Escrito por 3:00 am Cultura, Destacados, En Portada, Luis Miguel Rionda, Notas

Patrimonio cultural en riesgo, de nuevo

La identidad cultural de los pueblos y naciones se concreta mediante símbolos materiales que, por razones con frecuencia accidentales, son vinculados con los mitos de origen de una comunidad específica de personas. Son elementos totémicos que el inconsciente colectivo asocia con una imagen de sí mismos, siempre especial y grandilocuente. Un ejemplo son los llamados símbolos patrios, en particular el escudo nacional con el águila y la serpiente, que hace referencia directa al mito de origen de la fundación de Meshíko-Tenochtitlán.

Sigue al autor Luis Miguel Rionda en Twitter  @riondal

En la ciudad de Guanajuato no somos indiferentes a esta necesidad identitaria. Tenemos símbolos muy preciados, como nuestra peculiar imagen urbana, nuestros edificios históricos –como la Alhóndiga de Granaditas–, el festival cervantino, la universidad y otros. Pero hay uno que destaca entre todos: el depósito de cuerpos áridos naturales que descansa en el panteón civil de Santa Paula, mejor conocido como Las Momias de Guanajuato. Hoy dignas habitantes del segundo museo más visitado del país.

Te invitamos a leer: Inopia cultural

Como símbolo de identidad, las Momias son un elemento muy delicado del imaginario colectivo de los 170 mil guanajuateños que habitan el municipio capital. Por ello es de enorme importancia que los gobernantes asuman un especial cuidado y respeto cuando toman decisiones que pueden afectar la esencia de este distintivo.

En 2010 un gobierno municipal tuvo la ocurrencia de impulsar un proyecto de crecimiento urbano que habría alterado el entorno de otro símbolo local: el cerro de La Bufa. La aventura terminó mal para ese ayuntamiento, que debió recular ante la fuerza de la reacción social que se opuso a ese despropósito, que concluyó con un plebiscito en el que 84% de los consultados le dijeron No al proyecto, que se había presentado como una gran alternativa para impulsar el desarrollo económico local.

La actual administración municipal insiste en la idea de construir un nuevo museo para albergar los 123 cuerpos áridos. Para ello ha obtenido la autorización de la legislatura local saliente para endeudar el municipio con más de 70 millones de pesos, y con ello financiar un adefesio moderno en el que se puedan recibir más visitantes y reforzar así la precaria economía del gobierno local, como ineficiente recaudador que es.

Se trata sin duda de una nueva agresión a la identidad cultural de esta sufrida ciudad, siempre víctima de las ocurrencias de los demagogos del desarrollismo. Como referente cultural, las Momias pertenecen a un contexto físico e histórico específico. Es por ello que su actual ubicación, como museo de sitio, es la mejor locación posible. Sólo requiere su dignificación permanente, acorde con su importancia histórica e identitaria.

Estoy seguro de que el nuevo edificio vendrá acompañado de una visión banal, mercantilizada y morbosa sobre este repositorio de restos humanos, que la fortuna quiso que se preservaran como un registro de una humanidad de tiempos idos. Me temo que se integre un museo de espantos, a la manera de los parques temáticos gringos, sin ningún respeto para el trasfondo cultural de estos cuerpos. Ya se han dado muestras de esta concepción mercantil con su abusiva exhibición en ferias comerciales. La indignidad es evidente en casos como la momia femenina a la que pasean en una jaula rodeada de cadenas, a la que le han apodado “la bruja”. Esta suerte es la que les espera en el nuevo espacio, que seguramente se aderezará con recursos de iluminación y sonido que refuercen la experiencia “espeluznante” que buscan los turistas zafios.

La sociedad organizada local ha reaccionado de manera crítica, y se ha manifestado de manera física y virtual contra esta nueva ocurrencia. Es triste constatar la regularidad con la que gobernantes provincianos con mentalidad pseudo empresarial intentan monetizar los íconos de la cultura comunitaria. Pero en su pecado llevarán la penitencia. Al tiempo.

También podría interesarte: Calakmul: agendas y recursos intangibles

(*) Antropólogo social. Profesor de la Universidad de Guanajuato, Campus León. luis@rionda.net – @riondal – FB.com/riondal – https://luismiguelrionda.academia.edu/

(Visited 756 times, 1 visits today)
Cerrar