En diversas ocasiones, he escuchado a Alejandro Varas, René Arce y Pedro Peñalosa, rememorar las marchas en las que participaban para reivindicar los derechos de la comunidad LGBTQ+. Muy pocas personas asistían en ese entonces (hablan de los años de la década de los ochenta), pero hoy es diferente, porque los jóvenes, hombres y mujeres, no necesitan militar en un partido trotskista o en alguna organización radical de izquierda para exigir que se respeten estos derechos.
Escrito por: Ruth Zavaleta Salgado
La marcha LGBTQ+ del sábado es una de las más grandes que se haya realizado por esta comunidad durante los últimos 5 años. Los dos años de confinamiento por la pandemia se realizaron de forma virtual, pero, en esta ocasión estaban ahí, enfrentando la adversidad, alegres, vestidos de arcoíris. Algunos medios de comunicación calcularon 250 mil participantes en la Ciudad de México, no es de extrañar, porque, aun cuando, a nivel nacional, 5 millones de personas se autoidentifican de la comunidad LGBTI+ (lo que equivale al 5.1 % de la población de 15 años y más en el país), y proporcionalmente, las entidades federativas con mayor porcentaje son: Colima, Yucatán y Guerrero, con más de 8 % cada una, la Cd. Mx. es la segunda entidad con mayor concentración de esta población, después del Estado de México (Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (ENDISEG) 2021).
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Otro factor que influyó determinantemente para que hubiera un mayor número de personas manifestándose, es la discriminación que siguen enfrentando las personas que se autodefinen como lesbianas, gays, bisexuales o transexuales. Incluso, algunas consignas se relacionaban con un sector que no se había visualizado en las manifestaciones anteriores, el de los desaparecidos de esta comunidad. No es que en otros tiempos no los hayan desaparecido por razones de discriminación, sino que es la primera vez que se hace visible esta problemática en particular.
Cabe mencionar que la discriminación motivada por preferencias sexuales está prohibida en México. Así lo establece el Artículo primero de la Constitución. Sin embargo, un 37.3% de la población mexicana de 18 años y más de la diversidad sexual y de género, refirió haber experimentado al menos una situación de discriminación en los últimos 12 meses cuando se levantó la Encuesta Nacional Sobre Discriminación en el 2022 (ENADIS).
Pero, el rechazo social basado en estereotipos y prejuicios no es nuevo, ni es privativo de México. De hecho, la marcha se realizó para conmemorar el 28 de junio que se celebra el “Día Internacional del Orgullo LGBTI+”, para reivindicar la tolerancia, igualdad, respeto a la diversidad, la no discriminación y la dignidad de las personas con orientación sexual y/ o identidad de género LGBTI+. Fueron los disturbios de Stone Wall (Nueva York, EUA) ocurridos en 1969, los que motivaron que esta fecha se conmemorara.
Posteriormente, en el 2006, ante el incremento del abuso en contra de las personas por su orientación sexual e identidad de género, un grupo de expertos en derechos humanos de todas las regiones del mundo, se reunieron en Yogyakarta, Indonesia, para impulsar una serie de principios internacionales relacionados con la orientación sexual y la identidad de género ( Principios de Yogyakarta). El objetivo principal de estos 29 principios es frenar la persecución y criminalización contra la comunidad LGTNTI+. Destacan los primeros tres principios que establecen: 1) El Derecho a la Seguridad Humana y Personal; 2) Derechos Económicos, Sociales y Culturales; y, 3) Derechos de Expresión, Opinión y Asociación; que se establecieron a partir de los informes de la ONU, por ejemplo: en algunos países prevalece la pena de muerte en casos de actividad sexual consensuada entre adultos del mismo sexo; o el que informó un relator especial: “Una reunión pacífica para promover la igualdad de las diversas orientaciones sexuales e identidades de género fue prohibida por las autoridades, al tiempo que los participantes eran acosados e intimidados por la policía y por conciudadanos extremistas que gritaban cantaletas como “Vamos a por los maricones” y “Les vamos a hacer lo que Hitler hizo a los judíos”.” (http://yogyakartaprinciples.org/principles-sp/overview/).
Transformar las leyes y cambiar la cultura social en los países del mundo que no aceptan la diversidad sexual, no es una tarea que se vaya a lograr de la noche a la mañana, sin embargo, en diferentes regiones del mundo, la conmemoración del orgullo LGBTI+ ha crecido y se ha convertido en un factor determinante para acelerar la transformación de la cultura de la discriminación a una de la igualdad. Por ejemplo, en Europa, en Madrid, llama la atención las manifestaciones de más de un millón de personas, pero lo mismo sucede en otras regiones del mundo: México, Sao Paulo, Toronto y San Francisco.
Lamentablemente, para impulsar nuevas leyes y políticas públicas que frenen y erradiquen la discriminación, requiere de datos, los que se han presentado en esta colaboración son del 2021, pero falta relacionarlos con otros problemas que se generan, por ejemplo: ¿qué relación tiene la discriminación por razones de orientación sexual e identidad de género con el incremento de suicidios en los jóvenes? No lo sabemos y no lo podemos adivinar hasta que se hagan visibles las razones de los suicidios. Incluso, los datos que se publican mes con mes por el secretariado de seguridad ciudadana, no trasparentan cuantos homicidios culposos son suicidios, mucho menos, de éstos, cuales fueron por razones relacionadas con este tema.
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