Las Naciones Unidas han advertido que la distribución de la vacuna contra COVID-19 en el mundo sigue siendo inequitativa e injusta, puesto que más de un centenar de naciones se han quedado rezagadas y sin inmunización.
Tremendamente desigual e injusto
António Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señaló que hasta el momento más de 130 países no han recibido ni una sola dosis de las vacunas contra COVID-19. El titular de la ONU denunció que el 75% de las inmunizaciones que han aplicadas se concentra solamente en 10 países desarrollados.
De acuerdo con Statista, los países con mayor cantidad de vacunas administradas por cada 100 habitantes por país para el 18 de febrero son:
Israel continúa a la cabeza, con casi 82 dosis administradas por cada 100 habitantes; seguido por los Emiratos Árabes Unidos, con 54.3, y Reino Unido, con 25.
En dicho ranking no aparece México, y muestra en las últimas posiciones a la India, con 0.74 dosis por cada cien habitantes, e Indonesia, con 0.65 dosis.
“En este momento crítico, la mayor prueba moral que encara la comunidad global es la equidad en la distribución de vacunas. Debemos asegurarnos de que todo el mundo, en todas partes, pueda vacunarse lo antes posible”, instó Guterres.
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Trazar el camino hacia una solución
“Juntos, podemos garantizar un suministro suficiente, una distribución justa y confianza en las vacunas. Podemos vencer esta enfermedad. Y podemos hacer que nuestras economías vuelvan a funcionar”, alentó el titular de la ONU recientemente.
Para ello, las Naciones Unidas han exhortado a los países a conformar un Grupo de Trabajo de Emergencia que logre detener la propagación del virus, e impulsar y coordinar la lucha contra la pandemia de manera global. Guterres ha sugerido que sea el G20, el grupo de países más poderosos del mundo (que representan el 85% de la economía mundial), los que asuman esta labor.
Además de conformar dicho Grupo de Trabajo, la ONU ha planteado que se trabaje en el establecimiento de un Plan Mundial de Vacunación que incluya a todos los países con capacidad para producir vacunas en sus territorios, en una labor coordinada con la OMS, entre otras instituciones que puedan contribuir a su implementación y financiamiento.
“El grupo de trabajo tendría la capacidad de movilizar a las empresas farmacéuticas y a los actores clave de la industria y la logística. Estoy dispuesto a impulsar a todo el sistema de las Naciones Unidas en apoyo de este esfuerzo”, afirmó el titular de la ONU.
Sin recursos ni infraestructura para repartir las vacunas contra COVID-19
Uno de los factores más preocupantes a nivel mundial, y el principal obstáculo para llegar a las poblaciones más vulnerables, es la falta de recursos. En este sentido, Guterres reiteró que, por ejemplo, el mecanismo COVAX, el cual tiene como objetivo garantizar la llegada de las vacunas a países de renta baja y media todavía requiere de mayor financiamiento para cumplir con su labor.
“La entrega de vacunas se ve obstaculizada por una brecha de financiamiento para el apoyo humanitario en general, y por la falta de transporte, cadenas de frío e infraestructura logística para apoyar el lanzamiento”, explicó al respecto Henrietta Fore, directora ejecutiva del UNICEF.
Fore señaló que el objetivo del Fondo es adquirir 2000 millones de dosis de vacunas COVID-19 para finales de 2021. “Esto se suma al igual número de dosis de otras vacunas que normalmente compramos cada año en nombre de cien países”, señaló.
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