por Manuel de J. Campa G.
El nacimiento de un niño sano es un acontecimiento que se celebra en todas las sociedades. El embarazo es un evento fisiológico, sin embargo, debe ser considerado como de excepción (hecho o fenómeno que no se adecúa a una regla), ya que es capaz de producir la muerte, o daño permanente, tanto a la madre como al recién nacido
¿Qué es el Riesgo Reproductivo (RR)?
Es la probabilidad de enfermedad o muerte que tienen la mujer o su futuro hijo en caso de embarazo en condiciones no ideales; es decir: todos aquellos factores externos o intrínsecos a la mujer que puedan desarrollar alguna complicación durante la evolución del embarazo, el desarrollo del parto, del puerperio o que puedan alterar de alguna forma el desarrollo normal o la supervivencia del producto.
El riesgo reproductivo se clasifica de la siguiente manera:
Riesgo Preconcepcional (RRP), el cual se aplica a las mujeres en edad reproductiva en los periodos no gestacionales: su objetivo es clasificar a la mujer en edad fértil no gestante de acuerdo al riesgo que un futuro embarazo produciría en la salud de ella, el feto o el recién nacido.
Riesgo Obstétrico (RRO), que se aplica a las mujeres durante la gestación, el trabajo de parto, alumbramiento y en el puerperio.
Riesgo Perinatal (RRPN), éste abarca desde la vigésimo cuarta semana de gestación hasta la primera semana de vida del recién nacido, comprendiendo el periodo fértil tardío y el periodo neonatal precoz. Es un concepto más evolucionado que el riesgo obstétrico, pues es un instrumento de predicción que, además de considerar los riesgos maternos, incluyen los riesgos para el feto o recién nacido.
La gestantes de RR constituyen del 20% al 30% del total de embarazadas, y son responsables de 70% a 80% de la mortalidad perinatal. El éxito de la atención prenatal reside en la identificación temprana de las gestantes con factores de riesgo.
El (RRP) puede ser de carácter biológico, psicológico y social, y no es valorado por igual en cada caso, es decir, que la misma condición de riesgo no repercute de forma igual en cada mujer o pareja, por lo que debemos hacer un enfoque y análisis individualizado en cada caso.
Generalmente se aborda con insistencia la presencia de RRP en la mujer, sin abordar el concepto de género y los riesgos preconcepcionales en el hombre, tanto aquellos relacionados con afecciones sistémicas modificables y los del aparato reproductor (infecciones de transmisión sexual), como los que tienen que ver con hábitos tóxicos como, por ejemplo, el alcoholismo, o con conductas sociales inadecuadas.
En países como Brasil, México y Venezuela se ha incrementado el número de mujeres con RRP, alcanzando la población de menores de 20 años hasta un 25% o 30% del total de mujeres.
La consulta preconcepcional permite detectar anticipadamente los posibles riesgos obstétricos que pudiera enfrentar una mujer cuando desee embarazarse. En México la NOM-007-SSA2-2010 relativa a la atención del embarazo y publicada en el DOF el 05 de noviembre de 2012 señala que la consulta pregestacional debe ser un fundamento que se debe fomentar en la práctica clínica y obstétrica moderna. Idealmente, la mujer debe tener una valoración preconcepcional tres meses antes de intentar un embarazo.
El RRP puede y debe ser detectado aun antes de que el embarazo ocurra, y causado por padecimientos presentes en la madre o por antecedentes desfavorables en gestaciones o en hijos previos; para que esto sea posible, la mujer susceptible al embarazo debe favorecer su evaluación oportuna para permitir la corrección de su patología, la limitación de su reproducción o al menos el conocimiento de riesgo.
Si en las instituciones de salud o en las comunidades se dispusiera de mecanismos para identificar mujeres en edad reproductiva no embarazadas y portadoras de uno o más factores de riesgo, el paso siguiente sería el de instruirlas sobre el peligro de enfermedad o muerte que representaría un embarazo futuro.
En el IMSS las mujeres que deseen embarazarse pueden asistir junto con su pareja a las unidades de medicina familiar para que se les valore el RRP. El Instituto dio a conocer que se solicitarán los exámenes básicos que el médico considere pertinentes, y dependiendo de los resultados, se enviarán al nivel de atención correspondiente. Lo anterior se hace con el fin de que las mujeres se embaracen en las mejores condiciones de salud, controlando o modificando sus factores de riesgo. La intención es que el embarazo no tenga complicaciones.
En caso de no existir las condiciones favorables para procrear se sugiere posponer la planeación de la gestación, se les indica un tratamiento específico y el empleo de un método anticonceptivo, hasta que las condiciones de salud le permitan a la mujer embarazarse y tener un bebé sano.
