Notas

El libro “Las muertes que no deben ser”: un referente para estudiar la salud

“Si contáramos con un modelo de desarrollo que generara equidad para una vida digna, la consecuencia sería tener una muerte digna”, así comenzó la reflexión de Mario Luis Fuentes sobre la propuesta social contenida en su nuevo libro, “Las muertes que no deben ser. Natalidad y mortalidad en México”, en la Academia Nacional de Medicina (ANM).

“Hay muertes que no deben ser: niñas y niños de menos de cinco años que mueren por desnutrición, cuando vivimos en una sociedad donde el desperdicio es evidente. Jóvenes que enferman y mueren por enfermedades alcohólicas del hígado. Miles de niñas y niños que mueren por influenza, neumonía y diarreas: todas enfermedades altamente prevenibles. Todas muertes altamente evitables.

“Por eso este libro es un cuestionamiento a la manera en que se piensa lo social. El lenguaje se ha vuelto incapaz de narrar lo inenarrable: el dolor, la soledad, la tristeza, el duelo sin cuerpo. Vivimos un México con demasiada muerte, son demasiados muertos y demasiados cadáveres; cuerpos sin nombre, sin siquiera poder saber si son hombres y mujeres. Este texto expresa mi azoro y mi enorme indignación frente a esta realidad”.

“Para mí los indicadores de natalidad, morbilidad y mortalidad no son solo del sector salud, sino indicadores que expresan las relaciones asimétricas y la desigualdad, y es importante nombrar lo que está pasando”.

El evento fue presidido por la doctora Teresita Corona Vázquez, presidenta de la Academia Nacional de Medicina de México, quien afirmó que el libro del doctor Fuentes “seguramente será un referente para los estudios del fenómeno salud-enfermedad y seguramente lo abordaremos en muchos foros. Mario Luis Fuentes se convertirá en un referente en nuestras reuniones”.

La doctora Teresita Corona, presidenta de la Academia Nacional de Medicina

Asimismo, describió la obra como “un análisis estadístico muy intenso sobre la natalidad, la mortalidad y sobre las enfermedades que no deben ser; aquellas que dependen fundamentalmente de factores socioeconómicos, y que están vinculadas a la ausencia o insuficiencia de servicios públicos básicos, a la deficiencia de las políticas públicas para la prevención, a la pobreza, la desigualdad, los hábitos de consumo y vida de las personas, o bien a factores estructurales de carácter antropogénico, como el cambio climático.

“Mario Luis Fuentes analiza los determinantes sociales de la salud, desde la vulnerabilidad, la interpretación de la evidencia de la natalidad, las enfermedades de la desigualdad y la pobreza, pero también las del poder. Aborda la muerte en dignidad, la perspectiva de la violencia, incluyendo la criminalidad y el futuro evitable en relación con todos los factores anteriores”, subrayó.

La obra fue comentada también por la doctora Elizabeth Luna Traill, investigadora del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, y por el doctor Alberto Lifshitz Guinzberg, presidente de la Asociación de Médicos Escritores.

La doctora Luna, cuya ponencia se centró en la introducción y en el primer capítulo de la obra, titulado “Por una apología de los vulnerables. Una propuesta de aproximación al fenómeno”, destacó que “un tema central de la obra es el concepto de la dignidad humana, en relación indestructible de las condiciones de cómo se nace, cómo se vive y cómo se muere”.

Sobre la introducción, señaló que “la mayoría de las teorías sobre la pobreza y la desigualdad han sido construidas desde el análisis de las causas; Mario Luis se pregunta si los índices y propuestas para su medición realmente dimensionan la magnitud del problema, pues, después de todo, el concepto de pobreza siempre es relativo. Entonces, ¿cómo dilucidar realmente cuáles son los parámetros que permiten establecer que una persona viva en condiciones de pobreza y vulnerabilidad?.

“Nuestro autor afirma que no podemos escapar a la realidad de que la pobreza y la desigualdad, cuando afligen a unos, en realidad nos afligen a todos. Invocar este sentir compartido por toda persona, nos lleva a la dimensión de lo profundamente humano, y sería la guía para la construcción de un nuevo orden social”, subrayó la doctora Luna, al abordar el contenido del primer capítulo del libro.

“En el mundo la discusión del concepto de vulnerabilidad no ha alcanzado para comprender adecuadamente, aun tomando en cuenta los compromisos y esfuerzos internacionales que se han hecho, la pobreza, el hambre, el dolor y la frustración social que siguen presentes en la mayor parte del mundo, e incluso muy agudizadas en ciertas regiones.

“Esto explica claramente por qué Mario Luis Fuentes concluye que es urgente construir propuestas explicativas que, sin renunciar al poderío del método científico y del análisis estadístico (es decir, la construcción de hipótesis sustentadas en evidencia) tengan la capacidad de producir un cambio o un giro en las dimensiones asumidas como principales factores explicativos de las problemáticas sociales.

“La noción de vulnerabilidad, nos dice Mario Luis, está vinculada implícitamente a un tema central en la discusión contemporánea sobre el bienestar y los derechos humanos: la participación de las personas en el mercado. Es decir, se presupone que el bienestar de las población está unido indisolublemente a la capacidad de generar ingresos monetarios”.

Durante su intervención, el doctor Alberto Lifshitz Guinzberg, presidente de la Asociación de Médicos Escritores, agradeció la “oportunidad de comentar este interesante libro, sabiamente escrito por un experto en las cuestiones sociales, y también protagonista de la historia reciente de México”.

Doctor Alberto Lifshitz Guinzberg, presidente de la Asociación de Médicos Escritores

Lifshitz dijo que “a propósito de la muerte prematura, el autor menciona que ‘la muerte siempre llega a destiempo’ y que la muerte evitable es aquella que no debiera ocurrir si se tiene acceso a servicios de salud adecuados y de calidad. Habla de muerte en exceso evitable como la que se debe a las condiciones de privación y pobreza que restringen, limitan o impiden el cumplimiento de los derechos humanos, en particular para los más débiles y necesitados.

“También se refiere a la muerte digna, la que vincula como reflejo o consecuencia de una vida digna, las enfermedades de la desigualdad y la pobreza, y el provocador concepto de enfermedades del poder. Sobre la ineludible violencia entre las causas de muerte que no deben ser, y finalmente una sección sobre el futuro evitable.

“La enfermedad y la muerte son fenómenos difíciles de interpretar puesto que constituyen auténticos sistemas complejos; es decir, con una enorme cantidad de componentes en la interacción, capaces de intercambiar entre ellos y con el entorno, materias, energía e información, y adaptar sus estados como consecuencia de tales interacciones, realizadas en paralelo.

“Particularmente pertinente es el paradigma de la multicausalidad: la enfermedad y la muerte no obedecen nunca a una causa única. El texto reconoce claramente esto, y privilegia los determinantes sociales, con énfasis en aspectos económicos, y no solo pobreza monetaria, sino dimensiones vinculadas a derechos sociales.

“El concepto de vulnerabilidad es sometido a una disección cuidadosa, porque se considera que es central para comprender el tema. También resulta claro que las intervenciones que podrían modificar la situación vigente, no podrían atacar una sola causa.

“La morbilidad y la mortalidad que no deben ser incluyen problemas de nutrición, diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, digestivas, respiratorias, trastornos de la salud mental y causas externas. También ausencia y deficiencia de servicios públicos, deficiencias en las políticas públicas de prevención, pobreza, desigualdad, hábitos de consumo y vida, cambios estructurales de carácter antropogénico, como el cambio climático”, finalizó.