De acuerdo con el Diccionario de la Lengua Española, el prefijo “anti” significa “opuesto o contrario”. Antipoesía significaría entonces, lo opuesto o contrario a la poesía. Nicanor Parra tituló uno de sus poemarios como “Poemas y Antipoemas”, pero lo que hace precisamente en esa y otras obras, es llevar a cabo un intento de renovación y, quizá no sea exagerado pensarlo así también, una refundación del quehacer poético.
Fundar significa establecer, crear; y la actividad poética de Parra es justamente eso: creación de una nueva forma del quehacer poético; y si bien es cierto que en sus primeros poemas se encuentran relevantes elementos de la vanguardia literaria chilena[1], lo es también que a partir de Poemas y antipoemas su obra se eleva a umbrales del uso y recreación del lenguaje auténticamente novedosos en la lengua castellana.
Hay cinco elementos que permiten pensar en una nueva forma de quehacer poético propuesta por Nicanor Parra; éstos son:
- La asignación de una función social específica a la poesía. En el debate que existe entre el poema como creación meramente estética y el poema como eso, pero también como instrumento de crítica y defensa de causas sociales, Parra se ubica en la segunda, y lanza, en un estilo renovado, una propuest que remite a la de Bertolt Brecht, quien también creía que la poesía debe tener una función social de denuncia, crítica al poder y cercanía con “lo popular”. Esto se vincula a la influencia que recibió de la lectura de García Lorca, lo cual se expresa en su primer poemario, Cancionero sin nombre, que recuerda al Cancionero Gitano del poeta español. Esta forma de hacer poesía se puede observar en el poema “Sinfonía de Cuna”, con el que inicia Poemas y antipoemas; en este poema Parra hace gala de la continuidad de la vanguardia, pero también de la ruptura y de una nueva forma de hacer poesía, en la que que conviven de manera magistral tanto la metáfora como el lenguaje común y popular. Para ilustrar lo anterior, véase la siguiente estrofa, la cual sigue al supuesto encuentro con un Ángel:
“Él me dio la mano
Yo le tomé el pie:
¡Hay que ver señores,
Cómo un ángel es!
Fatuo como el cisne,
Frío como un riel,
Gordo como un pavo,
Feo como usted”.
- Lo anterior tiene una implicación temática relevante, pues implica pasar de la expresión sublimada de la subjetividad a la expresión crítica de la realidad objetiva y material que se tiene enfrente. Esto se observa en el poemario Poemas y sermones del Cristo de Elqui, en el que el uso del pseudónimo le permite llevar a cabo una crítica a la dictadura chilena encabezada por Augusto Pinochet. Esta vocación y gusto por “la objetividad” recreada en el poema, se observa también en sus Poemas ecológicos, en los que incorpora una temática que evidenciaba la crisis que hoy se enfrenta a escala planetaria en el cambio climático y la extinción masiva de especies.
- Hay en Nicanor Parra una ruptura con las formas y “gustos estéticos convencionales”. En los sermones del Cristo de Elqui sorprenden tanto la forma, como los recursos estilísticos, de ritmo y forma que utiliza. Por ejemplo:
“…mientras ella dormía el sueño eterno
imaginen al hijo divirtiéndose
con mujeres de dudosa reputación
hubiera sido una traición sin nombre
tomando en cuenta que fui hijo único
hombre y no dios como creen algunos”.
- Lo anterior está relacionado con la propuesta de Parra relativa a interrumpir la sublimación poética del mundo; que en nada abona a su comprensión, pero tampoco a su crítica y, de algún modo, a su salvación. Igualmente, en los Sermones, puede leerse lo siguiente, en la estrifa IV:
“En estos 20 años que duró mi promesa
giras al sur y norte del país
como también a los países limítrofes
predicando mis sanos pensamientos
en beneficio de la Humanidad
aunque los cuerdos me tildaran de loco
cientos de conferencias en cárceles
y hospitales
- De acuerdo con Schopf, en Nicanor Parra el arte poético es imitación, en tanto que perfeccionamiento, de la naturaleza. Pero este perfeccionamiento también es compromiso y crítica a la devastación ecológica prohijada por el capitalismo. Así, en el primero de sus Ecopoemas se lee:
“Como su nombre lo indica
El capitalismo está condenado
a la pena capital:
crímenes ecológicos imperdonables
y el socialismo burocrático
no lo hace nada peor tampoco”.
La renovación del lenguaje, la propuesta de una nueva poesía, la audacia de proponer una nueva forma, ritmo y estilo para el quehacer poético, convierten a la propia idea de la “antipoesía” en quehacer poético esencial. De ahí que, interpretando a Parra, valdría más pensar en una híper poesía, considerando que el prefijo “híper” significa exceso o grado superior al normal, si es que algo de normalidad hay en la poesía que esencialmente funda la libertad y al mundo, como lo expresara Heidegger.
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Bibliografía:
Parra, Nicanor, Poemas y antipoemas, Editorial Nascimento, Chile, 1954.
——————-, Sermones y prédicas del Cristo de Elqui, Talleres Humanísticos, Chile, 1974.
——————-, Ecopoemas, disponible en recurso electrónico, en http://www.archivochile.com/Cultura_Arte_Educacion/np/d/npde0010.pdf
Schopf,
Federico, “Parra: arqueología del poema”, recurso electrónico disponibe en: https://www.nicanorparra.uchile.cl/estudios/arqueolanti.html
[1] Así se documenta en el artículo “Parra: arqueología del antipoema”, de Federico Schopf, publicado por Archivo Chile, recurso disponible en internet en https://www.nicanorparra.uchile.cl/estudios/arqueolanti.html, consultado el 6 de enero del 2020.