primero y el segundo lugares, de -0.83, lo que genera una distribución en la que a medida que aumenta el voto por una candidatura, disminuye el de la otra, con un remanente irrelevante para el tercer lugar.

Lo segundo que se observa en este mapa es que el grueso de las mediciones ha tendido a concentrarse hacia la media, existiendo un único caso que podría ser considerado como atípico: la encuesta de la empresa De las Heras Demotecnia, cuyo margen de diferencia entre las dos primeras fuerzas es muy elevado y que de hecho tiene una estimación que se ubica fuera del margen de dos desviaciones estándar del conjunto de encuestas consideradas.

Gráfico 3. Mapa de las estimaciones por encuestas nacionales en vivienda para las dos principales candidaturas al 2 de diciembre de 2023 según modo de aproximación

Cuando no se consideran los resultados mostrados por este caso estadísticamente atípico, los rangos de la votación efectiva estimada por las encuestas nacionales nominadas como en vivienda van de 54 a 66 por ciento para Sheinbaum, un rango estrecho de variación de apenas doce puntos, ubicándose a Gálvez entre 26 y 35 por ciento, para un rango de apenas nueve puntos. Así, se habrían reducido drásticamente las diferencias observadas por distintas casas encuestadoras que operan en vivienda para las dos principales contendientes.

Gráfico 4. Intención definida de voto para la Presidencia de la República en encuestas nacionales en vivienda realizadas al 2 de diciembre de 2023 según agrupamiento

A pesar de lo anterior, del mapa anterior puede derivarse todavía la existencia de dos grupos de encuestas (Gráfico 4): las seis que presentan un dato más abierto, que tendrían un promedio de 65 por ciento para Sheinbaum contra menos de 26 por ciento para Gálvez, para una distancia de casi cuarenta puntos; y cinco estudios que muestran una diferencia más estrecha, con Sheinbaum en 56 por ciento, nueve puntos menos que el otro grupo, y Gálvez con 31 por ciento, cinco más que el otro grupo, por lo que está a 25 puntos de distancia del primer lugar. Claramente dos escenarios muy distintos, que se mantienen aún si se elimina el caso atípico detectado, pues con ello se reduciría la distancia en el grupo de mediciones abiertas a 35 puntos: 63 para Sheinbaum contra 28 para Gálvez, una brecha diez puntos mayor que la del otro grupo.

Conforme los datos anteriores se reiteraran las conclusiones a las que se arribó en ensayos sobre el tema que fueron publicados antes en este mismo espacio [2]: primero, Claudia Sheinbaum se ubica invariablemente en el primer lugar en las preferencias rumbo a la Presidencia de la República para 2024, aunque Xóchitl Gálvez está siempre en segundo lugar, sin que haya sido rebasada en ningún momento por la candidatura de Movimiento Ciudadano; segundo, las encuestas telefónicas siguen estimando una menor distancia entre los dos primeros lugares que la que se observa en las encuestas en vivienda, con una diferencia entre ambos modos de aproximación que tiende a estrecharse conforme avanza el tiempo; tercero, el rango de las estimaciones para los dos primeros lugares y, por ende, la distancia que los separa, ha tendido a homogeneizarse entre las distintas mediciones.

Así, si se toman las encuestas nacionales de casas que han operado en algún momento en vivienda, existe un grupo que sitúa la ventaja en 25 puntos, mientras que habría otro que, si bien estima una diferencia de 40 puntos, la reduce a 35 puntos cuando se excluye un caso atípico; ergo, la distancia entre grupos se encontraría actualmente en un rango de diez puntos, entre 25 y 35 por ciento de diferencia en las intenciones efectivas de voto.

Toca ahora enfrentar una larga ventana en que no se contará con estimaciones por encuesta que reflejen las potenciales distribuciones que se podrán dar cara a los comicios de junio de 2024, sea porque las encuestadoras consideren solamente dos contendientes, lo que no corresponderá a la realidad, sea porque incluyan defectuosamente a un tercer contrincante sin nombre específico en el partido que carece de una precandidatura definida. En todo caso, será una temporada con estimaciones que reflejen de mala manera lo que podrá pasar en las urnas, por lo que habrá que esperar hasta poco antes del arranque formal de campañas para disponer de una primera colección de encuestas nacionales que atiendan un escenario con los contendientes que efectivamente participarán en las elecciones por venir. Hasta entonces los actuales mapas mantendrán su condición de ser la última aproximación cierta a lo que podrán ser las preferencias electorales futuras.

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[1] Presidente Ejecutivo de ISA Investigaciones Sociales Aplicadas.

[2] Ricardo de la Peña, “Una primera ronda de encuestas nacionales rumbo a 2024”, México Social, 5 de octubre de 2023, en: https://www.mexicosocial.org/encuestas-nacionales/; “¿Qué nos han dicho las encuestas antes de las precampañas?”. México Social, 21 de noviembre, en: https://www.mexicosocial.org/encuestas-de-precampanas/.