por Mario Luis Fuentes
De acuerdo con el CONEVAL, en el año 2012, 55 de cada 100 personas eran pobres, 2.44 millones en números absolutos, de las cuales 650 mil son “pobres extremas”; y únicamente 11 de cada 100 michoacanos son considerados como no pobres o no vulnerables. Asimismo, la entidad se ubica en el 3er lugar nacional de rezago educativo, mientras que en 2013 el número de desempleados creció aproximadamente 30%, ubicándose en 91,232 personas; además de que el 34% de quienes laboran, lo hacen en la informalidad.
Michoacán vive nuevamente momentos de azoro. Ante las constantes agresiones del crimen organizado, miles de personas han decidido pasar a la acción, a través del movimiento conocido como de “autodefensas”.
La situación es crítica, debido a que es la población armada la “gran protagonista” de este momento; una situación peligrosa pues, a pesar de la legitimidad de la demanda de seguridad y de poner un alto definitivo a los grupos delincuenciales, no es aceptable promover que sea la ciudadanía la que se procure justicia por mano propia.
Ante esta delicada situación, es relevante destacar cuál es el contexto social en que está dándose este conflicto, porque lo que es un hecho indudable es que la cohesión y el tejido social están erosionándose aceleradamente ante la ausencia de estrategias institucionales eficaces para garantizar seguridad y bienestar para la población.7
Deterioro del bienestar
Los indicadores sociales de Michoacán muestran un acelerado deterioro, en particular en todo aquello relacionado con el bienestar. De hecho, la entidad es una de las demarcaciones que presentaron un incremento en la pobreza en números absolutos en el periodo de 2010 a 2012.
En efecto, de acuerdo con los datos del CONEVAL, el porcentaje de personas en situación de pobreza es significativamente superior al promedio nacional, pues en la entidad se ubica en el 54.4% de la población, es decir, un indicador prácticamente igual al existente en el 2010, cuando el propio CONEVAL estimó un indicador del 54.7%.
Con base en estos datos, se estima que el número de personas que viven en pobreza en Michoacán pasó de 2.42 millones a 2.44 millones entre los años 2010 y 2012, es decir, un incremento de más de 20 mil personas que se ubicaron por debajo de lo que se conoce como la “línea del bienestar”.
El número de pobres extremos tuvo también un incremento entre los años señalados, al pasar de 598 mil personas con ingresos por debajo de la línea del bienestar mínimo, a 650 mil en esa condición; es decir, en sólo dos años en Michoacán hubo 52 mil personas que cayeron en condiciones de pobreza extrema.
Los datos oficiales muestran también un retroceso en términos de la presencia de la vulnerabilidad en la entidad, pues en lugar de que el porcentaje de personas que no son pobres o vulnerables se hubiese incrementado, tuvo un descenso en el citado periodo de 2010 a 2012; así, mientras que en el primer año referido un 12.3% de la población era considerada como no pobre y no vulnerable, en 2012 el indicador cayó al 11.5%; esto quiere decir que en Michoacán de cada 100 personas sólo 11 tienen acceso a lo que es considerado como “niveles adecuados de bienestar”.
Una lacerante ignorancia
Además de las precarias condiciones de bienestar, estimadas a través del ingreso y del acceso a servicios básicos, debe destacarse que en Michoacán persisten severos problemas de rezago educativo.
En efecto, al cierre de 2012, y con datos ajustados a las proyecciones de población 2013 del CONAPO, el INEA estima que en la entidad habría 3.17 millones de personas mayores de 15 años. De ellos, 291,216 se encuentran en condiciones de analfabetismo, esto es, son personas que no tienen la capacidad de leer ni escribir un recado. Esta cifra representa el 9% del total de las y los mayores de 15 años, lo cual coloca al estado de Michoacán en el quinto peor lugar nacional en este indicador.
De igual modo, en la categoría de rezago educativo se encuentran las personas mayores de 15 años que no han concluido los estudios de educación primaria. De acuerdo con el INEA, al cierre de 2012 había en Michoacán 581,058 personas en esa condición, cifra que representa el 18.3% del total de las personas mayores de 15 años, con lo que el estado es el 2º peor en el país en este indicador.
Finalmente se encuentra el grupo de las personas que en el grupo de edad señalado no han concluido los estudios de educación secundaria; ellos suman 775,448 personas, cifra que representa al 24.4% de quienes tienen más de 15 años, con lo que Michoacán ocupa el peor lugar en este indicador en el país.
En el agregado, debido a que hay estados con mayores tasas de analfabetismo, Michoacán se encuentra como el tercero peor en rezago educativo en el país.
Precariedad laboral
Michoacán enfrentó un acelerado proceso de precarización del empleo, así como un significativo aumento de la desocupación a lo largo del 2013; en efecto, según los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, en el primer trimestre del año pasado había en la entidad 70,705 personas en condiciones de desocupación.
Esa cifra creció rápidamente para el segundo trimestre, es decir, en el periodo de abril a junio, en el cual llegó a 82,245 personas que, a pesar de estar buscando empleo, no lograron encontrarlo; finalmente, en el tercer trimestre del 2013, el último para el cual se cuenta información agregada, el INEGI estimó en 91,232 personas el número de desocupados en la entidad. Lo anterior implica que entre enero y septiembre del año pasado el número de personas desempleadas creciera en 29%.
De manera simultánea, creció rápidamente el número de personas que, teniendo empleos, tienen salarios muy bajos o definitivamente no ganan nada por el trabajo que desempeñan. En esta condición se encontraban 211,236 personas al cierre del tercer trimestre del año pasado.
También creció el número de personas que perciben menos de un salario mínimo, el cual pasó de 247,953 en el primer trimestre a 313,276 en el tercer trimestre del año pasado. A ellos debe agregarse el crecimiento que hubo en el número de personas que perciben menos de dos salarios mínimos día, los cuales pasaron de 478,901 a 481,836.
Adicionalmente, debe considerarse al grupo de trabajadores que no cuentan con acceso a prestaciones médicas por el desempeño de su trabajo, situación en la que se encontraban 1.42 millones de personas al cierre del tercer trimestre del año pasado, cifra equivalente al 78.1% de la población ocupada en la entidad.
Finalmente debe decirse que de acuerdo con los datos del INEGI, en Michoacán habría 624,366 personas que trabajan en el sector informal, cifra que equivale al 34.11% de la población ocupada en la entidad, es decir, uno de cada tres personas con actividades productivas lo hacen en la informalidad.
*Columna publicada con el mismo nombre en el periódico Excélsior, 14- Enero- 2014, p.22
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