Los desafíos a los que se enfrentan las economías latinoamericanas que tendrán elecciones presidenciales este año limitan el alcance de las acciones políticas de los gobiernos a consecuencia de las expectativas que generan los eventos electorales
En el Foro Económico Mundial se destacó que el principal reto al que se enfrentará la nueva administración mexicana se relaciona principalmente con la negociación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (#TLCAN), ya que entre mayores sean los obstáculos a la circulación de las mercancías en esta zona, el valor de las monedas se verá obligado sufrir un reajuste.
Hay que recordar que el peso mexicano es vulnerable frente a la expectativa del incremento inflacionario, lo cual que puede afectar la implementación de la política económica, así como las decisiones de inversión en el corto plazo.
Si bien se reconoce que el marco de la negociación internacional es un punto medular en la agenda política de quien sea el nuevo presidente y de su gabinete, no se debe de soslayar el panorama fiscal y las complicaciones que podría acarrear el incremento de 12 puntos porcentuales que presentó la deuda pública entre 2012 y 2017.
Asimismo, se enfatizó que en el caso de Colombia los principales retos que deberá de enfrentar la nueva administración son la concreción del proceso de pacificación y la recepción de una ola de refugiados que provienen de Venezuela, lo que podría implicar un impacto fiscal de aproximadamente medio punto porcentual del PIB.
En cuanto a Brasil, el eje rector para el diseño la política económica debería ser la política fiscal; sin las reformas adecuadas, el panorama de la deuda pública podría empeorar en el corto plazo.
