por Mario Luis Fuentes
De acuerdo con los datos de Consejo Nacional de Población, en el 2010 había aproximadamente 12 millones de mexicanas y mexicanos radicando de manera permanente en los Estados Unidos de América; si a ellos se suman sus hijas e hijos, la cifra llega a los 33 millones. Destaca el hecho de que hay cada vez más jóvenes migrando: de los 12 millones señalados, casi 4 millones tenían en 2010 entre 12 y 29 años de edad. Guanajuato, Jalisco, Michoacán y Zacatecas, siguen siendo los estados con mayor intensidad migratoria en el país.
La década de los años 70 marca un antes y un después en la dinámica migratoria México – Estados Unidos. En efecto, de acuerdo con los datos del Consejo Nacional de Población (CONAPO), entre 1960 y 1970, la pérdida anual de población por concepto de emigración internacional se ubicó en alrededor de 28 mil personas.
En la siguiente década, esta magnitud creció en aproximadamente cuatro veces, pues la emigración anual estimada pasó a cifras que se ubican entre las 120 mil y las 150 personas que dejaron el país para ir a vivir de manera permanente a los Estados Unidos de América.
Para la década que va de 1980 a 1990, la pérdida neta anual por migración internacional, predominantemente hacia los Estados Unidos, se ubicó en un promedio anual aproximado entre las 210 y las 260 mil personas.
Posteriormente, en el primer quinquenio de 1990 la cifra se elevó a 300 mil migrantes anuales; mientras que en el segundo quinquenio de esa década se incrementó aún más a un promedio de 360 mil personas al año; cifra que llegó a su nivel récord entre los años 2000 y 2005, periodo en el que se ubicó en 400 mil migrantes anuales.
Un país en constante movimiento
De acuerdo con los datos del CONAPO, de los 2,453 municipios que había en el país en el año 2010, había únicamente 93 municipios que no tenían registros de población migrante hacia los Estados Unidos de América; esto significa que el 96% de los municipios del país tienen al menos a una persona que ha decidido ir a vivir de manera permanente hacia aquel país.
Con datos del 2010, se estima que la población residente en Estados Unidos, que nació en México, ascendía a aproximadamente 12.3 millones de personas; sin embargo, si a ellas se suma la cantidad de personas que son descendientes de las y los inmigrantes en los Estados Unidos, la cifra se ubica en 34 millones de personas de origen mexicano de primea y segunda generación que radican de manera permanente en el vecino del norte.
Lo anterior ha llevado a que la población de origen mexicana sea, por nacionalidad, la primera minoría inmigrada en los Estados Unidos, y también la primera minoría en el marco de las comunidades denominadas como “hispanas” en aquel país.
Las magnitudes regionales
A pesar de que como ya se dijo, todo el territorio nacional presenta flujos migratorios internacionales relevantes, hay regiones que típicamente han mostrado una tendencia histórica de alta migración. Principalmente se encuentra al denominada “Región Centro-Occidente” o “de migración tradicional”, integrada por los estados de Guanajuato, Michoacán, Jalisco, Zacatecas, San Luis Potosí, Durango, Aguascalientes, Nayarit y Colima.
Esos nueve estados concentran a prácticamente el 50% del total de las personas emigradas del país; destacándose, en términos absolutos, el estado de Guanajuato, de donde, según los datos del INEGI, en el 2010 salieron 119,706 personas para ir a buscar un mejor destino hacia los Estados Unidos de América; la cifra es mayúscula pues sólo esta entidad concentra el 10% del total de las personas que emigraron ese año.
En segundo lugar en magnitud se encuentra el estado de Jalisco, con una cifra de 86,152 emigrantes; en tercer lugar está Michoacán, con 85,175; en cuarto sitio el Estado de México, con 75,694; y en quinto y sexto sitio Veracruz y Oaxaca, con totales de 62,720 y 58,913 emigrantes, respectivamente.
Como puede verse, de acuerdo con los datos del INEGI, estas siete entidades concentraron el 50% del total de las personas emigrantes que cruzaron la frontera para ir a trabajar hacia los Estados Unidos de América en el año 2010.
Una realidad local
Como ya se mencionó, la migración tiene expresiones regionales y territoriales diferenciadas, pues si bien en términos de magnitudes hay una muy alta representación de algunas entidades en el fenómeno migratorio, también es cierto que en algunas localidades, el fenómeno migratorio está provocando cambios demográficos muy fuertes, en función del tamaño de las mismas.
Así, considerando el peso relativo de la migración, a la luz de la recepción de remesas, así como a la presencia de hogares con migrantes de retorno, el CONAPO generó el Índice de Intensidad Migratoria Municipal, 2010, dando como resultado, por ejemplo, que los cincuenta municipios con más alta intensidad migratoria se ubican en once entidades.
Destaca en este conjunto, 17 se encuentran en Oaxaca; 11 están localizados en el estado de Michoacán; 5 en el estado de Guanajuato; 4 en los estados de Querétaro Zacatecas e Hidalgo, respectivamente; y uno en los estados de Aguascalientes, Durango, Jalisco, Nayarit y San Luis Potosí.
Los jóvenes que se van
Una de las características de la migración mexicana hacia los Estados Unidos de América en las últimas fechas, es que a diferencia de lo que ocurría en las décadas de los 70 y todavía en los 80, la población que está decidiendo marcharse es la más joven; esto, explican algunos expertos, va de la mano con un acelerado crecimiento de las personas en edad de trabajar que hay en el país, así como la imposibilidad para millones de ellas y ellos, de acceder a empleos con salarios dignos y en condiciones de formalidad.
Así, de acuerdo con el documento del CONAPO, titulado: “México ante los recientes desafíos de la migración internacional”, editado en 2012, la población joven emigrante de origen mexicano en los Estados Unidos de América creció de 2.5 millones en 1996 a 3.6 millones en 2006; y a casi 4 millones de jóvenes entre los 12 y los 29 años de edad.
Esta magnitud sitúa a la población joven de origen mexicano, como la más numerosa entre las poblaciones migrantes jóvenes en aquel país; pues de acuerdo con los datos del Buró del Censo de los Estados Unidos, este grupo representa el 34% del total de la población emigrada en el segmento de edad señalado.
Otro dato a destacar es que entre las y los mexicanos jóvenes, la mayor concentración se ubica entre los 24 y los 29 años de edad; es decir, una de las etapas de mayor capacidad productiva en el ciclo de la vida laboral, Así de los 3.6 millones de jóvenes en el segmento etario contabilizados en 2006, había 1.6 millones en el grupo señalado de los 24 a los 29 años de edad, es decir, el 52% del total.
El segundo grupo se ubicó entre los 18 y los 23 años de edad, con 1 millón de jóvenes emigrados a los Estados Unidos de América, los cuales representan casi el 35% del total; mientras que el resto se ubica en el grupo de adolescentes de 12 a 17 años de edad, el cual suma un total de 517 mil adolescentes que deberían estar o bien en la educación secundaria o en la preparatoria en nuestro país.
*Columna publicada con el mismo nombre en el periódico Excélsior, 06- Mayo- 2014, p.28
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