De acuerdo con la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), “México es el país en paz (en el que no existe un conflicto armado declarado oficialmente) más mortífero para la prensa” y el “segundo país más mortífero para la prensa” (únicamente por debajo de Siria)
En el año pasado ocupó el lugar 147 (de 180 países) dentro de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, posición que mantiene actualmente, en la Clasificación 2018:
Según esta clasificación, la situación del periodismo en México en 2017 y 2016 está clasificada en el rango de “difícil”, señalado con color rojo en el mapa mundial. El año pasado se tuvo registro de la muerte de 11 periodistas en el país; de acuerdo con Informe Anual 2017 de RSF, en cuatro de los casos se pudo confirmar que la muerte estuvo directamente relacionada con su actividad profesional.
“Desde que Enrique Peña Nieto llegó al poder, el 1 de diciembre de 2012, al menos 27 periodistas han sido asesinados debido a su labor informativa”, aseguró la organización en dicho informe.
Al día de hoy, RSF tiene el registro de dos casos en los que las muertes de los periodistas mexicanos han estado relacionadas con su actividad periodística, colocando a nuestro país nuevamente entre aquellos que registran el mayor número de muertes en lo que va del año: