Democracia y libertad de prensa en México

El óptimo desarrollo de cualquier sociedad es muy complejo y, para las naciones que viven en un sistema democrático parecería que existen mayores condiciones en razón que, en su mayoría, enaltecen los derechos humanos universales consagrados en diversas normas internacionales y las particulares que cada nación registra en su Constitución.

Escrito por:  Fernando Díaz Naranjo

Estos derechos forman parte en la construcción de las sociedades y fortalecen los sistemas democráticos.  Así, uno de estos derechos que permite a la sociedad informarse de la realidad cotidiana es la libertad de prensa a través de la cual la población se allega de elementos que les dan sustento a sus opiniones e, incluso, a su toma de decisiones.

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No obstante, este derecho que hacen suyo no solo la sociedad sino los medios de comunicación, principales vehículos información, han tenido diversas problemáticas para desarrollar su trabajo.

En este sentido, de acuerdo con la clasificación mundial de la libertad de prensa 2024, publicado en mayo de este año por Reporteros Sin Fronteras refleja varios indicadores que son de gran preocupación.  De entrada, queda claro que “…la libertad de prensa está amenazada por los mismos que deberían ser sus garantes: las autoridades políticas”.

La clasificación mundial registra 5 grandes indicadores; el primero está relacionada con las naciones que tienen una “Buena Situación respecto a la Libertad de Prensa”, en donde se ubican solo 8 países que representan tan solo el 4.4% de 180 países medidos, a saber: Noruega, Dinamarca, Suecia, Países Bajos, Finlandia, Estonia, Portugal e Irlanda.

En una subsecuente clasificación denominada “Situación más bien buena”, se ubican 37 naciones que representan el 20.6%, encabezadas por Suiza, Alemania y Luxemburgo. En la clasificación “Problemas significativos” encontramos ya a 50 países que representan el 27.8% encabezados por Italia, Polonia, Croacia y Rumania.

En la penúltima clasificación denominada “Situación Difícil” se ubican 49 países, el 27.2% de la clasificación mundial y en donde desafortunadamente se encuentra nuestra nación México; dicho de otro modo, de 180 países en la clasificación mundial México se encuentra en el lugar 121. 

Esta clasificación que recibe nuestro país está determinada como “—la imposibilidad de los periodistas de cubrir historias relacionadas con el crimen organizado, la corrupción o el medio ambiente, por miedo a represalias”.

De igual manera, Reporteros Sin Fronteras destaca que México “…sigue siendo el país sin guerra más peligroso para los reporteros…”.

En el mismo sentido, esta clasificación coloca a México al nivel de países como Líbano, Uganda, Angola, Zimbabue, Jordania, Ruanda, entre otros.

Finalmente, en la clasificación “Situación muy grave” tenemos a 36 países (20%) encabezados por Somalia, Honduras, Bután, Túnez y Colombia.

Ahora bien, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), organización que busca la defensa de la libertad de expresión y de prensa en las Américas, llevo a cabo del 17 al 20 de octubre su 80ª Asamblea General en Córdoba, Argentina en el que, además de la elección de nuevas autoridades de la organización, se dio cuenta, entre otros rubros, de las siguientes temáticas: la necesaria defensa de la libertad de prensa, la defensa de los derechos y responsabilidades del periodismo, la protección de los intereses de la prensa, entre otras.

En su oportunidad analizaremos de manera detalladas las conclusiones a las que arribó esta organización, pero queda claro que la libertad de prensa es la piedra angular que edifica una democracia incluyente, participativa, en condiciones de equidad e igualdad a través de la difusión de noticias, opiniones, crónicas, ensayos, entre otros, que le dan información a toda la población y con ello se construye una ciudadanía que fortalece nuestra nación.

Por ello, ante un nuevo poder público federal y, prácticamente en todas las entidades, nuevas administraciones locales, esperamos que la libertad de prensa deje de sufrir los ataques que vulneran su actuar y se consolide como una herramienta de estabilidad del país.

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