La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y el Colegio de la Frontera Norte observaron con preocupación la falta de trabajo activo del Estado mexicano en cuanto a la implementación de políticas públicas encaminadas a que los migrantes repatriados puedan tener una reinserción exitosa en el contexto nacional.
En el estudio “Políticas Multinivel para el Retorno y la (Re) Inserción de Migrantes en México”, que elaboraron en conjunto la CNDH y el Colegio de la Frontera Norte, se menciona que la política para atender a los connacionales repatriados debe de transcender por mucho la entrega de cartillas informativas y la agilización de los trámites fronterizos.
Actualmente existe una creciente expectativa de que incremente el número de migrantes de retorno derivado de las políticas antiinmigrantes del presidente Donald Trump, como la posible cancelación del programa DACA, y de otros programas de acogimiento migrante.
En este contexto, la publicación del estudio de CNDH y Colef forma parte de un proyecto que tiene el objetivo de generar propuestas de política pública multinivel de largo alcance que contribuya a reducir la vulnerabilidad y a facilitar el retorno y la inserción o reinserción de los migrantes que regresan a nuestro país.
¿Cuántos repatriados son?
De acuerdo con este estudio, durante el quinquenio que va de 2000 a 2005, el número de personas que habían nacido en México y que cinco años atrás residían en Estados Unidos fue de 244 mil personas.
Esa cifra subió a 824 mil mexicanos que retornaron o que fueron repatriados durante el quinquenio 2005-2010. Este incremento de 580 mil mexicanos representó un aumento de 238 por ciento. Sin embargo, entre 2010 y 2015, esta cifra disminuyó a 443 mil repatriados.
A esta cifra se le debe de agregar la cantidad de personas que nacieron en Estados Unidos y que actualmente residen en nuestro país. Si bien esta población no es directamente adjudicable a la población de migración de retorno, en el 97.6% de los casos esta población reporta que sus padres o madres son de origen mexicano, por lo que pueden estar relacionados con las estadísticas de migración de retorno.
La población en esta situación ascendió a 548 mil 245 personas que en 2010 tenían entre 0 y 17 años. Para 2015 se registraron 73 mil 915 personas en esta misma situación.
¿Cómo son los migrantes de retorno?
Otro hallazgo relevante de este análisis es que, en su mayoría, la población de retorno es masculina, ya que solo el 32% son mujeres.
Asimismo, se identificó que la mayor parte de los migrantes de retorno se ubican en la llamada “región tradicional de la migración”, misma que se conforma por nueve entidades del centro-occidente del país: Aguascalientes, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí y Zacatecas.
De estas entidades destaca Jalisco, ya que concentra el 9% de la población de retorno; seguido de Michoacán, con un 7.8%; y Guanajuato, donde radica otro 7% de los mexicanos repatriados.
También destaca el estado de Baja California, ya que se ubica fuera de esta región tradicional de la migración y concentra el 7% de los migrantes de retorno.
Resulta relevante que una tercera parte de la población de retorno reside en localidades rurales (de menos de 2 mil 500 habitantes); un 17.5%, en localidades que tienen entre 2 mil 500 y menos de 15 mil habitantes; y otro 16%, en localidades de entre 15 y 100 mil habitantes.
En suma, aproximadamente un 66% de los migrantes mexicanos de retorno radican en localidades con menos de 100 mil habitantes.
Otro factor importante es la integración de los migrantes de retorno al mercado laboral. Este estudio reveló que durante los primeros tres meses, únicamente el 64.7% de ellos se integra a la Población Económicamente Activa (PEA), es decir, se encuentran trabajando, o buscando un trabajo.
Esta situación aumenta gradualmente durante los siguientes meses, hasta que, un año después de su llegada a México, el 78.4% pertenece a la PEA. Lo mismo sucede con la tasa de desempleo y con el nivel de ocupación.
Mientras que durante los primeros meses de su arribo a México, solo trabaja el 57.7% de ellos, un año después este porcentaje se eleva al 75%. Asimismo, la tasa de desempleo tiende a disminuir ya que durante el primer trimestre es del 15.2% de la población de retorno en México, un año después desciende al 4.4%, lo cual aporta información sobre la dinámica de la integración en el mercado laboral mexicano.
Frente a la situación de falta de atención, el ombudsperson nacional, Luis Raúl González, y el presidente de El Colegio de la Frontera Norte, Alberto Hernández, llamaron a que la Secretaría de Relaciones Exteriores y los gobiernos estatales articulen esfuerzos en la materia.
De igual forma, se hizo un llamado para la vinculación con los consulados y la rearticulación con los estados a los que retornan los migrantes. Para ello, proponen una ley general donde se establezcan las facultades de cada institución, que también aborde el tema del retorno voluntario o forzado, así como la situación de los migrantes que se encuentran transitando por nuestro país rumbo a Estados Unidos.