La OMS informó que una meta importante de sus Estados miembros para 2025 es lograr reducir un 30% en el consumo de sal alrededor del mundo. De ser así, se evitarían alrededor de 2.5 millones de muertes por enfermedades relacionadas con su ingesta.
Lo anterior significaría también una de las “medidas más costoeficaces que los países pueden tomar para mejorar la situación sanitaria de la población”, señala la OMS.
Efectivamente: consumir más de 5 gramos de sal al día incrementa el riesgo de hipertensión arterial, cardiopatías y accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, la mayor parte de la población ingiere de 9 a 12 gramos en promedio al día: el doble del máximo recomendado.
A nivel mundial se ha vuelto muy alto el consumo de alimentos que contienen muchas grasas saturadas, ácidos grasos trans, azúcar y sal.
“La producción creciente de alimentos elaborados cada vez más numerosos, la rápida urbanización y la evolución de los modos de vida están modificando los hábitos alimentarios. Los alimentos muy elaborados son cada vez más corrientes y asequibles”, advierte la OMS.
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La solución parece fácil; sin embargo, a nivel mundial no ha sido posible tener injerencia real en el consumo de alimentos más sanos en la población. Por ello es que en las últimas décadas se ha registrado un cambio en los hábitos alimentarios. Según denuncia la OMS, “las personas consumen menos frutas, verduras y fibras (presentes en los cereales integrales), que son los elementos clave de una alimentación sana. Las frutas y verduras contienen potasio, que contribuye a hacer bajar la tensión arterial”.
Además, se consumen grandes cantidades de sal en alimentos como carnes procesadas como el tocino, el jamón y el salamo, quesos, tentempiés salados, fideos instantáneos, pan y los productos de cereales elaborados.
“También se añade sal a los alimentos durante la cocción (en forma de caldo o cubitos de caldo) o bien en la mesa (salsa de soja, salsa de pescado, sal de mesa)”.
En cuanto a la industria alimentaria, de acuerdo con la OMS, esta puede:
Estos son algunos consejos para evitar un consumo elevado de sal en la dieta diaria:
• Las grasas no deben superar el 30% de la ingesta calórica total.
• La ingesta de grasas saturadas debe representar menos del 10% de la ingesta calórica total, y la ingesta de grasas trans, menos del 1%.
• El consumo de grasas se debe modificar a fin de reducir y suprimir las grasas saturadas y trans, en favor de grasas no saturadas.
• Lo más recomendable es reducir el consumo de azúcar a menos del 5% de la ingesta calórica total.
• Los Estados Miembros de la OMS han acordado reducir el consumo de sal entre la población mundial en un 30% para 2025.
• También acordaron detener el aumento de la diabetes y la obesidad en adultos y adolescentes, así como el sobrepeso infantil para 2025.
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