Con un agudo sentido de oportunidad, un adecuado montaje escenográfico y envidiables capacidades mediáticas, en días pasados los cárteles de la droga inundaron las redes sociales con fotos y videos de entregas de despensas en zonas urbanas populares y comunidades rurales del estado de Guanajuato.
Por: POPLab | David Saucedo @David_Saucedo_
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La mercadotecnia de los narcos superó a los gobiernos estatal y federal en un terreno en el que los políticos siempre habían ejercido un dominio pleno: el asistencialismo alimentario. A pesar de que los medios locales, con pocas excepciones, decidieron no dar cobertura informativa a dichos repartos, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) logró incluso “subir la nota” en medios nacionales y en noticieros estelares de televisión en horario Triple A.
Se cuenta con información y evidencia de cuando menos tres cárteles diferentes realizando entregas de despensas y apoyos económicos en varias regiones de la entidad. El CJNG repartió despensas en los municipios de Romita, Cuerámaro y Manuel Doblado. El Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) distribuyó sobres con dinero en comunidades rurales de Silao. Finalmente, el Cártel de los Durangos (CD) repartió despensas en Barranca de Venaderos, una de las zonas bajo su influencia y control, en la ciudad de León. A pesar de que hay una dolorosa estela de sangre y muerte detrás de estos insumos, las despensas tuvieron una excelente aceptación entre los beneficiarios, que hicieron patente en sus mensajes de agradecimiento en redes sociales.
Un análisis a vuelo de pájaro de las fotos y videos que los propios sicarios de los cárteles tomaron y subieron a Facebook, en páginas que abrieron ex profeso para publicitar las entregas, se puede apreciar lo siguiente. Los cárteles están repartiendo pocas despensas. Alrededor de trescientas en cada tanda, que solo alcanzan para cubrir colonias o comunidades pequeñas. Sin embargo, el efecto mediático y propagandístico es amplio. Con pocas despensas, difundidas profusamente en redes sociales, generan una percepción distorsionada y amplificada del volumen finalmente entregado. Los comestibles que llevan cada despensa son pocos. Evidentemente no están armadas con ningún criterio nutricional y en ellas se incluye insumos que las hacen voluminosas (rollos de papel y servilletas), para disfrazar la exigüidad de las mismas. Como comentó un experimentado operador político de gobierno, acostumbrado a movilizar redes de voto mediante la entrega de despensas, consultado por el que esto escribe, las despensas de los narcos “están muy jodidas”.
Pese a ello, hay varios factores que permitieron a los cárteles posicionarse como virtuales organizaciones con “responsabilidad social” en el imaginario colectivo. En primer lugar, los programas de apoyo económico para trabajadores y microempresas, que han lanzado los gobiernos federal y estatal, para hacer frente a los estragos del nuevo coronavirus, son insuficientes, apenas se están aperturando o bien la demanda sobrepasó rápidamente la cantidad de apoyos disponibles.
Por ejemplo, de acuerdo con los Lineamientos para la Operación del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares del gobierno federal, publicado en el Diario Oficial de la Federación el viernes pasado, de los 46 municipios que conforman al estado, solo los habitantes de León y Celaya podrán acceder a los préstamos de 25 mil pesos mensuales para enfrentar la crisis económica derivada de la pandemia. Una dotación notoriamente insuficiente que induce a pensar, junto con las recientes declaraciones del Presidente sobre la situación de inseguridad de Guanajuato, que existe un paulatino cambio de actitud del gobierno federal hacia el gobierno encabezado por Diego Sinhue. El activismo de los liderazgos guanajuatenses de MORENA avecindados en la Ciudad de México y las balandronadas de los panistas locales en contra del gobierno federal, finalmente están surtiendo efecto.
Aunque en el gobierno estatal no canta mal las rancheras. Hubo situaciones excepcionales muy lamentables. Por ejemplo, en el municipio de Pénjamo los 480 apoyos de empleo temporal que gobierno del estado otorgó a dicho municipio fueron acaparados por Omar Gregorio Mendoza, director de articulación regional de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano (SEDESHU), quien los distribuyó entre la militancia panista, con el objeto de fortalecer su posición con miras a la elección interna para la selección del candidato del PAN a la alcaldía en el año 2021. Es decir, los apoyos no llegaron a quienes más los necesitaban, sino que fueron orientados para obtener los votos internos que necesita “Goyo” Mendoza para ser candidato por el blanquiazul en las elecciones intermedias.
