Todo mexicano que ha invertido tiempo, esfuerzo e investigación en poder llamar a su voto informado, seguramente esperó el tercer y último debate presidencial para tomar una decisión. La nube de palabras reúne los vocablos, términos o locuciones más reiterados por los candidatos durante el debate. Destacan algunas cuestiones relevantes…
Las condiciones del 12 de junio eran idóneas: la modalidad de este encuentro ofrecía la oportunidad de incluir preguntas directamente de la ciudadanía confundida, aún irresuelta, en aras de brindar luz a las incógnitas que cuelgan del voto indeciso.
Los temas, incluso, reafirmaban su atractivo: crecimiento económico, pobreza y desigualdad; educación, ciencia y tecnología, y salud, desarrollo sustentable y cambio climático representan, en conjunto, tres de los ejes capitales en torno al debate por México.
En pocas palabras, cuando solamente restaban 18 días para la elección, el INE configuró un contexto vital para la salud democrática del país.
¿Funcionó?
Para apoyar en la búsqueda de la respuesta a esa pregunta, Discurser@ presenta a continuación los resultados del tercer análisis cuantitativo de las posturas de los candidatos presidenciales 2018.
Nube de palabras
La nube de palabras reúne los vocablos, términos o locuciones más reiterados por los candidatos durante el debate. Destacan algunas cuestiones relevantes.
De entrada, la aparición de AMLO como protagonista del encuentro (Andrés Manuel, le decía José Antonio Meade; López Obrador, Ricardo Anaya) rememora, sobre todo, al primer debate presidencial de 2018 —mismo que estuvo marcado por ataques, y no por propuestas.
Vamos, conjugación de la primera persona del plural de ir, misma que ha sido eje discursivo del candidato de Juntos Haremos Historia desde 2006, cuando compitió por la presidencia de la República desde el PRD, ha comparecido como protagonista dentro del discurso del tabasqueño en los tres debates realizados este año.
Asimismo, corrupción, eje temático de las cuatro campañas presidenciales, encuentra mayor presencia en del discurso de AMLO que en cualquier otro candidato. Entre las palabras que más resaltan —y fueron parte de los temas establecidos— resaltan educación (Meade), medicamentos (AMLO), energías [renovables] (Anaya), [reforma] educativa (AMLO), preparatoria (Meade), y CONACYT (AMLO), entre otras.
Palabras que identifican el discurso
La parte central del análisis estriba principalmente en dos categorías: las palabras que identifican el discurso (o keyness, por su término en inglés) y la red del discurso. Aunque es natural que ambas se entrelacen en algunos resultados, estos no devienen del mismo origen.
Por un lado, el keyness (como se menciona en la parte inferior de la gráfica), exhibe las palabras más utilizadas por cada candidato sin considerar aquellas que todos empleen indistintamente; es decir, las palabras con mayor probabilidad de pertenecer a ese discurso.
En cambio, la red del discurso teje una telaraña con las principales conexiones lingüísticas elaboradas por el ponente. Sobrepuestas, ambas generan una idea clara sobre los temas principales propuestos y la configuración de la estrategia.
Ricardo Anaya
Quiero, la palabra que más representa el discurso de Ricardo Anaya, está principalmente vinculada con el deseo de comunicar: yo quiero hablarle a la gente / […] pero quiero decirles que no les tengo miedo / quiero hablarle a las mujeres / quiero que la gente sepa, etcétera.
Cabe mencionar que habla desde la primera persona del singular y esta noción individual trasciende los verbos que orbitan junto a él: quiero hablarles a las mujeres sería la formulación correcta.
Cuando refiere a López Obrador lo hace para atacarlo: López Obrador está faltando a la verdad / eso que dijo López Obrador es mentira / y la gran mayoría tampoco quiere saber nada de López Obrador. Asimismo, pruebas hace alusión a la evidencia que afirmó tener sobre los casos de corrupción en los cuales está implicado AMLO.
Claridad podría ser considerada una muletilla que tiene por objetivo instalar en el inconsciente una percepción de transparencia en sus intenciones. Presidente y sexenio son empleadas para hablar de su gestión como “futuro” presidente de México.
Solamente maestras (único candidato que mencionó la profesión en femenino), energías [renovables], capacitación y gasolina refieren específicamente a alguno de los temas debatidos.
Andrés Manuel López Obrador
Plan, corrupción y vamos son palabras que difícilmente faltarán en un discurso obradorista; roban complementa la idea de corrupción y fortalecer (el mercado interno, la economía interna o el CONACYT) consigue su fin: proponer.
Entre las keyness, solamente medicamentos y sueldos hacen referencia a algún tema abordado durante el debate. Sin embargo, en la red del discurso figuran otras palabras como maestros o reforma educativa que abordan la temática propuesta en un inicio.
Resulta interesante que tanto sí, como no, la afirmación y la negación por antonomasia, destaquen entre las palabras que más identifican su discurso. Para comprender en mayor medida este fenómeno, basta decir que el sí lo emplea fundamentalmente para iniciar sus intervenciones, normalmente respondiendo a los moderadores.
Aunque el no también se emplea en esta situación, comparece en mucha mayor medida al interior de las intervenciones criticando, sobre todo, gestiones pasadas.
