Para cada proceso electoral los principales contendientes políticos, es decir, los partidos políticos, deben de cumplir con la normatividad electoral vigente que rige al juego electoral y que, en su oportunidad, a través de sus propios legisladores, erigieron como marco normativo luego de diversas deliberaciones.
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Inclusive, aún antes del proceso electivo en curso pudieron realizar 90 día antes de iniciado el proceso electoral, los cambios que consideraron pertinentes a toda la normativa electoral. No hacerlo queda de implícito que todos están dispuestos a aceptarlas y a competir bajo las reglas electorales en turno. Para esta elección 2021 así opera.
En este sentido, la actual legislación electoral ha sido puesta a prueba en las elecciones federales de 2015 y en 2018 con la que resultó electo nuestro actual Presidente de la República. Esta normativa es la que operará para la elección más grande que hayamos tenido en nuestro país por la que se renovará, a nivel federal, la Cámara de Diputadas y Diputados y, a nivel local, habrá elecciones en las 32 entidades federativas el país; destacando la elección de 15 gobernadoras o gobernadores, la renovación de 30 congresos locales, así como la elección de casi 2 mil autoridades municipales.
Es mucho lo que está en disputa en el nuevo juego electoral. Por ello, un ingrediente fundamental de las elecciones es la prevalencia de la equidad en la contienda electoral, así como el respecto a las decisiones y resoluciones que, en el transcurso de la misma, emitan las autoridades electorales administrativas. Pues incluso en el caso de alguna inconformidad, existen robustos procedimientos para interponer las respectivas demandas ante las autoridades electorales jurisdiccionales.
Sin embargo, estamos muy lejos de que en esta elección exista equidad en el juego electoral. Me explico.
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Colocar a la palestra al Instituto Nacional Electoral -denominado comúnmente por sus siglas como INE-, por los acuerdos o determinaciones de emite, no es sano para un sistema democrático en el cual sus actores políticos, esos mismos que construyeron las reglas electorales, ahora no les parece. Ante cada decisión tomada existen las vías jurídicas para que los tribunales electorales resuelvan en última instancia.
Es dañino que una instancia como al INE se le exponga de esta manera cuando está comprobado que goza de una muy importante credibilidad ante la población mexicana, en comparación con la confianza que ostentan los partidos políticos, por ejemplo.
Lo mismo deberá hacerse con lo que disponga el Tribunal Electoral del Pode Judicial de la Federación en el sentido de que, independientemente de sus resoluciones, éstas deberán ser acatadas y respetadas por todas y todos los actores inmersos en la competencia electoral.
Pasando el proceso electoral, será el momento óptimo para revisar con calma la normativa electoral que, en la opinión de un servidor, bien se podría empezar por analizar reducir el monto del financiamiento público que reciben los partidos políticos que, en un país como el nuestro y ante sus carencias resulta en verdad vergonzoso y hasta grosero para la población.
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Asimismo, y con el ánimo de generar una auténtica equidad en la próxima elección, sería bueno modificar la aberrante fórmula de otorgar el financiamiento público. Es así, entre otros aspectos, porque se de manera proporcional, en razón de un 70% del resultado de la elección inmediata anterior de diputados federales.
Esto genera que, a quien le fue mejor en el proceso electoral de 2018, tenga mayores recursos para esta elección 2021, y esto genera inequidad en la contienda electoral.
Siendo este el panorama -al menos para esta elección-, a todas y a todos nos conviene ceñirnos estrictamente a la norma electoral vigente; ya que con esto se garantizará cumplir la ley, y respetar lo que convenga la mayoría al momento de emitir su voto.
Y esto es valorar y aquilatar nuestra democracia.
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Fernando Díaz Naranjo es politólogo y periodista. Fue consejero electoral del Instituto Electoral de la Ciudad de México; ha sido académico y colabora en distintos medios. Es experto en temas electorales.
Frase clave: las reglas del juego elecotral
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