por Rogelio Flores
I
Decía Ludwig Wittgenstein que los límites del lenguaje que usamos son los límites de nuestro mundo. Es decir, en medida que nuestro lenguaje es más rico, amplio, profundo, diverso y plural, la percepción que tenemos del mundo, de la realidad, e incluso de quienes nos rodean, también lo será. Ampliarlo, en ese sentido, nos permite reasignar significados a los conceptos que conocemos desde siempre; ello nos ayuda a trascender límites, y por tanto, fronteras, nos abre la puerta a ser libres.
“Suplicantes” de Eurípides es una tragedia singular en el corpus del dramaturgo ateniense. En ella…
El pasado septiembre de 2024, se promulgó una reforma constitucional que modificó la impartición de…
Back in 2018 I spent some time in the city of Mitaka - which happens…
En los próximos días, a más tardar el 1º de abril, la Cámara de Diputados…
Colotes de Lámpsaco, un destacado seguidor de Epicuro y crítico de las filosofías rivales, es…
Terrible asunto este del exfutbolista metido a pseudopolítico Cuauhtémoc Blanco. El personaje siempre me ha…
Esta web usa cookies.