Escrito por 12:00 am Especial, Salud

Los esfuerzos necesarios

por Guadalupe Fabián / Wendy Bencomo / Mariana Gómez / Arturo Brum

Seis de cada diez adultos mexicanos presentan sobrepeso u obesidad, y esta última es quizá el reto más grande al que se enfrente nuestro país, ya que es el principal factor detonante de la diabetes, y actualmente México ocupa el primer lugar de obesidad infantil en el mundo


La Diabetes Mellitus tipo 2 (DM 2) corresponde al 90% de los casos a nivel mundial. Este tipo de diabetes está relacionada con predisposición genética, obesidad y con un estilo de vida sedentario.

De acuerdo con estimaciones de la Fundación IDEA la mayor parte de la población adulta en México presenta sobrepeso u obesidad, independientemente de su nivel socioeconómico: 26% de la población no pobre presenta obesidad; pobreza moderada 25% y pobreza extrema 21.7%. En cuanto al sobrepeso: 40.5 % de la población no pobre, 38.5% pobreza moderada y 35.9% para los pobres extremos, y más de 90% de los pacientes mexicanos no están  controlados, en contraste con aquellos que radican en países europeos, donde el control es de hasta el 60 %.

Desafortunadamente, en nuestro país sólo se prescribe insulina de 4% a 6% de los pacientes; mientras que en Europa se aplica a 25%. En México gastamos más en el tratamiento de las complicaciones que en prevención, detección temprana y control de las enfermedades.

Diagnóstico 2012-2025

La transición epidemiológica alcanza su mayor expresión en la diabetes; desafortunadamente, muchos factores, como una alimentación inadecuada y el sedentarismo, afectan su desarrollo y provocan que siga en aumento.

El 14.4% de los mexicanos de entre 20 y 64 años de edad viven con diabetes, es decir, 40% más de los que se había estimado inicialmente a través de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2006. México se ubica en el quinto lugar entre los países del continente americano con la mayor prevalencia de diabetes.

En las personas que viven con diabetes se reduce la expectativa de vida: nueve años en los hombres y siete en las mujeres.

Proyección mundial

La carga de morbilidad de la diabetes está aumentando en todo el mundo, en particular en los países en desarrollo. Las causas son complejas, pero en gran parte están relacionadas con el rápido aumento del sobrepeso, la obesidad y la inactividad física.

Aunque hay pruebas de que los casos de diabetes y sus complicaciones se pueden prevenir con una dieta saludable, actividad física, un peso corporal ideal y evitando el tabaco, a menudo estas medidas no se ponen en práctica.

Son necesarias acciones coordinadas de política internacional y nacional para reducir la exposición a los factores de riesgo que conllevan a la diabetes.

De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo hay más de 364 millones de personas con diabetes. Se estima que en 2004 murieron más de 3.4 millones de personas por causa de esta condición de vida; probablemente, esta cifra se duplicará en el año 2030.

En México, la diabetes es el padecimiento con la tasa más alta de mortalidad; en 2008 fue causa de más de 75 mil muertes.

La FMD está comprometida en desarrollar estrategias que contribuyan a mejorar aprendizajes y comportamientos relacionados con el autocuidado en virtud de que la diabetes es un padecimiento complejo, que lleva implícita una serie de situaciones que comprometen el control en los pacientes, lo cual favorece el desarrollo de complicaciones, con los consecuentes trastornos en la calidad de vida, muertes prematuras e incremento en los costos de atención y tasas de hospitalización debido a complicaciones.

El reto para nuestras instituciones de salud, fundaciones y la FMD será diseñar cambios importantes en estilo de vida y hábitos. Debemos trabajar juntos en el diseño de estrategias de prevención y tratamiento de la diabetes en México.

Asimismo, deberá formar parte de los objetivos la estimulación de la actividad física vigorosa para mantener un peso saludable, mantener una alimentación adecuada (evitar alimentos con alto contenido de azúcares y grasas saturadas y limitar las bebidas alcohólicas) y evitar el tabaco.

Nuestros esfuerzos deberán presentar atención especial a la detección oportuna de complicaciones y estimular el monitoreo del paciente, así como la administración de medicamentos especializados para controlar la diabetes.

No debemos descuidar la actitud del paciente hacia su enfermedad. Es preciso buscar mejorar su calidad de vida, asegurar la adherencia al tratamiento y evitar la enfermedad del núcleo familiar.

Referencias

I. Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2006

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