En los últimos meses de este año, el realismo mágico ha triunfado en la pantalla. Con adaptaciones como ‘Pedro Páramo’ y ‘Como Agua para chocolate’ de HBO, así como el tan esperado estreno de ‘Cien años de soledad’ (y el fuerte rumor de la filmación de una serie basada en el libro de ‘La casa de los espíritus’ de Isabel Allende), el género ha cautivado a las audiencias. Pero ¿Qué hay de las mujeres detrás de estas historias? En Tinta Rosa, exploraremos el Realismo Mágico escrito por mujeres, un tema que me apasiona en personalmente. El Realismo Mágico, un movimiento de la literatura autónoma e identitario, surgió como una forma de expresión única y auténtica. A diferencia de otros se centró en la experiencia latinoamericana, explorando temas como la identidad, la cultura y la historia del continente. Escritoras que han enriquecido el género con sus voces y perspectivas únicas.
Escrito por: Silvia Tapia Poma
En el contexto del Realismo Mágico las mujeres latinoamericanas encontraron una voz y un espacio para expresar sus experiencias y perspectivas. Autoras como Elena Garro, Isabel Allende, María Luisa Bombal, Laura Esquivel crearon obras literarias que reflejaban la complejidad y la riqueza de la identidad femenina latinoamericana. Sus historias exploraron temas como la maternidad, la sexualidad, la identidad y la lucha por la igualdad en un contexto social y cultural patriarcal.
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Para comprender la visión femenina en Realismo Mágico, es necesario definir el concepto y sus características. El Realismo Mágico es un género literario que surgió en Latinoamérica en la segunda mitad del siglo XX. Se caracteriza por fusionar elementos realistas y mágicos, creando un mundo único y fascinante.
Es complejo definir características precisas para enmarcarlo, ya que sus autores lo construyeron a lo largo del tiempo, aunque el concepto es paradójico, a pesar de las críticas, el Realismo Mágico ha sobrevivido y con el tiempo ha adquirido una gran popularidad y fuerza en la literatura universal.
En resumen, yo definiría el Realismo Mágico como un movimiento literario que surgió en América Latina en la década de 1930, es un tipo de narrativa que presenta lo extraño y lo peculiar como parte de la realidad cotidiana. El concepto es paradójico, ya que combina lo real y lo mágico. Puede confundirse con la literatura fantástica, el surrealismo y lo real maravilloso de Carpentier.
Según la mayoría de los críticos, el Realismo Mágico se caracteriza por los siguientes elementos que lo diferencian y hacen único:
- Lo extraordinario es parte de lo cotidiano – El autor presenta hechos poco probables o ilógicos sin sorprenderse ni dar justificaciones, invitando así al lector a asumir que, en el mundo narrado, la magia es parte de la realidad.
- Narrador imperturbable – El Realismo Mágico se caracteriza por la presencia de un narrador que presenta lo extraordinario como parte de lo cotidiano sin causar extrañeza o asombro. Este narrador impasible invita al lector a participar activamente en la construcción de la trama.
- Crítica Social – En cuanto a la crítica social y política, el Realismo Mágico surgió en un contexto de agitación en América Latina. Por lo tanto, muchas de las obras de este género literaria contienen críticas a la sociedad y la política de la época.
- Memoria y tradición Latinoamericana – El Realismo Mágico se nutre de la memoria y la tradición latinoamericana. Los autores de este género exploran temas de identidad e historia a través de la narrativa, buscando responder preguntas sobre nuestra identidad como pueblo y nuestra historia como naciones. Aborda temas como nuestras tradiciones, mitos, símbolos, historia individual, familiar, personal y nacional.
- Tiempo y espacios – El Realismo Mágico utiliza el concepto de cronotopo, fusionando tiempos y espacios para crear un entorno narrativo singular.
- Descripciones sensoriales – El Realismo Mágico se caracteriza por sus descripciones sensoriales, lo que permite al lector experimentar el mundo narrativo de manera inmersiva. El narrador apela a todos los sentidos, creando una atmósfera perfecta para una literatura visual a través de descripciones minuciosas.
- Uso simbolismo – Los autores del Realismo Mágico utilizan el simbolismo de manera compleja y creativa para transmitir ideas, emociones y conceptos relacionados con la cultura y lo onírico. Como, por ejemplo, el uso de elementos tradicionales o religiosos para crear un lenguaje simbólico.
Es importante destacar que el Realismo Mágico se nutre de la identidad latinoamericana, reflejando la historia, paisajes, tradiciones, costumbres y creencias de América Latina. Su magia se inspira en las raíces, el folclor, el sincretismo religioso, sus indígenas y las leyendas populares de la región.
En este contexto, la visión femenina del Realismo Mágico ofrece una perspectiva única sobre la experiencia de las mujeres latinoamericanas del siglo XX. Autoras como Isabel Allende, Elena Garro y Laura Esquivel entre otras, han explorado temas como la cultura, la identidad y la historia, ofreciendo una visión profunda y emocionante de la condición de las mujeres latinoamericanas.
La literatura del Realismo Mágico escrita por mujeres aportó una novedad significativa a la literatura latinoamericana, al abordar temas de identidad y cambio social desde una perspectiva femenina y no tradicional.