Algo similar ocurrió en el municipio de Celaya, que recibió una asignación de sólo 176 apoyos de empleo temporal. En contraste, el municipio de Cortazar recibió 445 apoyos de dicho programa. De acuerdo con el intercenso del INEGI 2015, Celaya tiene un total de 494 mil 304 habitantes, mientras que Cortazar tiene tan sólo 95 mil 961 habitantes. Con una población 5 veces mayor, Celaya recibió casi tres veces menos apoyos que el municipio de Cortazar. Nuevamente la explicación la tenemos en los juegos de poder del oficialismo azul. Cortazar es gobernado por el torresgracianista Ariel Corona, que no forma parte del grupo del gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo. Los apoyos de empleo temporal de la SEDESHU se utilizaron para fortalecer una candidatura alterna en Cortazar. Una de las primeras tácticas puestas en marcha para evitar la reelección del actual alcalde y para apuntalar a Juan Carlos Acosta, director general de Desarrollo Humano y Comunitario. La que terminó pagando el costo de esta disputa sucesoria en Cortazar fue Elvira Paniagua y los habitantes de Celaya, que nuevamente quedaron al margen de apoyos sustantivos por factores aleatorios de política pura.
Es decir, en plena pandemia y crisis económica, Aldo Márquez, subsecretario de la SEDESHU, y máximo responsable operativo del programa de empleo temporal, direcciona apoyos para fortalecer a precandidatos panistas afines, en lugar de beneficiar a las personas más afectadas en sus ingresos debido a la pandemia. Solo hay que revisar los padrones del programa emergente de empleo temporal para constatar que los miembros activos del PAN fueron integrados de manera preferencial en los mismos. Se trata de una maniobra más de los autodenominados Ángeles de Charlie. Hábil, pero truculenta. Audaz, pero insensible.
Por otro lado, las entregas de despensas por parte de los cárteles, se hacen de manera expedita, sin trámites, registros, ni papeleo. Algo invaluable para muchos ciudadanos acostumbrados a realizar largos y en ocasiones infructuosos trámites para obtener un apoyo gubernamental. Pero lo que más ayudó a los cárteles para obtener el aplauso de amplios sectores de la población fue el timing, la coyuntura y momento preciso en el que los narcos sacaron la chequera. No importa que las despensas estén muy “desnutridas”, no importa que estén manchadas con sangre. Lo que importa es que la gente tiene hambre. Y si los narcos van a destinar una parte de sus utilidades para ayudar, muchos ciudadanos aceptarán los apoyos con los ojos cerrados. Esa es la realidad, cruda y dura.
Varios analistas han explicado los motivos por los cuales los cárteles de la droga realizan obras y acciones de beneficio social. En algún punto del desarrollo y crecimientos de los cárteles, los varones de la droga incursionan en la política, pagan prensa, financian organizaciones de derechos humanos y apuntalan una base social de apoyo. Electrifican, pavimentan calles y reparten despensas para que los pobladores de ciertas zonas asuman una posición de respaldo hacia las actividades ilícitas que realizan.
Para ser totalmente justos, el primer cártel en desarrollar obras de beneficio social en el estado de Guanajuato fue el CSRL. De acuerdo con un reporte de inteligencia difundido por Scarleth Pérez, en un estupendo reportaje publicado en el portal La Silla Rota Guanajuato, el Marro cultivó, alimentó y financió una red de 15 poblados en los municipios de Villagrán, Juventino Rosas, Celaya y Comonfort. Los habitantes de dichas comunidades brindaron protección y respaldo que en varias ocasiones le permitió al Marro y a sus familiares eludir los cercos de captura que se tendieron en su contra. Los habitantes de dichas comunidades participaban activamente en bloqueos y manifestaciones para obstaculizar los operativos de las corporaciones de seguridad. A cambio, el CSRL les entregaba un salario regular, organizaba bailes y financiaba las fiestas patronales de las rancherías.
En su más reciente grabación, difundida vía cadenas de WhatsApp en las que lanzó amenazas en contra de Elvira Paniagua, presidenta municipal de Celaya, y Miguel Ángel Simental, secretario de seguridad pública de dicho municipio, el Marro declaró veladamente contar con células armadas en otras comunidades como La Luz de Texas y Juan Martín, del municipio de Celaya, y El Caracol, en Villagrán. De acuerdo con reportes de inteligencia del gobierno federal, en estas comunidades el Marro también entregó medicinas, despensas y apoyos económicos a habitantes de la zona. Es decir, consolidó una base social de apoyo en la región que lo auxilia, protege y esconde.
