La migración es un fenómeno que ha acompañado a la humanidad a lo largo de la historia, ya sea para satisfacer necesidades básicas como la alimentación, por convicciones políticas e ideológicas o para buscar un entorno favorable para el desarrollo de los seres humanos. Los movimientos migratorios por sí solos no representan una problemática, sin embargo, son las causas que dan origen a dichos movimientos lo que despierta mayor interés, así como los efectos políticos, económicos y sociales que estos conllevan tanto en las regiones expulsoras como en las regiones receptoras o de tránsito.
Redacción México Social / Daniela Flores
Con base en datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en el 2020 el saldo migratorio total fue de 3,807,844 personas que cambiaron su lugar de residencia dentro del país, lo que representa el 3.02% de la población total de ese mismo año.
Siendo los estados de Nuevo León, Querétaro, Quintana Roo, Yucatán, Baja California Norte y Sur los mayores receptores de población, estos estados se caracterizan en tener ciudades grandes con mayores actividades económicas del sector secundario y terciario (principalmente turismo). Por su parte los estados definidos como “expulsores” son Guerrero, Chiapas, Tabasco, Veracruz, Campeche y Oaxaca, estos estados se caracterizan por tener índices altos de pobreza y un crecimiento bajo o casi nulo de su actividad económica.
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La escasez de oferta de empleo digno y bien remunerado y la desigualdad social son parte del contexto que predomina en la estructura de la migración centroamericana en los países de origen; en el mismo sentido, en el caso específico de México, la región sureste está envuelta en una dinámica migratoria motivada por situaciones de precariedad y marginación social. El flujo de personas entre México y Estados Unidos de América hasta el año 2010 fue referido como el principal corredor migratorio en el mundo desde 1990.
De acuerdo con el United States Census Bureau (USCB), en el año 2017 el número de migrantes nacidos en México residiendo en Estados Unidos fue de aproximadamente 11,597,633, de estos la gran mayoría son personas que la literatura ha nombrado como de “baja calificación”.
Se ha estimado el número de migrantes mexicanos de mano de obra calificada en Estados Unidos en 301,718, alrededor del 2.6% del total de mexicanos viviendo en Estados Unidos. Estos datos posicionan a México como el cuarto país emisor de mano de obra calificada sólo detrás de India, China y Filipinas. Entre 1990 y 2010 la cantidad de migrantes de mano de obra calificada creció a una tasa promedio de 2.7%, mientras que la migración en general creció 1.8%. De 2011 a 2017 la tasa de migrantes calificados aumentó en promedio 4.8% mientras que la migración general creció 1.2%, de acuerdo con estadísticas de USCB. La inserción laboral de los migrantes calificados en los mercados no se da de forma óptima en todas las ocasiones, ya que muchos de ellos se encuentran ocupando puestos de trabajo de baja calificación.
Se estima que 41.6% de los migrantes mexicanos de mano de obra calificada se encuentran en una condición laboral de baja calificación. Pese a que obtienen salarios más altos de los que obtendrían en nuestro país, sufren una situación de pobreza laboral.
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Fuentes consultadas
Flores, N. D. (2021). Pobreza laboral en los migrantes calificados mexicanos en EUA: un análisis comparativo con Alemania, Brasil, Colombia e India. Facultad de Economía, Universidad Nacional Autónoma de México. Tesis de maestría.
Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (INEGI. (2020). Movilidad Cotidiana. Censo de Población y Vivienda 2020. Consultado en https://www.inegi.org.mx/programas/ccpv/2020/#Tabulados.
Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (INEGI). (2018) Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica. Consultado en https://www.inegi.org.mx/programas/enadid/2018/.
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