Nos encontramos a días de iniciar un nuevo ciclo dentro escolar en dentro de las aulas y pasillos de las instituciones de educación media superior, algo único para todos los que puedan aprovechar las oportunidades que ellas les ofrecen: actividades académicas, culturales, deportivas, pláticas de diversa índole.
Escrito por: Andrea Samaniego Sánchez
En el trayecto muchos hallarán amigos entrañables, el proceso del amor y desamor, las oportunidades de desempeño laboral, los retos de encontrarnos ante universos epistemológicos y personas que no tienen elementos en común salvo su deseo de pertenecer a la institución.
Para todos los que inician las experiencias y el tránsito por la Universidad será distinto, pero, tal como Cavafis menciona, lo importante no es tanto el destino, concluir una carrera universitaria, sino todo el trayecto, pues es ahí donde enriquecemos nuestro pensamiento, y permite que durante los años que dure nuestra estancia, nos transformemos: difícilmente seremos los mismos que cuando ingresamos ese primer día a la universidad; es la educación un sendero que nos permite acceder a otros mundos, a reconocer otras realidades.
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Este inicio además es novedoso, de menos en los últimos años, porque será el primero que se viva y realice de forma presencial, muchos estudiantes pisarán las instalaciones universitarias, convivirán con compañeros y compañeras, observarán al cuerpo docente no mediados por aplicaciones, sino dentro de un aula.
Es un nuevo periplo, que cargado de nostalgia, busca y apela a un pasado que parece mucho muy lejano, y aunque la vida impulsa a regresar a la época pre-pandémica, muchas cosas no serán iguales.
Será un inicio lleno de expectativa, un nuevo ciclo, que demanda de nosotros como docentes mayor capacidad de diagnóstico, análisis y propuesta ante una agenda más compleja, por un entorno mediado, entre otras cosas, por el Covid-19 que en el entorno educativo ha mostrado las desigualdades estructurales entre las personas que tenían acceso a dispositivos electrónicos y el uso de internet y aquellos que no. Demandará, además, al estudiantado un compromiso mayor del que han observado durante estos años, para resarcir los estragos producto de esta emergencia sanitaria.
Que este ciclo permita la discusión de temas urgentes, la capacidad de trazar objetivos reales a mediano y largo plazo, para el desarrollo de los mexicanos. Es necesario, la contingencia sanitaria nos mostró la relevancia de estar preparados para lo inesperado.
Que el trayecto que ahora iniciamos nos permita imaginar mundos deseados y los pasos requeridos para su realización.
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