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Mejores Prácticas para Mejorar la Movilidad Física en Personas Adultas Mayores

La movilidad física en personas adultas mayores es un factor clave para garantizar su calidad de vida, su independencia y su bienestar general. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomiendan implementar una serie de medidas enfocadas en la prevención de caídas, la mejora de la fuerza muscular y la promoción de actividades físicas regulares. A continuación, se presentan las principales recomendaciones basadas en estudios y guías de estas organizaciones, así como de la Organización Internacional para las Personas con Discapacidad (OIDP).

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 1. Promoción de la Actividad Física Regular

Una de las estrategias más importantes para mantener la movilidad física en las personas mayores es la promoción de la actividad física regular. Según la OMS, las personas adultas mayores deben realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada por semana, lo que incluye actividades aeróbicas, ejercicios de fuerza y equilibrio (World Health Organization [WHO], 2020). Este tipo de ejercicios no solo ayuda a prevenir enfermedades crónicas, sino que también mejora la movilidad y reduce el riesgo de caídas.

La OPS también enfatiza que las actividades deben ser adaptadas a las capacidades individuales de cada persona mayor para evitar lesiones y fomentar una participación segura (Organización Panamericana de la Salud [OPS], 2018).

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 2. Prevención de Caídas

Las caídas representan un riesgo significativo para la movilidad en personas mayores. La OMS ha identificado que una de cada tres personas mayores de 65 años sufre una caída al menos una vez al año (WHO, 2020). Para prevenirlas, se recomiendan programas de ejercicios centrados en mejorar la fuerza muscular, el equilibrio y la coordinación, además de evaluar el entorno doméstico para eliminar obstáculos como alfombras sueltas, muebles mal ubicados o iluminación deficiente.

Según la OIDP, es crucial la implementación de programas comunitarios y educativos que promuevan la toma de conciencia sobre los riesgos de caídas y la importancia de realizar ajustes en el hogar para prevenir accidentes (Organización Internacional para las Personas con Discapacidad [OIDP], 2021).

 3. Ejercicios de Fortalecimiento Muscular y Flexibilidad

Otra recomendación clave de la OMS y la OPS es incluir ejercicios de fortalecimiento muscular y flexibilidad en las rutinas diarias de las personas adultas mayores. Estos ejercicios son esenciales para mantener la movilidad funcional y evitar el deterioro asociado con el envejecimiento (OPS, 2018).

Los ejercicios deben enfocarse en grupos musculares importantes como los de las piernas, los brazos y la espalda, con el fin de mejorar la capacidad de realizar actividades diarias como caminar, levantarse de una silla o cargar objetos ligeros.

 4. Adaptación de Dispositivos de Movilidad

Para personas con discapacidades o movilidad reducida, la OIDP recomienda el uso de dispositivos de apoyo como bastones, andadores o sillas de ruedas, adaptados a las necesidades individuales. La correcta elección y adaptación de estos dispositivos es crucial para mejorar la independencia y reducir el riesgo de caídas o lesiones adicionales (OIDP, 2021).

 5. Atención Médica Regular y Personalizada

Finalmente, se recomienda que las personas adultas mayores reciban atención médica regular para monitorear su estado físico y prevenir problemas de movilidad relacionados con enfermedades crónicas, dolor o debilidad muscular. La evaluación médica debe incluir exámenes de visión, audición y equilibrio, ya que estos factores pueden influir en la capacidad de moverse con seguridad (WHO, 2020).

 Conclusión

La promoción de la movilidad física en personas adultas mayores es esencial para su salud y bienestar. A través de la actividad física regular, la prevención de caídas, ejercicios de fortalecimiento y el uso de dispositivos de apoyo adecuados, es posible mejorar su calidad de vida y prolongar su independencia. La colaboración entre las familias, los profesionales de la salud y las comunidades es clave para implementar estas recomendaciones de manera efectiva.

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 Referencias

  • Organización Internacional para las Personas con Discapacidad. (2021). Guía para el uso de dispositivos de apoyo en personas con movilidad reducida. https://www.oidp.org/dispositivos_apoyo
  • Organización Panamericana de la Salud. (2018). Guía sobre envejecimiento activo y saludable. https://www.paho.org/actividades_fisicas_mayores
  • World Health Organization. (2020). Global recommendations on physical activity for health. https://www.who.int/physical_activity_mobility

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