Mejorar el manejo y control del RRP tiene sus bases en un trabajo comunitario, interdisciplinario y multisectorial, que se apoya en la medicina familiar. Está orientado a la atención de los casos de más alto RR, brindan atención prenatal a pacientes con determinados riesgos, tales como nutricionales, genéticos e infecciones del tracto reproductivo.
Para ello es conveniente perfeccionar los servicios de planificación familiar y riesgo reproductivo existentes, mejorando el manejo y control del RRP.
Para conocer la real magnitud del problema fundamentado en el diagnóstico de salud, es preciso enfocar las acciones para modificar el riesgo sobre la base del respeto al derecho de toda pareja o mujer a decidir cuándo y cuántos niños desean y conocer el momento oportuno para la concepción deseada, con acciones previas que eliminen, atenúen o modifiquen positivamente el RRP existente para aplazar el embarazo deseado, hasta el momento más oportuno para la concepción, mediando solo el tiempo necesario para ello.
Este programa establece una “negociación” con la pareja o la mujer sobre su futuro reproductivo, con pleno conocimiento de su riesgo, para que espere un tiempo (acordado entre ambas partes) para su estudio y mejoramiento de las condiciones. Esta conducta debe guiarse con una orientación adecuada, no imponerse, ya que se rompería la relación de respeto médico-paciente.
En el nivel de atención primaria de salud debe existir un programa para el control del RRP con el objetivo fundamental de incidir y modificar positivamente el riesgo existente antes de que la mujer se embarace, con el fin de lograr que la concepción ocurra en las mejores condiciones posibles.
La tendencia actual de todas las instituciones y países del mundo es canalizar todos sus esfuerzos en ofrecer el recurso más calificado y la tecnología más avanzada hacia la planificación familiar y la salud reproductiva. Sin embargo, una gran cantidad de gestantes de algunos países latinoamericanos no tienen la oportunidad de recibir atención preconcepcional y sus embarazos son atendidos en ambientes rurales por personal no médico. El impacto de esta orfandad de servicios médicos calificados produce incremento en las tasas de mortalidad materna y perinatal.
Uno de los aspectos cuya demanda aumentará previsiblemente en la atención primaria de salud es la atención en Salud Reproductiva (SR), teniendo en cuenta que el conocimiento médico basado en la evidencia, los criterios consensuados entre médicos de atención primaria y especialistas y las guías de buena práctica clínica definirán las actitudes, valores y expectativas en la atención primaria, y que la información modificará las relaciones con las pacientes, al aumentar el nivel de conocimientos de la población se hace necesario prestar atención a los principios éticos profesionales.
La calidad de atención en los servicios de SR responde a una estructura básica (recursos, organización, disponibilidad y prestación de servicios) en un proceso continuo de interrelación entre los usuarios, los prestadores de servicios, el sistema de salud y el sistema social. Este proceso puede verse afectado por prácticas inadecuadas o falta de capacitación, no solo en aspectos técnicos, sino en aquellos que involucran la comunicación con los usuarios.
La prestación de servicios médicos de calidad y calidez reducen el RRP; en el país existían en 2012 alrededor de 14,000 centros de salud, y el 63% están a cargo de pasantes: no hay personal permanente calificado.
El 10 de febrero del presente año se reunieron en la Ciudad de México los representantes de servicios de salud involucrados en el Programa de Centros Regionales de Atención Integral en Salud Reproductiva (CRAISaR) para analizar el “Reporte de Diagnóstico Inicial del Programa”. Entre los principales temas de discusión se comentaron las fortalezas de cada CRAISaR en el proceso de atención a la mujer embarazada y sus áreas de oportunidad, con la finalidad de focalizar sus estrategias a mejorar dichos rubros a futuro, destacando la importancia de colaborar con los esfuerzos de la Secretaría de Salud para mejorar la salud materna y los resultados perinatales.
La atención de la SR, para que sea verdaderamente preventiva, debe ser preconcepcional. Se estima que para el año 2025, México tendrá 11.7 millones de diabéticos, y una oportunidad para evitarlo es a través de políticas públicas con estrategias de educación para la salud de la población, incluyendo el RRP.
Los factores de riesgo para la diabetes durante el embarazo son: predisposición genética, sedentarismo y obesidad. La diabetes es un desafío nacional.
Manuel de J. Campa G. Especialista certificado “In Tempore” por el Consejo Mexicano de Ginecología y Obstetricia. Es Profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Veracruzana (U.V.) desde 1966; fue Comisionado de Arbitraje Médico del Estado de Veracruz de 1999 a 2008. |