El olvidado mundo rural mexicano

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía dio a conocer la actualización de los resultados de los censos agropecuarios en México. Se trata de información de la mayor relevancia pues, aunque la mayoría de la población en México vive ya en áreas y localidades urbanas, aún hay más de 25 millones de personas que habitan en localidades rurales, donde la economía y dinámicas sociales son muy diferentes a las que se registran para los ámbitos urbanos.

Escrito por:   Mario Luis Fuentes

Cifras de gran magnitud

Uno de los grandes problemas que enfrenta México es el incumplimiento del derecho a la alimentación y a la seguridad alimentaria. En ese sentido, destaca la información de que se dispone en el instrumento arriba citado, respecto de la cantidad de unidades de producción que hay en el territorio nacional. En efecto, según el INEGI son 3.24 millones, de las cuales, 2.45 millones son unidades en cuanto tales, y en 783,482 casos más se trata de viviendas donde se tiene cría de animales.

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De esa última suma, en 67,027 casos se tiene cría de bovinos; en 175,924 casos se tiene cría de porcinos; en 622,107 casos se tiene cría de gallos, gallinas, pollos y pollitos; en 115,805 casos son viviendas con cría de ovinos; en 36,280 cría de caprinos; en 4,466 se explotan colmenas; en 80,903 se crían patos; en 13,597 se crían gansos; en 1,753 se da la cría de codornices; en 36,746 se crían o se dispone de caballos, yeguas o potrillos; en 3,930 se crían machos o mulas; en 13,052 se crían burros o burras; en 18,260, conejos y en 8,638 viviendas se crían otras especies animales.

Estos datos son de sumo interés, no sólo desde el punto de vista productivo y económico, sino también desde la perspectiva de la biodiversidad pues, por ejemplo, tanto las abejas como los burros se consideran especies amenazadas y en algunas zonas ya en proceso de extinción.

La producción del campo

Los datos del INEGI muestran que entre octubre de 2021 y septiembre de 2022 se contabilizaron 5.19 millones de unidades de producción, de las cuáles, sólo 561,445 fueron consideradas unidades de producción “en descanso”, es decir, que no fueron utilizadas para la producción agrícola con la finalidad de que la tierra recuperase de manera natural sus nutrientes.

Así, el universo de unidades activas fue de 4.63 millones, con sólo 3,763 con actividad forestal reconocida; este dato también es relevante pues especialistas de la talla de José Sarukhán han insistido en que México debería tener sobre todo, una

política de desarrollo forestal, y como parte de ella, la política agropecuaria, subordinada a las necesidades y exigencias que impone el cambio climático.

Una mano de obra explotada

De acuerdo con el INEGI, en el país hay 27.076 millones de personas que forman parte de la mano de obra total de las unidades de producción activas. De ellas, 92,551 están ocupadas en el sector forestal. 22.084 millones lo están en actividades agrícolas a cielo abierto. 586,935 laboran en sectores de agricultura protegida, y 14.44 millones lo están en actividades ganaderas.

Bajas remuneraciones

Del total de las unidades de producción activas que hay en el país, en 3.51 millones hay hombres desarrollan actividades no remuneradas, así como 686 en la que hay mujeres en la misma condición. Asimismo, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, históricamente se trata del sector productivo con los más bajos salarios y con mayor presencia de trabajo infantil.

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