El Observatorio de la OIT, a través del informe “La COVID-19 y el mundo del trabajo”, dio a conocer que en los tres primeros trimestres del 2020, “los ingresos provenientes del trabajo a escala mundial han disminuido alrededor de un 10.7%, a saber, 3.5 billones de dólares con respecto al mismo período de 2019”.
Además, reporta que la pérdida de horas laborales a nivel mundial fue “sustancialmente mayor” en los primeros nueve meses del 2020 respecto de las previsiones que se tenían para el mismo en la edición anterior del estudio.
Si se compara el segundo trimestre de 2020 con el cuarto trimestre del 2019, el retroceso fue de retroceso del 17.3%, lo que significa la pérdida de 495 millones de empleos de tiempo completo.
“La mayor caída de ganancias provenientes del trabajo se produjo en los países de ingresos medianos bajos, donde alcanzó el 15.1%, mientras que la región más afectada fue América, donde se registró una pérdida del 12.1%”, señala.
Sin embargo, se destaca que esta reducción del empleo es atribuible “en mayor medida al grado de inactividad que al nivel de desempleo, lo que conlleva amplias consecuencias en materia de adopción de políticas”.
El documento indica que en los países de ingreso mediano alto, alrededor del 70% de los trabajadores residen en naciones con medidas de cierre. En países de ingreso bajo, aunque se registre un incremento de casos de COVID-19 las restricciones empiezan a suavizarse.
“La revisión al alza de la pérdida de horas laborales se debe a que los trabajadores de las economías en desarrollo y emergentes, en particular en el sector informal, se han visto mucho más afectados que en crisis anteriores”.
Señala que para que los países en desarrollo alcancen “la misma relación entre el valor resultante de la aplicación de medidas de incentivo fiscal y el asociado a la pérdida de horas de trabajo que existe en los países de ingresos altos”, tendrían que llevar a cabo una inversión de 982 mil millones de dólares.
“Para el tercer trimestre de este año se prevé una leve mejoría con la pérdida del 12.1% de horas de trabajo a escala mundial, mientras que para el cuarto la cifra se ubicaría en un 8.6%. Este resultado supondría un aumento del 4.9% respecto a la anterior previsión de la OIT”, detalla el documento.
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