Los rezagos y los retos para la educación post-pandemia

Uno de los mayores retos que enfrenta nuestro país, desde hace ya varias décadas en la educación, es garantizar niveles apropiados de aprendizaje para las y los niños, niñas y adolescentes matriculados en los diferentes niveles del sistema educativo nacional. Para evaluar cuáles son los niveles de aprendizaje, México ha participado desde su ingreso a la OCDE, en las pruebas PISA, las cuales miden precisamente las competencias adquiridas por el estudiantado en distintas áreas.

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De manera preocupante, desde hace décadas también, México aparece constantemente en los últimos lugares entre los países que integran al citado organismo; de hecho, los últimos resultados, relativos al 2018, dados a conocer recientemente en un documento publicado por la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación, confirman los bajos niveles de logro de nuestro país en esta materia.

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Baja comprensión lectora

En el ámbito de la comprensión de lectura, México obtiene en la prueba PISA 2018 un promedio de 420 puntos, indicador que se ubica 63 puntos por debajo del promedio general obtenido por todos los países integrantes de la OCDE. A fin de comparar estos resultados con los de nuestros principales socios comerciales, es interesante mostrar que en los Estados Unidos de América el resultado promedio fue de 505 puntos y en Canadá, de 520 puntos; es decir, mientras que ambos países se encuentran por arriba del promedio en la OCDE, México se encuentra muy por debajo de sus resultados.

También destaca que los resultados obtenidos por México se ubicaron por debajo de los registrados en Chile, y estadísticamente son similares a los de Uruguay, Costa Rica, Brasil y Colombia.

Los resultados obtenidos muestran que México se ubica en promedio en el nivel 2 o por debajo de él, entre 6 niveles posibles. Esto significa que únicamente 11 de cada 20 estudiantes alcanzan el nivel mínimo, lo que implica: “identificar la idea principal en un texto de longitud moderada; encontrar información basada en criterios explícitos, algunos de ellos complejos; y reflexionar sobre el propósito y la

forma de los textos cuando se les indica de manera expresa que lo hagan”. En contraste con esta realidad, únicamente el 1% de las y los estudiantes se encuentran en niveles de alta comprensión de lectura.

Malas cuentas

En el área de matemáticas los resultados son igualmente bajos. Mientras que las y los estudiantes mexicanos se ubicaron en puntajes que oscilan entre 358 y 420 puntos, el promedio de la OCDE obtuvo indicadores entre 482 y 555 puntos; es decir, los puntajes más altos en México apenas alcanzan los umbrales más bajos del promedio de los países que integran a este organismo.

En el área de matemáticas, en nuestro país no se llega al 1% de las y los estudiantes en los máximos niveles (5 y 6); de esta forma, sólo 11 de cada 25 estudiantes (43.7%) se ubica en el nivel mínimo de aprendizaje esperado, mientras que el resto, se ubica por debajo de ese umbral, es decir, no pueden “interpretar y reconocer, sin

instrucciones directas, cómo se puede representar matemáticamente una situación simple, por ejemplo, comparar la distancia total de dos rutas alternativas o convertir los precios en una moneda diferente”.

Debe considerarse que estos resultados son del año previo a la pandemia, por lo que la situación podría haber empeorado e incrementado los retos de los Objetivos del Desarrollo Sostenible.

www.mexicosocial.org / Mario Luis Fuentes

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