El éxito de la campaña publicitaria de los cárteles se puede medir realizando algunas comparaciones. De acuerdo con el último informe de labores de Adriana Ramírez, presidenta del sistema estatal DIF, gobierno del estado de Guanajuato entrega despensas y desayunos calientes a 201 mil 636 personas al año, a todo lo largo y ancho del estado. Recientemente los diputados de la fracción parlamentaria del PAN en el congreso local donaron su salario de un mes y parte de los recursos de sus gastos operativos para entregar 10 mil despensas a familias vulnerables de la entidad. Pero ni las cifras del informe de actividades de la esposa del gobernador, ni la generosa donación de los diputados panistas aparecieron en medios de comunicación nacionales. Unas cuantas despensas distribuidas en el municipio de Romita por parte del CJNG aparecieron en el noticiero estelar de Televisa, En Punto, conducido por Denise Maerker, que ese día alcanzó una audiencia de casi 4 millones de televidentes.
A pesar de los cuantiosos recursos con los que dispone, a la coordinación general de comunicación social de gobierno del estado le cuesta mucho trabajo desenvolverse en medios de comunicación de la ciudad de México y con corresponsales internacionales. Otro ejemplo: el gobernador tardó más de 48 horas en responder a los derechazos que le mandó el presidente Andrés Manuel López Obrador en una conferencia mañanera, en la que criticó y menospreció el crecimiento económico de la entidad, pues en paralelo hubo un crecimiento exponencial de la delincuencia y la inseguridad. El Presidente hizo estas declaraciones el miércoles por la mañana. El gobernador de Guanajuato respondió hasta el viernes por la tarde con un largo video, en los que reseñó algunos logros de los gobiernos panistas que ha tenido Guanajuato. Dicha respuesta solo fue retomada por dos diarios marginales de la Ciudad de México (La Crónica y El Heraldo) y alcanzó una mención en el noticiero de radio de José Cárdenas. En contraste, la respuesta que emitió Juan José García, presidente municipal de Pénjamo, al Presidente de la República, por señalamientos de este último sobre la falta de cumplimiento de las restricciones de movilidad en el municipio, fue publicada por Reforma y El Universal. Tuvo cobertura en Milenio Televisión y en el portal de noticias Sin Embargo. Con mucho menos recursos y una oficina de comunicación social pequeña el video “En Pénjamo tenemos otros datos”, tuvo una penetración mayor que el video del gobernador.
Cuando la embestida viene desde la Ciudad de México, los reflejos de Alan no son todo lo rápido que se requiere. Pero cuando el misil viene desde medios internacionales, el titular de comunicación social del gobierno estatal se paraliza por completo. Así ocurrió cuando la Embajada de Estados Unidos en México lanzó una alerta de seguridad para los funcionarios norteamericanos que realizaran viajes a Guanajuato. En dicha alerta se pidió explícitamente que: “los empleados del gobierno de los EE. UU. no pueden viajar al área al sur de las autopistas 45D, Celaya, Salamanca e Irapuato.”
No hubo ninguna reacción de parte de gobierno del estado de Guanajuato frente a los dichos de la embajada americana. Como tampoco la hubo cuando The New York Times publicó un extenso reportaje de la periodista Daina Solomon, sobre los constantes errores y omisiones de Fiscalía General y de la Secretaría de Seguridad Pública en la atención del clima de violencia que hay en municipios del sureste del estado. En este tipo de coyunturas la coordinación general de comunicación social enmudece por completo.
Pero la entrega de despensas en tiempos de crisis económica, las habilidades mediáticas de los cárteles, las travesuras electorales de los ángeles de Charlie y los errores de Alan Márquez en la gestión y manejo de crisis mediáticas, no alcanzan para explicar el creciente respaldo social que tienen los carteles en varias partes del estado. Al parecer, una promesa que ha repetido insistentemente el CJNG en videos y narcomantas finalmente se está cumpliendo.
Como se recordará, cada vez que los jaliscienses llegaban a un municipio a “sentar plaza”, afirmaban con jactancia que ellos abatirán a delincuentes locales, que aniquilarán a ladrones, secuestradores y extorsionadores. Como parte de su propaganda de guerra insistían que bajo el dominio del CJNG llegaría la ansiada paz para las familias guanajuatenses.
Pero la pax romana de su narcoimperio era hasta hace poco una promesa incumplida, que dejaba sin sustento uno de los pocos argumentos que los pragmáticos esgrimían para defender la guerra de conquista que los jaliscienses emprendieron en Guanajuato. Sin embargo, de acuerdo con los registros de incidencia de delitos del fuero común, hay varios municipios y regiones del estado en donde están disminuyendo algunos delitos desde hace varios meses. Robos a casa habitación, robo a transeúnte, robo de vehículo, etc, están bajando de manera estacional y regional.
