Actualmente el mundo de la moda parece estar dominado por dos contradicciones: por un lado, el casi permanente cambio: renovarse o morir (fast fashion). Por eso, a lo largo de un año surgen distintas tendencias que, si queremos estar a la moda, tenemos que seguir. Adiós a las temporadas primavera/verano y otoño/invierno.
Escrito por: Daniela Grave Aragón
Por el otro lado, gracias a que compramos en las mismas tiendas, nos vemos igual a todos los demás. Entonces, ¿en dónde está el cambio, la variación?
En estos tiempos somos muchos los que nos vemos atraídos a comprar en las llamadas tiendas de fast fashion, establecimientos en donde se venden enormes volúmenes de ropaa precios bajos, pero que utilizan materiales de mala calidad para crear sus prendas, por lo que no duran y se desechan rápidamente. Estas tiendas tienen el propósito de sustituir constantemente las tendencias e incentivar así la compra desmedida.
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Uno de los grandes problemas de esto es que la industria textil es la segunda más contaminante del mundo, pues produce el 20% de las aguas residuales en el mundo y el 10% de las emisiones totales de carbono. Además, se utilizan materiales derivados del petróleo, como el poliéster y el nylon, que provocan que la ropa sea contaminante ya que tarda cientos de años en descomponerse.
Por lo tanto, el consumo voraz tiene graves consecuencias: se calcula que el 60% de las prendas producidas en el mundo terminan, incluso todavía con etiqueta, en vertederos o incineradores, de manera que causan daños a la atmósfera, a la tierra y al agua. Solamente en la CDMX se tiran tres mil 700 millones de toneladas de residuos textiles al año, de los cuales sólo se recicla el 1%.
Además de lo ya mencionado, la producción de ropa contamina los mares con alrededor de 500 mil toneladas de microplásticos y en su elaboración se utiliza un exceso de agua para teñir las prendas. Sumado a esto, se calcula, por ejemplo, que para fabricar una camiseta de algodón se utilizan unos 2, 900 litros de agua.
Para hablar del caso específico de nuestro país, el agua contaminada por la industria textil que se tira al río Atoyac afecta amás de 2 millones de personas en Puebla.
Por si esto fuera poco, el uso de colorantes químicos dañan también nuestra salud, ya que contienen metales tóxicos como el plomo, el níquel y el cromo y cada vez que lavamos ropa teñida de esta manera, estas sustancias contaminantes se desechan en el medio ambiente.
Es por todo lo anterior que, si queremos ser consumidores responsables con el medio ambiente, debemos encontrar mejores maneras de adquirir ropa. Una de ellas puede ser voltear a ver marcas locales y sustentables para comprar productos de segunda mano. Así, matamos dos pájaros de un tiro: ayudamos al medio ambiente y a la economía local también.
De esta manera, comprar prendas en tiendas vintage o de segunda mano se ha convertido en casi una necesidad para aquellos comprometidos, no sólo con crear looks diferentes y vanguardistas, sino también con el cuidado del medio ambiente, ya que usar ropa vintage ayuda a disminuir la contaminación del planeta al alargar la vida útil de las prendas y evitar los desperdicios. Es así que la decisión de comprar algo para vestir ya no impacta solamente en nuestro bolsillo, sino en el planeta en general.
De ahí que usar ropa vintage, de segunda mano o preamada, como también se le conoce, ya no se ve como algo malo, sino muy por el contrario. Esto ha provocado un auge de este tipo de tiendas, pero pocas, por no decir ninguna, como Well Fandango.
Esta marca no solamente contribuye al cuidado del planeta, sino que también te ayuda a crear un estilo único que te distinga de entre la multitud a través de sus piezas vintage de excelente calidad intervenidas por el equipo creativo de la marca, así como por artistas locales y extranjeros. Por lo tanto, Well Fandango es una magnífica alternativa a las marcas de fast fashion gracias a la importancia que le dan a las tres erres del cuidado del planeta: reducir, reciclar y reutilizar.
Y no son pocos los que escogen esta marca como opción más sustentable. De hecho, el pasado 23 de julio, el rapero mexicano Alemán utilizó prendas de Well Fandango para su concierto, hasta ahora, más importante: se presentó ante 20 mil personas en el Palacio de los Deportes y actuó en compañía de artistas de la talla de Milkman, Jesse Baez, Ximena Sariñana, Junior H y Lupillo Rivera.
Es momento de cambiar de rumbo hacia una moda ecológica que vaya de la mano con un consumo responsable, dirigir la mirada a marcas locales que con su visión moderna, innovadora y sustentable, representan una gran opción para dejar atrás las viejas prácticas de consumo fútil y desmedido que, además, significan un golpe más para la salud del planeta. Todo esto lo reúne Well Fandango.
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● “Ropa de segunda mano, tiendas ‘vintage‘… ¿nos ayudan a ser más ecológicos?”, Hola.
● “Moda y Consumo Responsable: Ropa Vintage y de Segunda Mano”, Conexión verde. Blog de Cultura Sustentable.
● “Fast fashion: de tu armario al vertedero”, Greenpeace.
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