Las protagonistas de las obras de las escritoras mencionadas anteriormente son mujeres activas que viven en momentos de cambios sociales históricos. Estas mujeres cambian no solo su propio destino, sino también el de su país.
Por ejemplo, en la novela ‘Como agua para Chocolate’, el personaje de Gertrudis escapa de su casa y se une a las tropas revolucionarias.
La visión femenina del Realismo Mágico se centra en la experiencia de las mujeres, explorando sus emociones, relaciones y luchas. Las escritoras plantearon temas como la maternidad, el amor, la pasión, el matrimonio, el deber ser y la opresión a través de la narrativa. Sus novelas lograron ofrecer una visión profunda y emocionante a la condición femenina en América Latina.
La precursora de la corriente, Elena Garro, escritora mexicana, exploró temas sobre la identidad femenina, el poder y la opresión en su narrativa, su novela ‘Los recuerdos del porvenir’ que obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia en 1963.
El suyo es un realismo mágico, próximo al cuento de hadas y la narración terrorífica. Un realismo que anula tiempo y espacio, que salta de la lógica al absurdo, de la vigilia al sueño pasando por la ensoñación.
(Caraballo 516)
La obra de Garro sentó las bases para la visión femenina del Realismo Mágico, que ha sido continuada por importantes escritoras como Esquivel y Allende.
A continuación, se presentan los elementos que aportó la visión femenina al Realismo Mágico:
1.- Voz Femenina: La visión femenina en el Realismo Mágico se centra en la experiencia de las mujeres. Se caracteriza por voces femeninas fuertes, auténticas y rebeldes.
2.- Uso del Tiempo: El tiempo en el Realismo Mágico no es lineal ni cronológico. Las autoras lo transforman en un elemento cíclico o circular, entrelazando diferentes épocas, generaciones y días, Por ejemplo, pueden saltar entre momentos históricos diferentes.
3.- Espacios: El Realismo Mágico utiliza lugares físicos para representar rupturas y transgresiones. Por ejemplo, la cocina para la mujer latinoamericana es un espacio privado se mucho significado en la novela de ‘Como Agua para chocolate’, la cocina es un espacio exclusivamente femenino que se convierte en un lugar de liberación y refugio para el personaje de Tita de la Garza, en ese espacio ella puede sentir, desahogarse y crear con total libertad. Además, espacios masculinos pueden ser invadidos por mujeres para reclamar un nuevo lugar en la sociedad.
4.- La representación de la muerte: Se aborda con sutileza y magia. Las autoras utilizan la muerte como un elemento que permite explorar cuestiones como la vida, la memoria y la identidad.
5.- Lo onírico, el sueño: Estos elementos transmiten subjetividades y crean un mundo más complejo. Los sueños en el Realismo Mágico están llenos de símbolos que cuestionan la realidad y presentan nuevas visiones del mundo o una vía de escape de la realidad.
6.- Uso de la tradición oral: Es un elemento fundamental del Realismo Mágico. Las autoras incorporan la sabiduría ancestral y la superstición de los mitos, leyendas y cuentos populares para crear un mundo narrativo rico.
7.- La ironía: La ironía y el humor son dos elementos característicos de la visión femenina del Realismo Mágico, las escritoras hacen uso de ambos para criticar a la sociedad patriarcal, una característica muy propia de la cultura latinoamericana.
En los artículos de Tinta Rosa iremos explorando cómo las mujeres han enfrentado un proceso lento y difícil en el mundo de la literatura, especialmente en Latinoamérica. Por lo tanto, el Realismo Mágico representó un gran avance para las escritoras, ya que cuestionó la ideología dominante y convirtió a mujeres en pioneras, aunque muchos no lo reconozcan. Además, la visión femenina enriqueció la corriente con elementos propios, lo que llevó a que muchas obras famosas y vendidas fueran escritas por mujeres.
Finalizo este viaje por el Realismo Mágico mencionando que es una corriente revolucionaria por sí misma, pero la visión femenina lo es aún más porque no solo cuestiona la realidad de la época y hace una crítica social, sino que redefine por completo la ideología que dictaminó la identidad de género. El hombre macho, al que no se le permitía expresar emociones, y la mujer, que debe obedecer sin cuestionar, son ejemplos de esta ideología.
Como mencioné anteriormente, la literatura nos permite humanizarnos, reflejar realidades sociales, humanas y conectar con símbolos, relatos, personajes. El realismo mágico integra la magia y la mitología de nuestras sociedades antiguas, que construyeron un imaginario social que sentimos como propio, aunque no siempre lo comprendamos.
Las protagonistas de estas obras viven la experiencia de ser mujer en un mundo similar al nuestro, quizás al de nuestras madres, abuelas, tías…, cuya existencia fue determinada por un hombre, cuyos espacios y relaciones fueron dictados por su condición de ser mujer y cuyo destino lo marcaron otros.
Para finalizar, quisiera reflexionar sobre el hecho de que, aunque no es fácil adaptar la literatura al ámbito audiovisual, los directores, productores, guionistas y actores que trabajaron juntos para llevar las obras de estos autores y autoras latinoamericanas a la pantalla lograron que el espectador pudiera experimentar algo de esa magia. Lo más importante es que acercaron a nuevas generaciones que, desafortunadamente, no tienen el hábito de la lectura, promoviendo así la literatura latinoamericana y, quizás, despertando en alguno de ellos un futuro lector.
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