Carlos Zamarripa, Fiscal General del Estado, tan hábil como siempre para adjudicarse los logros ajenos, también lo detectó e informó de inmediato al Gobernador. Ese es el origen de la polémica declaración de Diego Sinhue cuando dijo que “Quitando asesinatos, Guanajuato está al nivel que Yucatán”. En efecto, hay una disminución de la incidencia delictiva en algunos municipios, aunque los homicidios dolosos se mantienen al alza, sobre todo en las zonas de conflicto y de frontera entre el CJNG y el CSRL. Pero esa disminución se debe a que en los municipios en los que el CJNG eliminó a los cárteles rivales, dirige sus baterías para aniquilar a la delincuencia local. Tendríamos que revisar municipio por municipio para analizar las curvas y sacar conclusiones definitivas, pero revisemos uno solo para comprobar la hipótesis.
En el municipio de Manuel Doblado, así como en los demás pueblos del Rincón hay un pleno dominio del Cártel Jalisco Nueva Generación. Los cárteles michoacanos fueron extirpados hace tiempo de la región, aunque nunca tuvieron una presencia avasalladora. El mando del CJNG que controla Doblado tiene un vínculo de amplia y total colaboración con el actual gobierno municipal encabezado por el priista Adolfo Alfaro Reyes. No se trata de una imposición, o una colaboración bajo términos de amenaza, sino de una alianza mutuamente beneficiosa.
Lo anterior se deriva de las indagatorias producto de la detención del exdirector de Seguridad Pública Municipal de Manuel Doblado, Alejandro Alanís Muñoz. Como se recordará, en mayo de 2019, el ex director de policía de Manuel Doblado fue detenido por elementos de la Policía Federal en un retén en la ciudad de León, por el delito de privación ilegal de la libertad de dos mujeres policías que pertenecían a la corporación que encabeza, además de llevarlas a bordo del vehículo oficial del alcalde Adolfo Alfaro.
En Manuel Doblado el CJNG realiza muchas actividades de beneficio social, que son apreciadas y valoradas por sus habitantes. La más importante: el cártel realizó una purga, escarmiento y abatimiento de delincuentes locales. Algo que sucesivos gobiernos municipales no pudieron hacer, la célula de los jaliscienses avecindada en la zona lo logró en unos cuantos meses. Actualmente los integrantes del CJNG realizan patrullajes a plena luz del día, tal y como se puede apreciar en un video dado a conocer por el portal de noticias Grillonautas.
Son en los hechos quienes mantienen el orden es un pequeño municipio de 38 mil habitantes que nunca tuvo una policía local como tal, salvo en el trienio anterior. Además, en medio de la pandemia, los integrantes del CJNG que controlan Manuel Doblado reparten despensas. A veces las reparten solos, a veces las reparten con el apoyo de un medio de comunicación local, que incluso pauta publicidad en sus redes sociales para acelerar el reparto. La presencia de los jaliscienses en Manuel Doblado ha alcanzado niveles de normalidad sorprendentes. Muy parecida a la presencia e integración social que el CSRL llegó a tener en el municipio de Villagrán. Comen, duermen, viven y bailan en el municipio sin rivalizar con las estructuras políticamente constituidas y electas, sino en total simbiosis con ellas. Con el tiempo se convertirán en distinguidos y honorables miembros de la comunidad a la que defienden de otros cárteles y que han elegido para echar raíces.
La legitimidad que obtienen los cárteles de la droga suplantando al estado en tareas básicas como brindar seguridad o entregar apoyos alimentarios conduce a un sendero que ya han recorrido otros estados del país. Pero no es el mejor de los caminos. Como dijo Sophia Huett, en su más reciente artículo publicado en Milenio León, “ante la complejidad que vive México, no es momento de permitir que la delincuencia gane cobijo social.” Pero “lo cierto es que los espacios se ocupan” … y los vacíos se llenan. La magnitud del reto es enorme.
Si Guanajuato logra en el corto o mediano plazo parecerse a Yucatán, será debido a la desaparición del CSRL y al dominio absoluto del CJNG en la entidad. Si algún día Guanajuato llega a tener una incidencia delictiva como la yucateca, será también gracias a las limpias que realicen los integrantes del CJNG y no tanto al trabajo de Álvar y Zamarripa. El estado quedará en deuda con el Mencho y sus generales. Y por tales servicios, el CJNG pasará una factura al actual gobierno estatal y al siguiente. Tal y como ocurre actualmente con Jalisco, en los tiempos de Enrique Alfaro. Y aunque los gobiernos se resistan a pagar, de cualquier modo, dicho cártel ya se está cobrando la deuda por sí mismo. Como buenos comerciantes los liderazgos del CJNG no piden enganche, pero van difiriendo los cobros en cómodas y sangrientas mensualidades.
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