El Instituto Politécnico Nacional (IPN) dio a conocer que un grupo de investigadores creó una mascarilla nasal considerada como “única en su tipo”: la Mask Eating.
Su originalidad radica en ser una protección que se puede utilizar mientras se come, principalmente en lugares públicos, ya que mantiene cubierta la nariz mientras la boca queda destapada para ingerir los alimentos.
El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) otorgó a sus creadores el registro como Modelo de Utilidad con el expediente MX/E/2021/010797, por la aportación de la cubierta nasal y su fácil adaptación a la anatomía de cada persona, además que se es posible colocarla debajo del cubrebocas.
Aunque el IPN señala que esta nueva opción no pretende convertirse en un sustituto del cubrebocas, afirmó que sí logrará contribuir a que disminuyan los contagios, ya que su principal vía de ingreso al organismo es la aérea.
La mascarilla nasal servirá para reforzar las medidas preventivas mientras se realizan actividades cotidianas para las que se necesita retirarlo, tales como comer, beber o asistir a consultas odontológicas.
“Se podrá contar con mayor protección, sobre todo cuando es difícil mantener sana distancia: restaurantes, vuelos de larga duración o citas odontológicas)”, afirmó el investigador que coordinó el proyecto, Gustavo Acosta Altamirano.
El científico de la Escuela Superior de Medicina (ESM) señaló también que para conseguir que esta mascarilla sea una barrera efectiva para reducir los contagios por el SARS-CoV-2, “se tomó en cuenta el tamaño de los aerosoles (menores a 5 micras) y se evaluaron diversos materiales hasta encontrar la materia prima óptima para su confección, la cual se realizó bajo estrictos estándares de calidad”.
El especialista indicó que la Mask Eating será una importante aportación para reducir la diseminación del COVID-19 y el IPN informó que el grupo de investigadores está en pláticas con una empresa para su fabricación.
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