Expresa el dicho popular “no hay otro planeta más que este” y, aunque lugar común, es una verdad que a menos que la ciencia logre colonizar alguna otra parte del Universo, deberemos tomar como certeza. No tenemos otro plantea, no hay más que este. No lo hay.
Escrito por: Andrea Samaniego Sánchez
Enfrentados ante tal dilema y con la información científica que mostraba los daños ocasionados por la acción del hombre, Antropoceno le han llamado, así como por el modo de producción extractivista capitalista es que hace 30 años la Humanidad se reunió en Río de Janeiro para discutir la situación del medio ambiente, hombres y mujeres dialogaron sobre las causas del deterioro, las consecuencias, así como los responsables.
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No fue un debate sencillo, se dieron diversas perspectivas: los modelos estatales de países en vías de desarrollo para sacar a sus poblaciones de la marginación y la pobreza, frente a la discusión de países industrializados; de igual manera se analizó el impacto económico que tendría cambiar una industria basada en la extracción de productos fósiles frente a las llamadas energías verdes, fueron sólo algunas de las discusiones que tuvieron lugar de los días 3 al 14 de junio de 1992.
El mundo era otro, recién se había terminado la Guerra Fría, el planeta entraba de lleno al periodo de la globalización y, sin embargo, los liderazgos internacionales a pesar de sus diferencias dialogaron y produjeron la “Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo”, pauta en acciones coordinadas en esta área y preámbulo de otros instrumentos como el Protocolo de Kioto y el Acuerdo de Paris.
Todos ellos han puesto el relieve sobre esta situación particular. De mantenernos sobre esta ruta de desarrollo, con la explotación, uso y consumo de energías fósiles se suscitará un incremento entre 3º y 6º grados de temperatura en el planeta. Esto, por sí mismo, generará efectos devastadores y podría nuestra viabilidad como especie en un punto crítico. Además, si bien los efectos serán palpables en todas partes, las consecuencias serán mayores en las poblaciones que de por sí son más vulnerables: mujeres, niños, ancianos.
A 30 años es momento de reforzar los esfuerzos. Hace unos días la administración Biden organizó el “Foro de las Principales Economías sobre Energía y Clima”, en donde hablaron sobre lo que en el 2021 se debe hacer sobre la situación. Se requieren más eventos como éste, más número de instrumentos y de medidas coordinadas para hacer frente al reto que tenemos como sociedad. El tiempo es ahora. Mañana es posible que no tengamos la oportunidad.
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