El reto de conservar las montañas de México
Cada 11 de diciembre, el mundo celebra el Día Internacional de las Montañas, un llamado global a la reflexión sobre la importancia ecológica, social y económica de estas formaciones y los desafíos que enfrentan ante la crisis ambiental. En México, las montañas representan ecosistemas fundamentales por su diversidad biológica y su papel en la regulación climática y el abastecimiento de agua. Sin embargo, enfrentan niveles alarmantes de deterioro debido a la deforestación, la minería, la agricultura intensiva y la expansión urbana. Este artículo profundiza en el estado de las montañas mexicanas, utilizando datos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), la SEMARNAT, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) y la UNAM.
Un Artículo de: México social/ Saúl Arellano
La importancia ecológica de las montañas en México
Las montañas mexicanas albergan una alta diversidad biológica, muchas de las cuales son endémicas. La CONABIO (2023) destaca que estas regiones contienen más del 40% de los ecosistemas terrestres del país y cumplen funciones esenciales como la regulación del ciclo hidrológico, el control de erosión y la captura de carbono. Además, las montañas son fuentes estratégicas de agua dulce para las principales cuencas del país, abasteciendo a zonas urbanas densamente pobladas como la Ciudad de México y Monterrey. Sin embargo, esta importancia ecológica contrasta con el severo deterioro que se documenta en muchos sistemas montañosos.
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El deterioro ecológico de las montañas mexicanas
Deforestación y pérdida de biodiversidad
Uno de los principales problemas en las montañas mexicanas es la deforestación acelerada, especialmente en la Sierra Madre Oriental y Occidental, y en la región de los Altos de Chiapas. Según la SEMARNAT (2023), entre 2001 y 2021 se perdió 1.7 millones de hectáreas de cobertura forestal en zonas montañosas, debido principalmente a la tala ilegal y la expansión de la agricultura.
El INECC (2023) advierte que la pérdida de ecosistemas montañosos no solo amenaza la biodiversidad, sino también los servicios ecosistémicos. La desaparición de bosques nubosos, por ejemplo, impacta directamente la captación de agua y la regulación del clima local, lo que aumenta la vulnerabilidad a sequías y a fenómenos meteorológicos extremos.
Minería y contaminación
Otro factor crítico es la actividad minera. En zonas como la Sierra de Catorce en San Luis Potosí y la Sierra Gorda de Querétaro, la extracción de minerales ha provocado erosión del suelo, contaminación de acuíferos y pérdida de hábitats. La UNAM (2024) señala que las actividades mineras generan residuos tóxicos que contaminan ríos y acuíferos, afectando tanto la biodiversidad como las comunidades rurales que dependen de esos recursos naturales para su subsistencia.
Cambio climático y degradación ecosistémica
El cambio climático es otro factor que exacerba la degradación de los ecosistemas montañosos. De acuerdo con el INECC (2023), las temperaturas en las zonas montañosas de México han aumentado en promedio 1.2°C en las últimas décadas, lo que ha modificado los patrones de lluvia y reducido la disponibilidad de agua en cuencas estratégicas. Esto afecta tanto a los ecosistemas locales como a las actividades agrícolas y turísticas que dependen de un clima estable.
Uno de los casos más alarmantes es el del Iztaccíhuatl y el Popocatépetl, donde el retroceso de los glaciares es evidente. Según estudios recientes de la UNAM, estos glaciares, fundamentales para el abastecimiento de agua de comunidades cercanas, podrían desaparecer completamente en los próximos años si no se toman medidas urgentes.
Casos críticos de daño ambiental en montañas mexicanas
Sierra Madre Oriental
En esta región, la tala ilegal y la expansión de la agricultura intensiva han reducido significativamente la cobertura forestal, afectando especies endémicas como el jaguar y el oso negro. La CONABIO (2023) advierte que la fragmentación del hábitat ha puesto en peligro la supervivencia de varias especies que dependen de los corredores biológicos montañosos para su movilidad.
Sierra Gorda de Querétaro
Este es uno de los ecosistemas más diversos de México, pero también uno de los más amenazados por la minería. La explotación de minerales ha contaminado acuíferos y deteriorado suelos, afectando a comunidades rurales e indígenas que dependen de estos recursos naturales.
Altos de Chiapas
La deforestación y el avance de cultivos comerciales han provocado la pérdida de bosques nubosos, ecosistemas clave para la regulación del ciclo hidrológico. Además, la expansión agrícola ha desplazado a comunidades indígenas, exacerbando conflictos sociales y ambientales.
Recomendaciones para la conservación de las montañas
Para enfrentar el deterioro de las montañas mexicanas, es necesario implementar políticas públicas integrales que involucren a gobiernos, comunidades locales y el sector privado. Entre las recomendaciones más urgentes destacan:
- Fortalecer los programas de reforestación con especies nativas para restaurar la biodiversidad y mejorar la captación de agua.
- Regular la actividad minera para minimizar su impacto ambiental y garantizar la restauración de ecosistemas dañados.
- Implementar estrategias de adaptación al cambio climático que reduzcan la vulnerabilidad de las comunidades y los ecosistemas montañosos.
- Fomentar la educación ambiental y el turismo sostenible, promoviendo la participación activa de las comunidades locales en la protección de sus territorios.
Cierre
El Día Internacional de las Montañas debe ser un llamado urgente para reconocer y abordar el deterioro ambiental que afecta a estas regiones vitales de México. La evidencia presentada por la CONABIO, la SEMARNAT, el INECC y la UNAM revela un panorama preocupante que demanda acciones inmediatas y coordinadas. Solo a través de la colaboración entre el gobierno, las comunidades locales y la sociedad civil será posible revertir la degradación de estos ecosistemas y garantizar un futuro sostenible para las montañas de México.
Este artículo busca resaltar la urgencia de proteger las montañas mexicanas, reconociendo que su preservación es esencial no solo para la biodiversidad, sino también para la seguridad hídrica y climática del país.
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Referencias
- CONABIO. (2023). Capital Natural de México: Segundo Informe País. Recuperado de https://www.biodiversidad.gob.mx.
- INECC. (2023). Informe sobre el cambio climático y su impacto en México. Ciudad de México: INECC.
- SEMARNAT. (2023). Estado de la deforestación en México. Ciudad de México: Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales.
- UNAM. (2024). Diagnóstico sobre el estado de los glaciares en México. Ciudad de México: Universidad Nacional Autónoma de México.