«La libertad de prensa fomenta la paz y la justicia para todos»
António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas
De acuerdo con el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, “todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión”. Este derecho incluye “el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.
Sin embargo, la situación en la materia a nivel mundial es complicada, tal como lo muestra el Mapa de la Libertad de Prensa 2016, elaborado por la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) (http://www.rsf-es.org/grandes-citas/clasificacion-por-paises/), en el que México ocupa el lugar 147 entre los 180 países clasificados de acuerdo con la intensidad de las violaciones y agresiones a la libertad del ejercicio periodístico, así como los niveles de libertad e independencia de los medios frente a los intereses públicos y privados.
RSF afirma que “el mapa de la libertad de prensa en el mundo se oscurece”, pues, aseguran, el índice de referencia “nunca había sido tan elevado, lo que significa que la libertad de prensa nunca se había encontrado tan amenazada”, ya que la situación se agravó en 62,2% de los países analizados (http://www.rsf-es.org/news/clasificacion-mundial-2017-analisis-un-mapa-del-mundo-cada-vez-mas-sombrio/).
De acuerdo con la medición, Europa es la región con mayor libertad de prensa, seguido por África, América, Europa del Este/Asia Central y en último lugar África del Norte/Medio Oriente. De los 180 países estudiados, 21 fueron clasificados con el color “negro”, en los que la situación de la prensa es “muy grave” y 51 países con color “rojo”, y son aquellos en los que la situación en materia de libertad de información es “difícil”. México pertenece a estos últimos, y ocupa el lugar 147, justo por encima de Rusia, en el 148.
Según RSF, la situación de México es “preocupante”, ya que en el año 2002 nuestro país ocupaba el lugar 75 y en solamente 15 años ha descendido 72 posiciones, para colocarse en el 147. De acuerdo con la organización, en 2016 fueron asesinados 10 periodistas en el país y la situación continúa en 2017, ya que en marzo se registraron ataques en serie contra periodistas: dos intentos de asesinato y tres homicidios. Reporteros sin fronteras calificó a nuestro país como “un territorio hostil para la prensa”.
Reporteros Sin Fronteras publica también un Barómetro de las violaciones de la libertad de prensa, y al momento (en lo que respecta a las cifras de 2017), México es el país con mayor cantidad de periodistas asesinados con motivo de su labor periodística:
Cuadro tomado del sitio de Reporteros Sin Fronteras: https://rsf.org/es/barometro?year=2017&type_id=233#list-barometre
La organización advierte que el país “sigue gangrenado por la corrupción y la violencia del crimen organizado”, en entidades como Veracruz, Guerrero, Michoacán y Tamaulipas, y que la impunidad de los crímenes contra la prensa “alimenta un círculo vicioso que se perpetúa”.
A estos decesos deben sumarse ahora los recientes asesinados de los periodistas Javier Valdez Cárdenas y Alberto López Bello ocurridos en mayo de 2017.
Éste es el mapa publicado recientemente por Reporteros Sin Fronteras:
Por otra parte, para ARTICLE 19 , el año 2016 fue “el más letal para el periodismo”, ya que se registraron 426 agresiones y 11 homicidios de periodistas, además de que, para el 14 de abril de 2017, cuatro periodistas más fueron asesinados (las cifras de esta organización incluyen un asesinato más en 2016 y uno más en 2017, respecto de las cifras de RSF).
De acuerdo con la organización, del año 2000 a la fecha, 104 periodistas mexicanos fueron víctimas de homicidio en posible relación con su actividad profesional y desde 2012 son 31 periodistas los que han muerto por esta causa.
Además, de 2006 a mayo de 2016, ARTICLE 19 documentó 57 ataques con explosivos y armas de fuego contra medios, ocurridos en 13 entidades distintas, y que tuvieron como consecuencia el fallecimiento de dos personas, siendo el año 2010 el más crítico, con 15 casos, principalmente en entidades del norte del país.
