El INEGI define como causas externas de mortalidad a los homicidios, los accidentes y los suicidios. En conjunto, se consideran como muertes accidentales y violentas.
Escrito por: Mario Luis Fuentes
En los últimos años, se ha vuelto un lugar común hablar de los homicidios dolosos (aquellos en los que el agresor tiene la intención de quitar la vida) como el indicador más relevante para dimensionar las condiciones de violencia que hay en el país. Sin embargo, esta forma de abordar el problema invisibiliza y, de hecho, puede llevar a la percepción de que los homicidios culposos (aquellos en que el responsable no tenía la intención premeditada de quitar la vida a la víctima) son menos graves o incluso “menos violentos” que el homicidio intencional.
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Por ello es relevante destacar que los homicidios culposos son también una forma violenta de perder la vida (aunque no haya intención en las o los responsables), y que su entendimiento y explicación deben formar parte de las políticas públicas de prevención de la violencia y la delincuencia en el país.
Datos crecientes
De acuerdo con las estadísticas de incidencia delictiva del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en la presente administración, es decir, de diciembre de 2018 a enero del 2022, han perdido la vida por homicidios culposos 55,341 personas. Para todo el 2019 la cifra es de 17,420 personas fallecidas por estas causas; en el 2020, probablemente por el efecto del confinamiento de la pandemia, la cifra se redujo a 16,877, pero en 2021 hubo un nuevo repunte a 17,975 casos, lo que significa un incremento de 6.5% entre 2021 y 2020.
Los tipos
Es interesante observar que al interior de los homicidios culposos se tienen cinco categorías de clasificación: a) por disparo de arma de fuego; b) por lesión con arma blanca; c) por accidente de tránsito; d) “otro elemento”; y e) “causa no especificada”.
De los primeros, entre 2019 y 2021 hay una reducción importante en el número de víctimas que pierden la vida por disparo de arma de fuego. En 2019 hubo 71 víctimas; en el 2020 el número se redujo a 68; y en 2021 a 58. En el segundo caso, de homicidios culposos por herida de arma blanca, la cifra pasó de 4 víctimas en 2019 a 10 en 2020; y a 11 en el 2021.
Es en el rubor de accidentes de tránsito en el que se registró el mayor incremento absoluto entre los años señalados. Así, en 2019 se tuvo un registro de 13,199 víctimas mortales. En 2020 la cifra descendió a 12,984; mientras que en el 2021 se registró la cifra más alta desde que se tiene registro comparable, que fue de 15,033, lo que representa un incremento de 15.7% entre 2021 y 2020.
También han descendido en números absolutos los casos de víctimas de homicidio culposo “por otro elemento: de 3,81 casis en 2019, a 3,015 en 2020 y a 1,948 en el 2021.
Sin embargo, resulta llamativo que el rubro de los casos “no especificados” en su causa haya crecido significativamente: de 665 en 2019, a 800 en 2020 y a 925 en 2021.
No debe olvidarse que estas estadísticas son reportadas por las Fiscalías Estatales y que podrían tratarse de solo errores de registro administrativo; o en casos que serían graves, de ocultamiento de información; y eso es algo que las autoridades deben aclarar.
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