La lectura de textos de calidad puede contribuir a la creatividad, la imaginación, la defensa de los derechos humanos y el aprecio por la democracia y sus valores: igualdad, libertad, fraternidad y tolerancia. Por ello en los Estados democráticos se tienen sólidas políticas culturales, de las cuales la promoción y fomento de la lectura es uno de sus ejes principales.
Escrito por: Mario Luis Fuentes
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) levanta desde el 2015 el Módulo de Lectura; a partir de 2017 el levantamiento es anual, con corte al mes de febrero. En ese primer año, se reportó que el 26.4% de la población mayor de 18 años, no acostumbraba leer libros, revistas, periódicos, historietas, páginas de internet, foros o blogs.
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Para el 2016 la proporción se incrementó a 35.7%; en 2017 mejoró a 34.5%; mientras que en 2018 empeoró nuevamente al llegar a 38%. Para el 2019, el primer año de la administración de la llamada 4T, el porcentaje fue de 38.5%, para el 2020 hubo un nuevo retroceso por el 40.5% de las y los mayores de 18 años declararon no acostumbrar leer; en 2019 tuvo una ligera mejoría al ubicarse en 39.8%; en el 2022 nuevamente llegó a 38.3%; pero en la medición de febrero de 2023 se estableció un nuevo récord de no lectura con el 43.8% de la población de 18 años y más.
Los datos del INEGI muestran que es urgente desarrollar nuevas estrategias de promoción de la lectura, y con especial énfasis entre las personas de mayor edad, aunque en 2023 se registró una especial caída en el nivel de lectura registrado en el grupo de 18 a 24 años.
Así, en ese último grupo, en 2015 el reporte de no lectura fue de 17.3%, con una tendencia creciente hasta llegar a 2023 a un porcentaje de 41% que no acostumbran leer. En el grupo de 25 a 34 años, el porcentaje reportado en el 2015, que es para todos los grupos de edad el mejor de la serie, fue de 28.7%, mientras que en 2023 llegó a 35.3%. Para el grupo de 35 a 44 años, el porcentaje de no lectura en 2015 fue de 28.8%, llegando a 44.5% en 2023.
Por su parte, entre las personas de 45 a 54 años, en 2015 había 25.6% de personas que no acostumbraban leer, mientras que en 2023 el indicador fue de 48.9%; entre quienes reportaron de 54 a 65 años de edad el porcentaje de no lectura en el 2015 se ubicó en 24.2%, llegando a 48.2% en el 2023; mientras que para la población de 65 años y más el porcentaje en 2015 fue de 34.7%, llegando a 46.8% que no leen, en el 2023.
Los datos del INEGI muestran una aparente paradoja: a mayor promoción de la lectura en las escuelas primarias, ha habido un mayor incremento de no lectura; lo cual indica que las políticas no están teniendo los resultados deseados. En efecto, entre quienes asistieron a primaria en la infancia, y eran mayores de edad en 2015, al 58.1% le pedían leer, además de los libros de textos; al 79.1% le pedían exponer sus lecturas y al 50.8% lo motivaban a asistir a bibliotecas. En contraste, en 2023, los porcentajes son de 65.3%; 82.3% y 64.9%, respectivamente.
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