Pensar el desarrollo social exige tener en consideración una perspectiva republicana; es decir, la reducción de la desigualdad y el combate a la pobreza requieren de un esfuerzo compartido entre la Federación, los Estados y los Municipios.
La complejidad de la cuestión social, requiere de un proceso continuo de fortalecimiento del federalismo, el que no puede consolidarse si no se da simultáneamente el desarrollo institucional de los municipios y, en consecuencia, de los gobiernos estatales.
Hasta ahora, sin embargo, los resultados en la materia son alarmantes. De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (CONEVAL), son escasos los municipios que cuentan con información transparente y confiable en torno a los programas, acciones y recursos que destinan para el desarrollo social.
Aunado a lo anterior, las autoridades municipales son las más devaluadas en términos de credibilidad y confianza; de hecho en el Informe País, presentado recientemente por el Instituto Nacional Electoral (INE), la ciudadanía expresa su malestar y descontento ante el hecho de que, desde un punto de vista mayoritario, las autoridades y los políticos, en lo local predominantemente, sólo ven por su beneficio y no por el de la ciudadanía en general.
Hay adicionalmente agendas como el manejo del agua, de los recursos naturales, de las reservas de suelo y su uso, la disposición de residuos sólidos, el cobro de impuestos locales y derechos, el registro civil, entre otras, que se encuentran sumamente desatendidas y en condiciones de subdesarrollo institucional en cientos de municipios, y ello constituye un verdadero lastre para las posibilidades de una adecuada planeación del desarrollo.
La reforma municipal que nos hace falta tiene sin duda un carácter eminentemente político. Se trata de un replanteamiento de estructuras, funciones, responsabilidades y facultades, que pasa necesariamente por un nuevo pacto federal dirigido a la democratización y desarrollo institucional de los municipios, con el objetivo central de construir capacidades compartidas para el desarrollo.
No hay federalismo posible sin “Municipio Libre”, tal y como fue plasmado en el ideario revolucionario de inicios del siglo XX. Consolidarlo plantea retos formidables que es urgente resolver y por ello México Social dedica esta edición al análisis de este tema.
Todos estos temas han abierto una vez más la discusión entre vocaciones federalistas y tentaciones centralizadoras; el debate de fondo se encuentra en cómo recuperamos las nociones de complementariedad y subsidiariedad, y cómo logramos construir una verdadera República social en la que el cumplimiento de los derechos humanos sean la norma y regla de actuación cotidiana.
En otro orden de ideas, no puede dejarse de mencionar en esta edición que este mes, el proyecto México Social cumple ocho años de vida. En este tiempo, hemos logrado consolidar una oferta sui géneris desde la sociedad civil, logrando tener una amplia presencia en medios.
En ese sentido, agradecemos el espacio al Periódico Excélsior, en cuyas planas inició esta propuesta, y en donde continuamos colaborando cada martes; nuestra revista se ha consolidado como uno de los espacios más serios para la reflexión de la cuestión social; y desde hace dos años tenemos el privilegio de hacer, en alianza con el Canal Once del IPN, el programa que también lleva el mismo nombre. En este trayecto nuestro proyecto ha recibido el Premio Nacional Rostros de la Discriminación “Gilberto Rincón Gallardo”; así como el Premio INEGI, en los años 2013 y 2014.
Finalmente, expreso mi beneplácito por la reincorporación del Ingeniero Carlos Rojas Gutiérrez a nuestro Consejo Editorial, en la convicción de que su profundo conocimiento y pasión por lo social enriquecerán invaluablemente a nuestra propuesta.
Mario Luis Fuentes Director general del CEIDAS, A.C.; en la UNAM es integrante de la Junta de Gobierno; Coordinador de la Especialización en Desarrollo Social del Posgrado de la Facultad de Economía; Investigador del Programa de Estudios sobre el Desarrollo; y titular de la Cátedra Extraordinaria Trata de Personas. @ML_Fuentes |