La OMS informó que las naciones más pobres no están recibiendo las vacunas contra el COVID-19, ya que actualmente 42 países están implementando la vacunación contra el nuevo coronavirus, pero 36 de ellos son países de ingresos altos y seis son de ingresos medios.
“Existe un problema claro de que los países de ingresos bajos y medios aún no están recibiendo la vacuna”, apuntó el organismo.
Además, se ha observado un incremento en los precios de las vacunas que pone en riesgo que las personas más pobres puedan acceder a ellas, lo que, según la OMS, puede llevar a la derrota de todos, pues se le dará al virus la oportunidad de mutar.
“El nacionalismo de vacuna nos lastima a todos y es contraproducente. Por el contrario, la vacunación de manera equitativa salva vidas, estabiliza los sistemas de salud y conduciría a una recuperación económica verdaderamente global que estimule la creación de empleo”, aseguró Tedros Adhanom, director de la OMS.
Frente a ello, la OMS ha exhortado a que los fabricantes den prioridad al suministro y la implementación a través del mecanismo internacional COVAX, para el desarrollo y distribución equitativa de vacunas contra el COVID-19.
“Insto a los países que han contratado más vacunas de las que necesitarán y están controlando el suministro mundial, a que las donen y las entreguen a COVAX de inmediato, que está listo ya para desplegarlas rápidamente”, señaló Adhanom
La OMS advierte que estamos ante una perspectiva en la que grandes proporciones de la población serán vacunadas en unos países, al mismo tiempo que otros países no contarán con acceso para su gente.
Por ello, pide no caer en politizar las vacunas y trabajar para proteger a todos los grupos vulnerables que las requieren alrededor del mundo: los grupos que están en riesgo, por su edad y las personas vulnerables que pueden enfermar gravemente y los trabajadores de la salud que están expuestos a este virus.
El doctor Michael Ryan, director del área de emergencias de la Organización, ha advertido en este sentido que es importante destacar que también nos ayudaría a limitar la posibilidad de que el virus mute.
“Las variantes actuales muestran que el virus está haciendo todo lo posible para adaptarse a la circulación en curso dentro de la población humana. Esto es normal en todos los virus, pero en la actualidad lo ayudamos a prosperar si no reducimos la transmisión y no vacunamos de manera equitativa”, señala.