José Antonio Meade
Definitivamente, dos verbos que definieron el discurso de José Antonio Meade fueron resolver y empezar ([…] empezar a resolver problemas con la ciencia, por ejemplo).
Que Andrés Manuel encabece la lista significa que todavía fue un debate de ataques, aunque también podemos encontrar términos que abogan por la proposición dentro de los temas establecidos: preparatoria, IMSS, educación, Seguro Popular, Oportunidades.
En ese sentido, con cinco palabras relativas a los temas tratados, fue el candidato que mejor colocó estos términos entre su discurso.
Implica dice más sobre cómo formula las cadenas de pensamiento que sobre un contexto especifico.
Jaime Rodríguez
Como se advirtió en los debates anteriores, Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, alude constantemente a su gestión como gobernador de Nuevo León para justificar tanto su experiencia como sus logros.
El centro de la red de discurso es evidente: todo emana de un no. A pesar de que ningún candidato sostenga una postura de continuidad (es decir, todos promulgan un cambio fundamental), que no sea la única palabra en el centro de la red devela que todos los demás elementos orbitan alrededor de la rotunda negación.
Condición, condiciones, trabajar, salario y asistencialismo pertenecen principalmente al bloque de pobreza, desigualdad y crecimiento económico.
Similaridad entre discursos
La similaridad entre discursos indica cuánto se parecieron entre sí los discursos de los candidatos. Entre más oscuro esté el recuadro (acompañado por una calificación más alta), mayor fue el acercamiento entre las palabras de uno y otro debatiente.
Por ejemplo, los discursos más afines fueron el de AMLO y el de Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco. Esto, debido a su manera fácil y populachera de comunicarse con la gente. En segundo lugar —aunque parezca en un inicio sorpresivo—, están los discursos de Ricardo Anaya y Andrés Manuel López Obrador.
La razón detrás de este acercamiento no está realmente en la forma, sino en el fondo: a lo largo de la campaña, Anaya ha ido incorporando propuestas más afines a las de Obrador (por ejemplo, el ofrecimiento de tablets a todos los estudiantes mexicanos, en cierto sentido equivalente al apoyo económico que el tabasqueño busca otorgarle a este sector, o bien, el compromiso de no subir los precios de la gasolina, e incluso bajarlos).
Por último, pero no menos importante, es necesario mencionar que José Antonio Meade es, discursivamente hablando, el llanero solitario de este encuentro. Tanto su forma como su fondo contrastan en mayor medida con el expuesto por los demás candidatos.
Total de palabras
El número total de palabras es relevante porque representa, en cierto sentido, la capitalización de la bolsa de tiempo. Entre más palabras articule un candidato, mayor es el número de temas o argumentos puede colocar sobre la mesa.
El candidato de la alianza Todos por México, José Antonio Meade, lideró esta categoría con un total de 3 mil 650 palabras articuladas durante el encuentro. Esto, a pesar de ser quien menos tiempo aprovechó durante el debate (solamente utilizó 20 minutos con 4 segundos, más de un minuto por debajo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, que registró el mayor tiempo frente al micrófono: 21 minutos con 8 segundos; Ricardo Anaya acumuló un segundo menos —es decir, 21 minutos con 7 segundos— y Jaime Rodríguez Calderón, 20 minutos con 47 segundos).
Asimismo, vale la pena mencionar que encabezó esta métrica en los tres debates presidenciales de 2018. AMLO, quien registró un total de 2 mil 351 palabras, fue el candidato que menos palabras articuló en los tres debates.
Palabras por minuto
Aunado al número total de palabras, la cantidad de estas que fueron pronunciadas por minuto develan la velocidad en el ritmo discursivo de los candidatos. Es por esta razón que, a pesar de ser quien peor aprovechó su bolsa de tiempo, José Antonio Meade reunió una mayor cantidad de palabras que sus contendientes.
El diagrama de caja concentra el 50% de las velocidades por intervención de cada candidato (el 95% de éstas se ubica a lo largo de la recta que lo atraviesa). Así, la angostura representa un mayor o menor dominio del ritmo (entre más angosto, mayor homogeneidad en el ritmo del discurso; entre más ancho, al contrario, mayor flexibilidad del mismo). Una caja angosta puede traducirse en mayor entrenamiento o dominio discursivo.
Diversidad léxica en el discurso
Matemáticamente, la diversidad léxica representa el número total de palabras únicas sobre el total de palabras proferidas por una persona; lingüísticamente, un mayor arsenal de palabras para intercambiar durante la exposición de ideas.
En ese sentido, puede inferirse que quien goce de una mayor diversidad léxica, maneja un repertorio más amplio de palabras. Ricardo Anaya, candidato de Por México al Frente, encabezó esta categoría en los tres debates presidenciales de 2018. Esto debido a su gran capacidad para emplear términos precisos a la hora de formular una argumentación o explicar un tema.
Comprensión de discurso
La comprensión del discurso se basa en un cálculo conjunto del número total de palabras únicas y la formación sintáctica de las oraciones. Aunque en esta categoría los cuatro candidatos obtuvieron una calificación de muy fácil, vale la pena aclarar que AMLO ocupó la última posición debido a la prolongación inadecuada de sus oraciones, cuestión que vuelve más trabajosa la comprensión de un enunciado.
Jaime Rodríguez Calderón, en cambio, conjugó un repertorio léxico más limitado con la formulación de enunciados claros y concisos.