Escrito por 3:00 am Andrea Samaniego Sánchez, Ciencia, Cultura, Democracia, educación, En Portada

En letras de oro

La UNAM es sin dudarlo el proyecto de movilidad social más importante que ha brindado México pues en esta institución día a día se discuten los problemas fundamentales para el mundo y para nuestro país, en donde de forma cotidiana más de 370 mil alumnos se forjan con una vocación pluralista, propia de lo que su nombre indica, el universo y la universalidad.

Escrito por:   Andrea Samaniego Sánchez

Bajo la propuesta del senador Ricardo Monreal el 5 de marzo de 2024 y que fue aprobada por la Comisión de Educación de la misma cámara, en agosto de este mismo año la Universidad Nacional Autónoma de México y su lema “Por mi raza hablará el espíritu” quedaron inscritos en letras de oro en el muro de honor del Senado de la República.

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Es un reconocimiento a la relevancia que ha tenido la institución, aquella que tiene sus orígenes remotos en la Real y Pontificia Universidad de México de 1551, que después, en los albores del Estado-Nación echa sus raíces de la mano de notables como Gabino Barreda, Justo Sierra, Antonio Caso y José Vasconcelos quienes creyeron y forjaron una institución que permitiera analizar los problemas nacionales y mundiales y pudiera crear saberes para resolverlos.

No se puede pensar el México post-revolucionario sin el papel emblemático que ha jugado la UNAM, en lo político, cultural, deportivo, administrativo, es decir, es forjador de aquellos que han forjado y forjan nuestro destino como Nación.

Desde Francisco León de la Barra, presidente interino cuando Porfirio Díaz renuncia, formado en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, antecedente de la actual Facultad de Derecho, hasta la próxima primera mandataria Claudia Sheinbaum Pardo formada en la Facultad de Ciencias, por sus aulas han pasado once mandatarios más la próxima y primera mujer en ocupar dicha cartera, quedando patente su influencia en el ámbito político, lo mismo podría señalarse de secretarios de Estado, subsecretarios y todo miembro de la Administración Pública Federal.

Es en esas mismas aulas que hoy se forjan los próximos hombres y mujeres que tomarán decisiones trascendentes para nuestro país y que podrán coadyuvar en la solución de tantos problemas que nos aquejan, sean como Nación o a escala planetaria.

Que en este año se le reconozca en el muro de honor su presencia, su relevancia, sólo son comprensibles a partir de la autonomía y libertad de cátedra marcos indisolubles para un ambiente propicio para el estudio y la discusión de problemas, así como para la búsqueda de soluciones.

Así pues, en su lema propuesto por Vasconcelos “Por mi raza hablará el espíritu” y que también se encuentra inscrito en letras doradas, permite cristalizar aquel espíritu universal y transmutado en lo mexicano, en donde ese conocimiento y esa grandeza sólo podrían alcanzarse a partir de la condensación del conocimiento. Sólo a partir de lo que esas palabras implican es que podremos comprender lo que el proyecto educativo de la UNAM, la Universidad de la Nación representa para todas y todos los mexicanos.

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